El rastro de lo evocador de la hermosura de los protagonistas deja una una percepción de belleza general de la obra que conmueve.
conmueve la imperturbabilidad de los protagonistas que en sus secretos enamoran, confunden, fascinan, conmueve la exquisitez de la fotografía, el dolor de la intrahistoria, la magia de las sugerencias del protagonista masculino, la impresionante descripción de la marsellesa, todo un conjunto de planos que dejan una buena sensación de cine bien contado.

Todo un acierto hilar las tres situaciones con la entrevista de José Mujica, que, de por si, ya es una 4ª mirada privilegiada y siempre enriquecedora. Un documental que debería ser proyectado en centros educativos, en universidades, o sugerido a los más jóvenes, no solo para que amplíen su forma de entender "lo otro" y "al otro" sino para que disfruten de una elocuente y artística forma de narrarlo tanto en imágenes como en conceptos.
Marcelino

Una película que serena cualquier agitación con la que hayas entrado al cine, trayéndote al presente y llevándote a considerar el valor impagable de las pequeñas cosas, de lo simple, de lo mínimo, como la sustancia necesaria para aprender, para sonreír, para comprender y seguir, como lo único importante que ofrece cada día que se deja mirar y que te mira

Para quienes, por diversas razones, no solemos acudir al teatro, esta es una fantástica ocasión para deleitarse de un registro teatral francamente bueno, además para dejarse impregnar por las poéticas escenas de blanco y negro que atraviesan la película en todo su recorrido. Lo demás es simplemente una pelíicula

Cuadro donde laten oscuras y tortuosas relaciones en toda una comunidad, situación que se digiere por lo novelesco de la historia. Manifiesta una exhibición exageradamente visceral con algunas frases (más que diálogos) interesantes. Realmente magistral la interpretación de Brendan Glesson, por el que merece ver la película más de una vez.