Está película me gusta mucho en su concepto de dirección, esta dirigida con pulso narrativo con calidad en cada plano ,y demuestra que Dani De La Torre es un director a seguir, pero en su conjunto la historia deja mucho que desear, a pesar de eso es un film muy recomendable por su lujosa estética visual, imitando los mejores films que abarcan este genero y ver Barcelona en los años 20 tan bien recreados vale la pena.

The Place arranca con original planteamiento, ofreciendo dilemas contra deseos y debo reconocer que me mantiene durante la mayos parte de la película intrigado e interesado por el devenir de la historia, mejor dicho historias, que transcurren entrecruzadas ante el espectador, pero no obstante es en el desenlace donde el film para mi gusto no termina de rematar la faena.

Debo reconocer que no tenía apenas referencias de la película, y ha sido una mucho mejor para su visionado , creo que muestra el tema de los malos tratos como ninguna y además lo hace casi desde el terreno del terror, el film arranca con las escenas de juzgado tratando el divorcio y a medida que avanza la historia la tensión se palpa en una atmósfera perfectamente retratada por el director, los actores están espléndidos y la última parte del film está francamente bien, lo dicho una grata sorpresa.

Camino a la perdición es un film de gàngsters a la vieja usanza con todos los elementos del cine moderno y con un estilo visual que muy pocos films tienen, posiblemente sea valorada todavía más a medida que pasa el tiempo, por ser una película de cine negro clásico y por su valentía visual por tener una sensibilidad especial en cada plano, la película tiene una gran banda sonora de Thomas Newman. Una obra muy importante.

Realista película sobre muchas de las cosas que preocupan a la gente, el éxito, el dinero, el estatus social, el ser reconocido por los demás, y si, la envidia, sazonado con la supuesta crisis de los 50, la película tiene su ritmo pausado sin estridencias ni momentos altos ni bajos, simplemente es una reflexión,espléndida porque muchas veces nos olvidamos de lo mucho que tenemos anhelando lo que no tenemos