Vigo hacía las películas cuando le nacía y se nota en lo sencilla y sincera que es esta divertida experiencia. La atención a los fondos , la ridiculización de la figura de autoridad, la complicidad, la sensibilidad infantil, es imposible no apelar a nuestra infancia y hacer referencias. La historia más real jamas contada, el éxtasis de el momento eterno que es la infancia, la rebelión, el cielo. Si tan solo tuviéramos esa fácil y llena de libertad concepción de la vida, ahora que somos adultos, cómo cuando éramos libres de verdad.

La mano nos muestra el mundo de todos, nuestro propio mundo en el que tenemos proyectos y creemos tener control sobre las decisiones cuando en realidad todo está dictado por las fuerzas mayores... Dígase gobierno, familia, situación del pais, convencionalismos... Convencionalismos y fuerzas opresoras que emplean el uso de la fuerza, seducción, medios de comunicación... La ilusión de la elección en realidad es la imposición por cualquier medio. Descuidamos las cosas importantes por intentar mantener alejada de nuestra vida esta fuerza. Pero lo cierto es que todos pereceremos bajo la opresión. El pesimista trasfondo nos asegura que las fuerzas opresivas prevalecerán.

Si alguien necesita un ejemplo de romanticismo, es éste filme... fotografía que parece una pintura, Deus ex machina, la forma y el contenido. El amor redime, el amor que se expresa no es una declaración de tipo sexual, es amor puro, de ese que no tiene etiquetas y que se preocupa por el completo bienestar del ser amado, ese amor que encuentra un alma perdida (¿alguien se acordó con el final de "Lost in translation"?) Muestra, como otros filmes de la época, con sus encuadres amoldados a la psicología de los personajes, que el lenguaje cinematográfico ya no estaba en etapa de balbuceos. Lon Chaney tiene esa capacidad de transmitir corporalmente, lo que muchos actores siguen sin poder hacer hoy en día.

La canción de la introducción es una de las mejores cosas. Toda la película es un homenaje a las películas de horror, tiene ese tono cincuentoso. La construcción de los personajes, esa familia descompuesta mentalmente, descarados, naturales, alejados de la sociedad y sus convencionalismos, insensibles a la muerte, va en la línea de otras familias célebres por su desequilibrio, una mezcla entre "The Addams Family", "The Munsters", "Texas chainsaw massacre".

En realidad es destacable el trabajo de fotografía tipo Orson Welles, que remarca la atención en la profundidad y la perspectiva... La estética del cine negro con un uso perfecto de las sombras. El personaje de la mujer, una cara sin expresión que se funde con naturalidad con su portadora, esconde la angustia y desespereción de esta. Vaga por ahi como un fantasma, completamente triste y desprovista de naturalidad, sin embargo con mucha gracia... Una mujer de blanco en una máscara sin expresión, en un pasillo vacío. El mínimo de elementos, el máximo de emoción por medio de una atmósfera blanca. Recurso del pánico aprovechado mucho en estos tiempos, la ambigüedad de no saber si esa falta de agresividad es algo amenzante o no, junto con el morbo mezclado con terror de no saber que hay debajo de la máscara, y cuando lo sabemos, se nos mantiene oculto, porque las cosas que no vemos, dan mas miedo que las que podemos ver. El horror de los errores humanos, está patente en todo el metraje, cocinándose a lo largo del desarrollo, y explotando al final en una liberadora escena de justicia poética (escena llena de riesgo, grabada a la perfección). La realización de la película estuvo limitada por los censores, y sin recurrir a ninguna escena sobrecargada, (y economizando los planos, además) cumple su objetivo a la perfección.