Pocas son las películas que he visto donde gire la trama principal sobre la tradición de un país y que sea llevado en un cúmulo de imágenes en gran parte del metraje. Pues bien, Coco puede presumir de ello y con creces, ya que se palpa en cada escena todo lo que una gran mayoría de familias mexicanas acostumbran a hacer en Día de muertos.
Por generaciones se ha transmitido todo lo que en esencia se habla en la cinta, ya que varía mucho en celebraciones e ideas en cada zona de México.
Hablando del film, pongo más pros que contras, sobre todo porque se nota que sí invirtieron mucho tiempo y esfuerzo para conocer a fondo todo sobre dichas festividades realizando un guión bastante sobrio, a ratos cansado, pero de enorme emotividad y respeto.
El escenario del pueblo con todo y sus personajes ya no es tan común encontrar en el país debido a la modernidad, pero de que existen eso en innegable, y es aquí de donde se agarraron los creadores para inspirar toda la película llevándolo hasta cierto punto hasta el extremo como son las clásicas ofrendas y la música. Donde dicho sea de paso al principio las letras de las canciones se me hicieron demasiadas simples y sin corazón, pero a medida que avanza el film toman una espectacular fuerza.
La técnica de la animación es sublime conjugando lo colorido de las fiestas y alebrijes con la fantasía de una tierra más allá de la vida.
Aunque no sean memorables los principales personajes, sí se le acompañan sin chistar en su recorrido, donde se pueden encontrar muchas celebridades del cine y el arte mexicano.
En fin, medianamente espectacular en su ritmo pero de brillante factura en contenido, hace muy recomendable éste título en la filmografía de Disney-Pixar, que fiel a su costumbre basándose en los sentimientos( ya sea de los juguetes,de los coches,de los mismos sentimientos, en este caso de los muertos) espero sea del gusto no sólo de los mexicanos, sino del resto del mundo.

No hay nada que agregar a una película que se basa en una banda sonora al compás de una edición puntual para dar uno que otro susto y llevar hasta el final esa única intención.
Hablar de una dirección correcta es demasiado cuando no hay hilaridad en el guión, y si es un poco defendible su labor es por las aceptables actuaciones de las dos niñas protagonistas. Pero no hay un esfuerzo más allá que la de cumplir con su trabajo.
Afortunadamente es poca la duración del film que entre escenas mil veces ya antes vistas en cuanto a su modo y forma, logra por lo menos no calificarla como mala.
Seguramente habrá más cintas relacionadas con El conjuro, y sinceramente siento que con tantas diferencias entre cada una de ellas, así la primera sea un muy buen punto de partida, haya una a la que se le pueda agregar algo nuevo.

Las películas que juguetean con el tiempo por lo regular resultan un arma de dos filos. Cuando no se ajustan las propias reglas de la coherencia, si es que puede existir en estos casos, lo que uno ve como espectador es una obra sin pies ni cabeza. Pero cuando se tiene como base una idea genial, la cosa cambia drásticamente para bien.
Por eso hay cintas memorables, muchas como para mencionarlas todas que, curiosamente, con el paso del tiempo serán inspiración para futuras generaciones dentro de la cinematografía, y el disfrute de mucha gente.
Así pues, Looper, es un film bastante bueno por que en él podemos encontrar bastantes referencias a otros títulos de ciencia ficción, pero no por copiar, sino por que la idea en sí por mucho que se le busque no es original, aunque es justificable cada escena sin importar el parecido a otras historias ya vistas en el cine.
El guón, escrito por el mismo director, es el cimiento más fuerte de la película, haciéndo a uno complice desde la butaca en la trama para que se disfrute del espectáculo.
Las actuaciones son correctas y los demás elementos técnicos están en su punto, ni más, ni menos.
La recómiendo ampliamente. En primera, si gustan de los desbarajustes en el tiempo que puede ocasionar tal o cual acción y se deben evitar para no armar un caos. Y en segunda, por que la última parte que dura unos 40 minutos están en su máxima expresión.

La inmoralidad ha existido por generaciones. En cada época se ha manifestado de diferentes formas y sus practicantes han sido innumerables. Y lo que resulta a estas alturas del milenio con tanta tecnología, tanto dinero de por medio y tanta libertad a la sexualidad (al menos ya es muy dificìl encontrarse a gente mojigata, que las hay) es más sencillo empaparse en un inmenso mar de temas relacionados al sexo.
Y lo que en esta película vemos es sólo un personaje adicto al sexo, a la pornografía y a la masturbación. Como lo hay personas que lo son al trabajo, o a las drogas o al alcohol o...
No se mide y por ello lo hace diferente, pero no por ello es un monstruo. Brandon, el personaje central, no viola, ni practica el sexo fuera de lo común. Paga muchas veces por ello, claro, pero es en sí por que tiene aberración a una relaciòn estable.
Todo lo anterior hace que este filme de Mcqueen, sea realmente bueno, ya que basa todo los valores en un tipo que cualquiera se pudiera encontrar en la calle y jamás imaginarse que tiene semejantes hábitos tan incontrolables.
La trama es genial por que lleva a dos hermanos al límite, y aunque hay acciones que les traen consigo problemas en ocasiones, seguirán siendo los mismos por siempre, a final de cuentas nadie es perfecto.
Las actuaciones de los dos actores protagonistas son magistrales, el guión interesantísimo, la dirección formidable, y el tema muy actual. No se puede pedir más.
Para terminar, quiero mencionar que las escena donde los hermanos estan frente al monitor en la sala, es lo mejor que he visto en meses.

La crítica debería llamarse: El empeño de Arturo. Y es que el señor insiste en querer retratar una sociedad mexicana de un nivel económico medio a bajo. Algo que es respetable, siempre y cuando lo haga como debe ser, sin parafernalias que rodeen el argumento dando como resultado final una película muy lejana a la realidad.
Pero el título fue otro, en gran medida por que dejando al lado ciertas extravagancias que ha manejado en muchas de sus cintas como un lenguaje pseudo-popular con palabras anacrónicas y nada encajables a la conversación; el mostrar a sus actores con presencias aclichadas para sus personajes; el recrear atmósferas de pobreza o semejantes dándolas por hecho que así se vive; dejando muy, pero muy de lado todo ello,me gustan sus pelis.
Sí, y es que en este caso, Las razones del corazón, tiene a su favor un historia muy buena, que sin lugar a dudas maneja un tema universal como lo es el desamor.
Y goza de muchas facultades a favor, como una fotografía muy ad-hoc basada en la desesperación y la desesperanza,o las actuaciones que están en su punto secundando bien a una Arcelia Ramírez que luce bien, o el guión de Paz Alicia, aún sin que me guste del todo su poco conocimiento del vocabulario popular es innegable su habilidad para transportar la novela de Gustave Flaubert a un país muy distante al original con un ligero toque de humor, pero sobre todo a la mano muy segura de Arturo Ripstein, quien hace una obra muy agradable para pasar un rato a gusto, con todo y su visión falsa del México clasemediero.