Fué la clausura del festival de cine de Cali, 7000 asistentes, noche de cine bajo las estrellas en los cristales, con director y actores a bordo, músicos de la banda sonora todo una maravilla.
La cámara siempre bien puesta, las imágenes resaltan la belleza de esta reserva mundial de agua y de especies que es el chocó biogeográfico, el paisaje se mezcla con los sonidos de la marimba y las cantadoras del pacifico junto a la sonrisa de los niños envuelta en esa naturaleza virgen. La película ataca la moral de las empresas mineras que están explotando los ríos, las personas y la selva, también el machismo y su maltrato contra estas mujeres que no se pueden revelar a los hombres que solo beben viche (bebida afrodisíaca salida del estrato fermentado de la caña de azúcar, licor típico del Pacifico Colombiano) y no hacen nada por su familia. Muerde tejidos morales de la sociedad excluida, y para mi ya se convierte en una joya de nuestro nuevo cine.

La acabo de ver en el festival de cine de mi ciudad FICCALI; me e encontrado con una película interesante, con imágenes provocadoras que con cierta delicadeza enmarcan un lugar y una sinsustancia con emoción, tanto así que en algunos momentos por la realidad de la historia junto al entorno logra incomodar resaltando algo muy cotidiano. Porfirio es una de las propuestas de nuevos directores nacionales que quieren explotar nuestro potencial con un cine mas elemental y humano.
Me llamó la atención que en el teatro la gran mayoría de espectadores eran jóvenes y se escucharon algunos aplausos, eso significa que queremos ver nuevas propuestas en nuestro cine ya no tan banales.

Como un pájaro buscando ramas para poder hacer su nido, encontré esta película en la casa de una tía para poder finalizar las vacaciones de la mejor forma. Sorprendido me encuentro ya que me atrapó desde el inicio, y es una riqueza poder encontrar cine así; es sensible, humana, con un ritmo frenético y cantidad de sensaciones. inclusive tiene mas acción que muchas otras que dicen tenerla "a balas"; ternura, música, inspiración, revolución del alma, intolerancia, enfermedad, odio y muchísimo amor: humana en personajes y en su todo.

En general es una película buena, pero su final me dejó inmóvil, logró con una serie de imágenes sociales, cargadas de gran sentimiento; ahondar mi memoria para preguntarme ¿Aprovecho de la mejor manera mi entorno y lo que me brinda la naturaleza? Por eso cuando salí de la sala no dejé de mirar el cielo, con asombro y exquisita sensación de haber digerido buenas imágenes que cambiaron mi día. Tan recomendada para un aventurero como para un pusilánime.

Es tan tensa y aburrida como el personaje de la "suegra". Igual que los demás personajes que son totalmente previsibles, lo unico que salva esta absurda comedia (y eso que es decir mucho) es el hijo pacifista que trae un poco de calma y risas. Lo mejor es la hermosa playa de Cartagena junto a la bandera Colombiana, aunque pudo ser mejor aprovechado el exquisito paisaje.