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Críticas de Smarty_Death
Críticas 2
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
5
24 de octubre de 2021
6 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia es sencilla: tras el suicidio de su hermano una abogada se persona en una demanda contra el casino al que su hermano debía una suma considerable de dinero. Podría haber sido una gran serie, no es que la historia en sí misma sea algo novedoso, pero con el tratamiento adecuado y sin tener que acudir a un presupuesto desmesurado, teniendo un elenco de actores solventes y como protagonista a la mencionada actriz: ¿qué podía salir mal? Pues prácticamente todo. Un guion endeble con muchas fisuras e incoherente por inverosímil y carente de puntos firmes de apoyo, unos diálogos rayanos en lo absurdo, un personaje principal que se supone que es una vieja gloria de la adjudicatura madrileña y como letrada comete errores de pasante de primer año un tanto naif, finalizando por una representación del sistema judicial que es una autentica parodia (esto último todavía no sé si es por una falta absoluta de conocimiento sobre los entresijos del mismo o por una licencia sarcástica sobre un sistema judicial viciado; no me termina de quedar claro).

Maribel Verdú es una actriz que siempre me ha encantado en todos los papeles interpretados, fueran estos de mayor o menor envergadura. No obstante, pese a tener un personaje que podía haber dado mucho juego, cortesía de una buena dirección y un guion sólido, me da la sensación que desde el principio fue consciente de este hecho y no ha estado cómoda en su interpretación y, eso, se nota, porque a lo largo de los 6 capítulos es harto complicado empatizar con la protagonista y no es por el carácter de este personaje precisamente, aunque eso también lo pone fácil.

Solo subrayar que la serie se salva gracias a un trabajo más que competente de Israel Elejalde (ultimamente en boga por su aparición en Vidas paralelas, de Pedrp Almodóvar), Luis Bermejo, Natalia Verbeque y Víctor Clavijo, así como al solvente elenco de secundarios, unos más conocidos que otros. Solo y únicamente por esta razón se justifica el aprobado en esta serie.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Smarty_Death
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3
2 de abril de 2021
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
A colación del Goya al mejor actor a Mario Casas este año por su papel en “No matarás”, me fijé como propósito ver su filmografía de los últimos años, ardua tarea he de confesar, con el fin de ver el film con una visión no sesgada y libre de prejuicios. Para ello, me he remontado al 2016 desde “Contratiempo”, una película que pasó sin pena ni gloria, pero que es realmente entretenida a pesar de que la categoría de cine negro no es precisamente el punto fuerte del cine en España o, al menos, no con la profesionalidad acreditada de otros países que brillan más en este género, y en la que Mario Casas sigue haciendo de Mario Casas, es decir, el mismo tono monocorde, dicción regulera y pocos matices interpretativos.

Siguió a esta, “El fotógrafo de Mauthhausen”, aquí tiró de físico perdiendo mucho peso para dotar de credibilidad al personaje interpretado y mejoró en dicción. Le doy un plus porque se atrevió a dar más registro facial a su ya de por sí mermado abanico gestual. Añado la serie Instinto – sí, he visto esta serie- y él, precisamente, no sale bien parado y eso que toda la serie recae sobre su personaje; eso sí, su hermano lo borda y lo fagocita interpretativamente hablando.

Prosigo con “el Practicante”, en esta película vuelve a pretender hacer un Christian Bale y pierde peso, la dicción mejora levemente el paso, ya agigantado, que dio con el Fotógrafo y, al igual que en la anterior, digamos que sale airoso debido a que su exigua expresión facial es acorde para dar una pulsión obsesiva, rayando en la psicopatía, al personaje que interpreta. Digamos que no sale malparado.

También he visto “Hogar”, en la que interpreta un personaje discreto, plano y sin muchos matices, y donde es claramente Javier Gutiérrez quien vuelve a sobrecogernos con un papel muy similar al que nos mostró en “El autor”. Llegados a este punto alguien puede pensar que tengo una naturaleza innata a autoimponerme torturas, a priori, desmedidas, puede ser, pero soy de las que pienso que se deben ver/leer las obras para luego, juzgarlas con propiedad.

Y hete aquí donde, anoche mismo, recalo en la película que menciono al comienzo de este post y de la que no reproduciré su título, para evitar que caigáis en la tentación de verla.
Alabo la valentía de Mario Casas por querer alejarse de su perfil de “cachitas picaflor” de sus primeras películas, también aprecio su esfuerzo por mejorar y permitirnos que le entendamos en una película e incluso agradezco que físicamente se moldee para construir y dar credibilidad a un personaje, pues esto es lo que se espera de un actor, pero este, sinceramente, es un Goya de saldo puesto que debido a la pandemia y la escasez de producciones patrias el elenco de actores con los que competía era realmente exiguo.
El guion está hecho a tres bandas, yo creo que lo escribieron de “cerves”, porque es insustancial y previsible, y ya no digamos nada del encuadre. Toda la película está rodada en un primer plano incomodísimo, tipo “dogma”; dirán los bregados en la materia que, para dotar a la película de un pretendido, y no lo logrado desde mi humilde punto de vista, clímax claustrofóbico y opresivo por la “trama” que se nos plantea. El señorito Mario dice en total 40 frases con la misma cara que su personaje en “Fuga de cerebros “, repite incluso corte de pelo, y durante más de la mitad de la película solo se le enfoca la nuca. Si lo que pretendía el director era enfatizar el pulso narrativo dramático a través de los ojos del protagonista, el efecto está totalmente malogrado.
En fin, que al margen de que sea un valor seguro para vender una película, dada la horda de seguidoras que alaban a este actor, este galardón me parece un demérito hacia el resto de intérpretes de su generación que destacan por una solvencia interpretativa más que notable, véase: Raúl Arévalo, Quim Gutiérrez, David Verdaguer, Javier Pereira o Adrián Lastra, entre otros, que lamentablemente carecen del mismo respaldo por parte de la industria del cine. Jolines, es más, hasta Miguel Ángel Silvestre, en “30 monedas”, es capaz de darle estopa, no digo más.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Smarty_Death
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