He estado en el preestreno de esta película en la Academia de Cine, con presencia de buena parte del elenco, que han afirmado en la presentación que se trata de una comedia, sin pretensiones, para causar carcajadas.
Las malas señales han comenzado antes de apagarse los focos, cuando el actor Saturnino García, un señor de edad avanzada, ha comentado que estaba muy contento de haber participado en una película que parecía gustar a la gente joven......pero que a él no le gustaba. Gluppsss.
Y es que, sí, en efecto es una película sin pretensiones, pero incluidas las de hacer reir. He escuchado a lo sumo tres o cuatro veces reirse a otras tantas personas durante la proyección, asi que cosa mía del todo no es.
¿Qué crítica hacer? Me resulta imposible escribir algo coherente acerca de algo tan incoherente. Por no hablar de la flojedad (generoso adjetivo) de guión, dirección, interpretaciones, música........La verdad, todavía estoy perplejo y malhumorado del trago pasado y por el tiempo perdido.
Obviamente no me he quedado al coloquio, porque el umbral de despropósitos ya lo tenía colmado, aparte que tampoco era plan soltar una fresca ahí en público: no me ha gustado, pues me quito de enmedio.
Mi comentario a mi acompañante una vez en la calle: si esto es cine, Torrente debería tener quince Oscars. Pues sí, o más, y quizá varios César, Bafta y, por qué no, el premio Nobel.

El misterio de las actividades y pasado del personaje del tío Pedro-Coronado es el más obvio. Pero eso es lo de menos. Los hay peores; veamos.
El misterio de que hayan siquiera llegado a hablarse, no digamos ya a emparejarse, una chica como Juana, educada, centrada y responsable con un tarambana vicioso, maleducado, inoportuno y soez como el camionero Fito.
El misterio de que estando como están, se permitan una cuidadora para el niño que parece de guardia 24 horas, incluso cuando hay disponibilidad de madre, padre, tío, para estar con el hijo.
El misterio de que la cuidadora descubra pasaportes falsos y trapisondas en el maletín del tío y no emprenda ninguna acción al respecto. Salvo darle un beso sin venir a cuento al final.
El misterio por el que el hierático tío Pedro, a pesar de simpatizar con el sobrino y cuidarse amable y estoicamente de las infinitas imbecilidades de su hermano sin decir ni mú….. de repente se vuelve loco, se enamora de la cuñada, quiere mandar al hermano a paseo, al niño……..
En fin….el misterio de cómo después de rodar la impactante y tensa Caja 507, se desciende a segunda división o regional con esta película tan gris, tan gris, tan gris….tan gris.

Titulares: a mí me gusta esta película, el tema es interesante, los actores lo hacen bien, todo fluye de primera de principio a fin y tiene el ritmo y duración adecuados. Todo lo demás que pueda decir a continuación hasta sobra: es para deleite de oídos propios y, si es también de alguno ajeno, mejor que mejor.

En mi opinión, el argumento nos está trasladando algo parecido a esto:
- El grande suele ser el que gana, pero tiene que saber cómo hacerlo.
- Al pequeño, lo mejor que le puede pasar, es sentir que de alguna manera ha salido triunfante, aunque sólo sea gracias a la ladina astucia del grande y sus intereses.
- La soberbia como pauta de conducta, no suele llevar a nada bueno. O también: si vas a ser un cabezón de campeonato, que al menos sea con un argumento razonado, no por pura y simple soberbia.

Sin tanto rodeo: el ciudadano de a pie D. Rodrigo (Paco M.Soria), cabezón (pero argumentado) se sale con la suya, gracias a que el astuto Marqués (Guillermo Marín) se sale con la SUYA (que es de mayor magnitud), y todo a costa del Director de banco encarnado por Tomás Blanco, el cabezón cuyas decisiones están fatalmente guiadas por la soberbia.
En fin, como la vida misma.

Muy buenas interpretaciones de todo el elenco. Citaría por supuesto a Paco M.Soria quien, en su papel del tenaz Don Rodrigo, se nos presenta aquí alejado del rol de sencillo hombre campestre confrontado a los desquicios de la vida urbana. En realidad, interpreta a un urbanita que ni siquiera tolera la breve incursión al campo que supone la cacería. Y también muy bien Tomás Blanco, estupendo como el director al que la soberbia le ciega poder ver que los movimientos del Marqués y D.Rodrigo le podrían buscar la ruina.

La película tiene una narrativa ágil, entretenida, y con algunos golpes cómicos muy eficaces:
- El chiste del catapum, en sus dos escenas.
- La discusión sobre las 257 pesetas en plena cacería, a cargo de D.Rodrigo, el director y el abogado (Valeriano Andrés) genial.
- El brusco cambio de actitud del empleado del banco (Alfonso del Real), caja de puros en mano, cuando recibe órdenes de arriba de dejar de agasajar a D. Rodrigo.
- Y varios más que no recuerdo, que ya hace tiempo que no reviso la película.

El consejo que nadie me ha pedido: cierto es que la película es muy de su época, una época que nos puede parecer ahora rancia y anacrónica; cierto que está trufada de todos los tics del momento, con su tufillo a farsa a la española…..pero creo que es una pena que prejuicios de ese estilo impidan disfrutar de un buen rato de cine inteligente entretenido.

Reconozco que voy predispuesto favorablemente hacia todo aquello en que salga Javier Gutiérrez, así que me puse a ver la película con ganas.
Pero, la verdad, se me fueron quitando poco a poco, a causa de la suma de demasiadas pequeñas cosillas:

1- La premiosidad, aridez y lentitud general de las escenas. Seguro que la intención es generar inquietud en el espectador, y en mi caso lo consiguió, pero una vez logrado, seguía y seguía sin pasar a otra situación y.....se transforma en aburrimiento.
2- Los diálogos en voz queda y susurrada cuando: a) es de día y no van a despertar a nadie b) están solos en leguas; nadie a quien molestar ni que pueda fisgonear.
Me hartaré de decir que no hace falta homenajear en el 100% de las películas la dicción de La Venganza de Don Mendo pero, cooooo....oorrrcho, ¡¡que no nos enteramos de nada!! ¿Tan difícil es?
3- Guión sin sorpresas: me fue fácil anticipar los pequeños giros que iban ocurriendo.
4.- El personaje de la mujer se queda a medias; se apuntan en él oscuridades interesantes en las que quizá hubiera valido la pena ahondar.
5.- Por una vez, Javier Gutiérrez me parece poco convincente, quedándose en tierra de nadie. Y la actuación de la hija, sosilla, sosilla, sosillaaaaa..........

Pero bueno, la fotografía y las localizaciones están más que bien, y la película se deja ver como un modesto thriller, angustioso, pero bajito de pulsaciones.

Sí.
Sobre todo si para colmo, uno ha sido preparado de antemano para lo que no es:
- La propaganda previa anunciando la sensacional aparición de un no-actor que lo petaba. Creo que fue en el Hormiguero.
- La temática siempre atractiva de película de timos y timadores.
- La presencia de Luis Tosar.
Pues aaa-ten-ción!! : nada funciona bien.
El guión va a trompicones, atropellándose a sí mismo, y a veces sin saber hacia donde.
Los actores no profesionales, fatal. Joaquín me ponía nervioso, no solo por no vocalizar, por todo él en sí. La madre me enternecía pero me aburría repitiendo siempre lo mismo, y el señor bajito fan de Leño, plano y sin ninguna chispa.
Luis Tosar en medio de no se sabe qué, salva los muebles porque es él. Aunque para lo que da de sí el papel, podría haber actuado cualquiera sin gran impacto. Según él, se lo pasó bomba en el rodaje, pero confío que no rechazara ningún jugoso papel (artísticamente hablando) por hacer este.
Y Zahera supongo que sale porque está "on-fire" y tiene que salir en casi todo, eso sí, haciendo de sí mismo. Pues vale.
Podría ser que me hubiera afectado el prejuicio de que Daniel Guzmán nunca ha sido santo de mi devoción: pues resulta que su actuación me ha gustado, así que creo que por ahí no. .
Asi que en global.....pues no compro. Será la edad que no perdona, pero teniendo en mi haber varias películas de timos y timadores que me parecen mucho mejores.....pues bastante que esta la logré ver entera y del tirón en el plus, con el mando tentadoramente a mi lado para pasar a otra cosa.
Como reconozco que me reí brevemente tres o cuatro veces, pues le pongo un 4 que, a fin de cuentas, significa regular en filmaffinity.