Muy parecida a su hermana mayor, narra las vicisitudes de varios marines en la batalla del Pacífico. Quizás con un guión menos potente e hilado (no profundiza lo suficiente en la personalidad de los protagonistas, al menos eso creo yo), pero con unas imágenes de las batallas bastante más duras y trabajadas que Band of Brothers, puede compararse perfectamente con ella e incluso igualarla. Imprescindible para los buenos seguidores del cine bélico.

El último film de Ledger, es una película redonda, oscura, y asfixiante. Pero no la destacaré por ello, sino por el papel que hace el fallecido Joker. Un papel excesivo, atrapante y desconcertante. Sólo Ledger sabrá como lo preparó, como se obsesionó y consiguió captar la esencia de la locura que demuestra en dicho papel. Impresiona en cada fotograma en que aparece, asusta y atrae a partes iguales. Más de un mes encerrado en una habitación preparándolo, para llegar al Oscar póstumo más justo que jamás se ha otorgado. Un clásico moderno.

Al que le gusta el buen cine, y reir, seguro que conoce esta película. Posiblemente la mejor comedia absurda de la historia, destila clasicismo y sonrisas en cada fotograma. Con un inmejorable Wilder, con una fotografía impresionante, y una ambientación más que soberbia, te hará reir una y otra vez cuando la veas. Una cinta que no pasa de moda, que no envejece, y que mejora a cada revisión que realizas de ella. Imprescindible.

Denostada y olvidada, "Todo lo demás" es la mejor muestra del cine de Allen. Con el toque justo de comedia, filosofa sobre la vida como sólo Allen sabe hacer. Inmenso en los diálogos, en los planos, y en un guión a su más fiel estilo. Junto con "Desmontando a Harry" y "Si la cosa funciona", son las más destacadas del último tramo de la filmografía del maestro, que nunca decepciona. Si te gustan los diálogos hirientes, las situaciones realistas, y echar una carcajada a la salud del maestro, ésta es tu película.

Una demostración más del genio, del mejor psicoanalista que jamás ha existido y existirá. Cada diálogo destila verdades como puños, y nos muestran el sinsentido de esta extraña vida. Y como bien dice, y sin tomarse mucho en serio a si mismo, hay que disfrutar cada migaja de felicidad que la vida nos pone en el camino, porque nunca sabes cuando va a llegar el siguiente traspie. Puro Nueva York, puro enredo sentimental, pura filosifía de vida, puro Allen, que ha vuelto, y para quedarse.