En la versión original se suceden tres idiomas (alemán, inglés, francés) según el entorno geográfico en el que se desarrollen las escenas deviniendo en lengua de rebeldía, esperanza y aceptación y, en cierto modo, convergen en torno a la evolución del pensamiento del propio Marx, magistralmente interpretado por el berlinés August Diehl. Igualmente destacable el rol de las mujeres de Marx y Engels, la luxemburguesa Vicky Krieps y la británica Hannah Steele. Notable, casi sobresaliente, escritura orquestal de Alexei Aiguí, hijo del gran vate chuvasio Guennadi Aiguí.

Tanto Jeanne Balibar, actriz y cantante francesa, como Pia Marais, realizadora sudafricana, en su segundo filme en lengua alemana, fueron premiadas por esta cinta en la que la cineasta nos sumerge en la contradicción del universo femenino, tras una rotura, tras una crisis sentimental y el abismo de radicalidad y rebeldía que conlleva, una radicalidad que, aparentemente, le sirve de lenitivo frente a la propuesta improcedente del que fuera su novio, frente a un inaceptable amor tripartito. Todo se polariza ahora hacia un nuevo enfoque, aunque pareciera no ser protagonista de su propia vida sino permanecer entre ambas, la antigua y la nueva. ¿Es posible esta absurdidad en una mujer cercana a la mediana edad? ¿Hasta dónde llega la capacidad de autodestrucción de la mujer en un caso de desengaño? ¿Es un arquetipo? ¿Hasta qué punto a la edad de Ellen cualquier mujer podría reaccionar de esta forma?

Es evidente que el cine ruso, especialmente soviético, ha legado grandísimas historias en cuanto al celuloide se refiere. ¿Un golpe sobrenatural podría estar, inspirada, de algún modo, con ciertos tintes satíricos, en el espíritu de Maestro y Margarita de Bulgakov? No. Lo sobrenatural se ha usado de una forma más bien efectista y quizás un tanto burda. Ni siquiera la belleza de la actriz principal sirve de lenitivo para el visionado del film. ¿Y Antonio Banderas? En su momento, arriesgó al formar parte del elenco de The Body y no parece que esta película vaya a tener ecos, al menos positivos para su carrera. Si exceptuamos a algún cineasta como Zvyagintsev, Pichul, Sokurov o Uchitel, el cine postsoviético deambula de forma bastante errabunda.

El título, el personaje, la trama hacían presagiar que se trataría de un drama realmente interesante, inolvidable. Es uno de esos casos en los que, a los diez minutos (y soy muy generoso) te planteas tirarle las cotufas (palomitas) al acomodador. El director se deleita en una especie de comedia dramática con tintes socarrones y surrealistas que más bien semejan una burda parodia. Una especie de "german movie" de la vida de von Humboldt.
Mi capacidad de estoicismo (o masoquismo) me mantuvo en vilo hasta la escena de la mano en el amazonas, después, para más señas, de lo de anguila eléctrica. Lo cierto es que la primera escena del gato del Dalai Lama ya pone, sobreaviso, al espectador.
Evidentemente, caben otras lecturas (hay quien ha puntuado relativamente de forma alta el film). Quizás, si somos capaces de realizar una lectura simbólica, obviando las formas, nuestra vara de medir (no ya el mundo) este film sería más amable. De las peores películas que he visto en mi vida. Siento decirlo tal cual.

Aparentemente, contrastaría la más que eficiente música de David Newman, especialmente en cuanto al Tema Principal, "Ryan´s Theme" frente a un cierto hipersexualismo femenino, tal vez distante de la habitual visión más «descarnalizada» del universo femenino. Las cuatro guionistas esbozan una consolidada relación de cuatro amigas y cómo, poco a poco, por los avatares de la vida, la "danza" de la amistad va languideciendo y se convierten en adultas, pero ninguna de ellas en lo que realmente querría ser, incluida la propia Ryan. Tenemos a la libertina, a la mujer a la que ha dejado su marido, tras tener dos hijos, a la "cínica", que se gana la vida propalando por internet los rumores de los famosos y a la que, en teoría, ha sido la más exitosa de las cuatro, Ryan, que ha escrito un libro de autoayuda muy al uso y que, supuestamente, lo tiene "todo", pero en realidad su matrimonio y su vida es mera apariencia, amén de haber perdido esa amistad tan importante para toda persona; al fin y al cabo, la relación de pareja no es más que un tipo de amistad, probablemente el más "álgido".
Sin embargo, la amistad se consolida en base a la verdad, a la verdad desnuda, que, dicha por un amigo, nunca debería ofender, aunque sí podría herir.
Así, en el pasillo del hotel de lujo en el que se hospedan, tiene un lugar un diálogo en el que se recriminan unas a otras en lo que se han convertido y cómo todas ellas, absolutamente todas, habrían necesitado más del apoyo de sus respectivas amigas.
Sigo en el spoiler