Un tío de 30 primero, y una tía de 40 después, solteros ambos, recorren Londres mientras oímos sus pensamientos acerca del amor. Dos interminables monólogos en off sobre imágenes de videoclip de Nena Daconte en el que se plantean las cuestiones vitales más manidas de la forma más cursi, insulsa y superficial. LAMENTABLE.

Si te quedan 11 minutos de vida, póntelo, porque el infierno puede ser más largo, pero no mucho peor.

La película va de un marinero gay que es gay y lo sabe que se quiere zumbar a otro marinero gay que es gay y no lo sabe, para lo cual tiene que quitar de en medio a una versión mala del recluta Patoso, que no se entera de nada y quiere ser amigo de los dos. Cientos de crustáceos y moluscos fueron torturados arbitrariamente durante el rodaje. Además hay un perro, un ensayo nuclear y dos haitianas borrachas.

Para saber cómo acaba mirad el spoiler y, por favor, no la veáis.

Bastante buen drama con un curioso reparto que mediante su elocuente y sólido guión asesta una lección moral a todas aquellas personas de mentalidad rígida y cargada de tabúes que sólo ven lo que quieren ver, proclaman valores vacíos y están seguros de que todo lo que brilla es oro, como reza Led Zeppelin. Es cierto que Streisand busca el lucimiento personal y la película tiende a la exageración, caracterizando a los antagonistas de manera poco sutil para posicionar al público a favor del mensaje, pero ¿qué es el cine sino un reflejo exagerado de la vida? (aunque la exageración no sea ningún disparate teniendo en cuenta la cantidad de gente obtusa con poder que hay en realidad).

De todas formas "Funny Girl" ofrece una buena interpretación, apoyada en la gran labor co-protagonista de Dreyfuss, que se desenvuelve con mucho oficio en su papel de abogado marcado por las circunstancias, y en la buena dirección de Ritt, que utiliza una narración sencilla para ceder todo el protagonismo a la historia y sus protagonistas, lo que algunos consideran erróneamente "telefilm" (hay quienes llaman asi a cualquier película en la que la cámara no destaca).

Como curiosidad, irónicamente el mítico "Rey de la comedia absurda" sale en calzoncillos en el único papel serio que hizo desde que formara sociedad con David Zucker a principio de los 80 e iniciara su popular trayectoria como cómico.

Nolan presenta una apasionante historia de envidias, venganzas y obsesiones narrada como thriller de época con la magia como tema central. De impecable realización, consigue atrapar con su ritmo ágil y una deslumbrante puesta en escena, todo ello apuntalado por unas interpretaciones magníficas. Resulta prácticamente imposible encontrar una pega, quizá la única sea que no alcanza totalmente el "prestigio" ya que el giro final se puede anticipar, pero precisamente ese último giro no es ni mucho menos lo más importante.
Globalmente es muy buena y totalmente recomendable, destacando sobre todo su pulso, su representación contextual de la exagerada realidad que enmarca la película y su reflexión sobre lo ilusorio y el arte en general.

No sé a cuál de los personajes de ésta mierda odio más: la zorra caníbal con sus innumerables y contínuos gestos de putón completamete artificiales, la ganfona asquerosa lameculos que no se entera de nada, el panoli cara-pan que sale con la ganfona, el rollo tétrico-decadente del popero satánico (vergüenza ajena) y su infumable canción (que por poco clavan entera),la chinita que sólo tiene una escena de medio minuto pero da ganas de buscarle por todo el planeta y darle un tortazo,o en menor medida, el gótico.

Tampoco sé qué aspecto de la película es más lamentable: los momentos videocliperos ralentizados (muy propios de crepúsculo, otra mierda que gracias a algunas cosas llega a la mediocridad), la trama tan trillada e irritantemente absurda como mal elaborada, expuesta visualmente y narrada, o los diálogos más estúpidos y repelentes de la historia.

Al cuarto de hora de película, lo único que podría salvarla es que todos los personajes se pusieran en fila y se fueran tirando uno a uno por la ventana en silencio. Es increíble como se puede hacer tan mal una película tan fácil dirigida al público más fácil. Seguramente ese afán de innovación y estilo propio haya evidenciado excesivamente que había cuatro monos con gorra y una niña de seis años dirigiendo la película.

Si todo ésto se pretende justificar aludiendo al espíritu paródico de la cinta, el resultado es aún más triste puesto que se limita a extremar los clichés haciendo peor algo que de por sí es malo. Si quieres hacer una peli de terror adolescente diferente intenta que sea mejor, coge la base que a todo el mundo le gusta (tías buenas, gallitos que palman brutalmente, pringaos listos y sensibles, inadaptados de los que todos sospechan, gordo gracioso, padres que no se enteran, profesores cabrones,etc) y haz algo mejor siendo creativo y dándole una vuelta de tuerca. O no hagas nada.