"4 estrellas" es una serie que engaña. Bajo la apariencia inicial, uno descubre que hay varias líneas argumentales que, de forma sutil, se desarrollan internamente.
En principio, parece una serie costumbrista sobre una familia que hereda un hotel en un pequeño pueblo tras la muerte del dueño, que además de ser un padre infiel luego nos enteramos de que no ha muerto. Parece un argumento peregrino, pero en España hace falta poco para hacer una serie, y si no recordad aquella sobre Alfredo Landa como dueño de una gasolinera.
Más tarde, uno se da cuenta de que trata el tema de la endogamia y la hipocresía del matrimonio burgués. En este pueblo todo el mundo se acuesta con alguien que, o bien no es su pareja, o bien es un pariente cercano. Los que veíamos "Los Serrano" ya sabemos que las familias ficticias de Resines tienden al incesto.
Pero por debajo de todo esto, el verdadero tema del que trata la serie es el despoblamiento rural. Aquí no paran de irse personajes a otros lugares. De repente, después de 40 años viviendo en el pueblo, un día sucede algo y lo abandonan todo para irse a Madrid, a Nueva York o a recorrer el mundo con un novio al que se acaba de conocer en persona.
Así pues, esto va de la España vacía(da) y no nos habíamos dado cuenta.

Sociedades medievales en películas futuristas: un concepto exitoso que, personalmente, me cuesta digerir. Sin embargo, creo que podríamos hacer un análisis profundo para comprender de dónde viene el éxito de la formula:

- Por un lado, el ser humano tiene una tendencia natural al pensamiento mágico, y una atracción hacia conceptos como los códigos de honor, la predestinación, o la intervención divina. Todos estos ingredientes combinan bien con un ambiente medieval, que además favorece mucho para crear historias donde se cumplan las normas del "periplo del héroe" (una llamada a la aventura, un rechazo inicial, un aprendizaje, una comprensión del propósito, una vuelta...).

- El cine de ciencia-ficción es, por definición propia, espectáculo. Sensaciones fuertes, acción, truculencia, efectos especiales.

Dicho lo cual, Dune es una película insustancial. Tremendamente insustancial. Pero cumple todas las normas necesarias para ser un éxito.

Cortometraje publicitario construido a partir de la recreación de algunas de las escenas más famosas de varias películas de Stanley Kubrick (El resplandor, La naranja mecánica, Eyes wide shut, 2001: Una odisea del espacio y Barry Lyndon). El resultado es bueno, pero nos habría encantado saber cómo habrían recreado La Chaqueta Metálica.

Desde hace medio siglo, cada Nochevieja se emite en Alemania este cortometraje, tradición que también ha ido arraigando en Dinamarca, Suecia, Finlandia, Noruega y Austria. Curiosamente, a pesar de que está escrita por el británico Lauri Wylie y que se emite en inglés, en su país de origen es prácticamente desconocido.
El cortometraje basa su fuerza humorística en el papel del mayordomo, interpretado magistralmente por Freddie Frinton, que va cayendo en los efluvios etílicos hasta el gag final.

Videoclip sencillo para una de las muchas canciones imperecederas de Nino Bravo. Viéndolo, es lógico pensar que se grabó en muy poco tiempo, en un paseo ajardinado, en diferentes tomas en las que Nino comparte escena con mujeres de diferentes edades. ¿Por qué entonces el 7? Porque contiene una de las escenas más maravillosas de la videoteca musical española: la de una chica paseando a Nino en cochecito de bebé.