Como cliente de Movistar TV, he tenido la posibilidad de poder ver esta serie antes que la mayoría, ya que, por lo que tengo entendido, no será estrenada hasta otoño de 2014 por TVE, donde estoy convencido de que la acogida será buena.
Y es que, aunque muchos opinamos que el nivel de las series españolas está a años luz de las de otros países, de vez en cuando aparecen productos de calidad que perfectamente pueden competir con las extranjeras. Y éste es uno de esos casos.
Aunque soy más dado a ver series estilo HBO, me llamó la atención la aparición de esta mini serie basada en el personaje de las novelas de Jerónimo Tristante, del cual me he leído alguna, y me parecen muy recomendables.
En mi opinión, creo que la adaptación es buena, tomando algunas licencias, claro está, con unas actuaciones aceptables (pero no brillantes) y bastante capacidad para enganchar.
Sin duda, el punto fuerte de la serie se encuentra en la trama, pese a no ser nada rompedor, pues encontramos a un súper detective/policía adelantado a su época, que en cada episodio es capaz de resolver algún que otro misterio menor, mientras se desarrolla una historia más importante de fondo. La estructura de la serie es del mismo estilo que muchas series británicas: pocos capítulos (6 en este caso) de hora y pico de duración cada uno. Vamos, casi como pequeñas películas.
A todo esto se le suman las típicas historias de amor/desamor entre personajes, así como una visión crítica de la sociedad de la época (finales del siglo XIX) y ya tenemos el cóctel que, bien agitado, representa en esencia ésta serie.
Dicho ésto, Víctor Ros me ha parecido una buena serie, disfrutable por un amplio rango de público, aunque con algunos altibajos, especialmente cuando irrumpe el tema de los amoríos, pero capaz de clavarte a la pantalla en algunos momentos, y desear ver el siguiente episodio para saber que ha pasado con uno u otro personaje. Por contra, quizás algunos personajes adolecen de cierta falta de carisma, pero en mi opinión el nivel general es notable, y la caracterización de la época, bastante buena.
En fin, serie recomendable, con intriga, amor y otros ingredientes que la destacan de la inmensa mayoría de las series españolas. Ahora bien, aunque las comparaciones son odiosas, el parecido con Sherlock es muy evidente, y en este caso, la genial serie británica gana por goleada.

Felicidad. Eso es lo que he sentido en cada segundo de metraje de "El Hobbit".
Al fin se ha estrenado la primera de las tres películas que formarán la trilogía que adapta, el que fue, seguramente, el libro de mi infancia.
Sé que no es perfecta, la apuesta es arriesgada y los más puristas se quejarán de nuevas tramas secundarias que acompañan a las conocidas por todos los lectores.
Pero, como bien se dice en la propia película, "Toda gran historia merece ser adornada". Y ésta es una grandísima historia.

Pues sí, leo las otras críticas y no me sorprende, parece ser que a todo el mundo le ha parecido la más floja de las 3 temporadas.
Sin embargo, no veo que haya una gran diferencia entre las 3 en realidad. La primera, "Sangre y arena" era la presentación del personaje, y sin duda tenía una serie de puntos a favor muy positivos: el fallecido actor, el genial John Hannah como Batiatus y muchas peleas en la arena. Además, por supuesto, del factor sorpresa con el que cuenta cada nueva serie y que aquí sorprendió al personal.
La precuela, "Dioses de la arena", una excusa para ver si Andy se recuperaba: no estaba mal, ofrecía más de lo mismo centrándose en algunos personajes más secundarios en la historia principal. Muy para fans. La historia se hizo algo más telenovelesca pero a cambio conocíamos a un personaje a la postre fundamental: el campeón "Gannicus".
Ahora volvemos a la historia principal con "Venganza" y sí, es cierto que ahora Spartacus es Liam McIntyre, el cual poco a poco demuestra estar a la altura (aunque para gustos los colores), y aparecen nuevos personajes, algunos de ellos muy interesantes, aunque la gran mayoría son puro relleno sin demasiada importancia. Es cierto que la serie se vuelve más comedida, dentro de su habitual brutalidad y gusto por la sangre y el sexo, y que se echan de menos las peleas en la arena, pero es que es necesario para que la historia evolucione.
El estilo permanece bastante intacto, y los capítulos se hacen realmente emocionantes, siempre con un increíble clímax final que te obliga a ver el siguiente, y desde luego, el capítulo de cierre no tiene desperdicio alguno.

La película de la que os hablaré hoy la conocéis todos. Sin embargo, pocos la han visto realmente, aunque casi todos conozcamos la ya mítica escena final, que por demasiado conocida, no será la que os deje por aquí.
Full Monty es una película inglesa estrenada en el año 1997 que fue aclamada por la crítica por su frescura, buen rollo y guión inteligente y original.
El trasfondo de la película es el paro y las situaciones desoladoras que este puede provocar. Este tema, que en otras películas toma dimensiones de tragedia, aquí queda completamente edulcorado con buenas dosis de humor que hacen disfrutar al espectador, lo que unido a la corta duración del film, provoca que el rato que dura la película se pase volando. Para mi es todo un ejemplo de drama disfrazado de comedia, y quizás fuera eso lo que provocó el gran éxito que tuvo en su día.
Además, me gusta especialmente cómo los personajes, a los cuales solo conocemos superficialmente, muestran sus miedos (sus cuerpos imperfectos, sus temores adolescentes...), con lo cual cada persona que vea la película se verá reflejado en alguno de nuestros queridos aspirantes a strippers.
Sin duda, una muy buena elección si queréis pasar un buen rato con una película fácil de ver y disfrutar, en menos de hora y media.

Se llama los 3 mosqueteros, pero perfectamente podía haberse llamado de otra forma.
Estamos ante una buena película de aventuras, para pasar un buen rato, con un montón de escenas impresionantes de acción( en 3D, cómo no), zeppelines gigantes y máquinas de guerra que intuyo que no tienen nada que ver con la historia original.
Muy buen reparto, con una buena remesa de secundarios de auténtico lujo, aunque ninguno de ellos hace del suyo un personaje memorable. Desde mi punto de vista, Milla Jovovich y Orlando Bloom, demasiado sobreactuados; sin embargo, sí me ha convencido el galardonado Cristoph Waltz haciendo del famoso cardenal francés.
En cuanto a los protagonistas, los 3 mosqueteros quedan en un segundo plano "eclipsados" por un jovencísimo D'Artagnan que supongo que arrancará más de un suspiro entre las adolescentes que vean la película.
A fin de cuentas, una película que no pasará a la historia, pero perfecta para una tarde aburrida sin nada mejor que hacer.
A destacar el principio, donde se nos pone en situación y se presenta a los mosqueteros de forma bastante impresionante, y por qué no, efectiva, gracias también en parte a una buena banda sonora cuyo nivel no decae a lo largo de la película.