Hace unos pocos años Disney Original inició la reinvención de sus "mini" películas no animadas (en el sentido de que aquellas se hacen únicamente con el presupuesto que la gran compañía le destina a su canal de Tv) con el lanzamiento de "Descendientes", metiéndose de lleno a la literatura fantástica y ficticia, pero no animada. Recordemos que en la época de gloria del canal, Disney Original se dedicó a hacer películas no animadas del género realista, o sea que sus historias transcurrían en el mundo real: Hanna Montana la Película, Zack y Cody la Película, Camp Rock, Whitney Brown, Lemonade Moud, Cloud Nine.

El rotundo éxito de Descendientes llevó al canal a apresurarse a lanzar "Descendientes 2". Ya saben la frase: "el cochino dinero". Pues bien, el resultado del afán llevó a que Descendientes 2 se convirtiera en el cliché más cliché de las segundas partes: que suelen ser malas. De hecho, esa frase fue dicha al final de la película "Un chiflado encantador". Dicho y hecho. La narrativa de Descendientes 2 contradijo vergonzosamente la narrativa de la primera parte, especialmente por la actitud de la protagonista, Mal; a una actriz tan buena como lo es Shina Ann McKlein le dieron unos diálogos tan intrascendentes y sosos para interpretar a Uma, haciendo que la película nunca tuviera uno de los elementos claves para crear una buena historia de héroes: un buen villano; puso en completo ridículo al protagonista (Ben); etc, etc, etc.

A pesar de semejante ridículo, el canal se enmendó estrenando al año siguiente "Zombies", continuando con su incursión en el género fantástico. La película fue excelente, a la altura de Descendientes 1, y a mí personalmente me gustó más. Siendo así, cuando anunciaron la segunda parte al poco tiempo, me preocupó que fuera el mismo caso de Descendientes 2: "el cochino dinero". Pero sorprendentemente Disney Original no salió con ningún chorro de babas. Las tres críticas que mencioné más atrás sobre Descendientes 2, se aseguraron de no repetirlas: la protagonista, Adison, en lugar de cambiar de personalidad abruptamente, profundizó su evolución como personaje, abordando un concepto bastante avanzado: la identidad de grupo o colectiva; no quisieron introducir un nuevo villano creado a las carreras, sino que aprovecharon el carisma del villano original, Bucky, para explotarlo en la segunda parte, quien sin duda aprendió de sus errores en su pelea con el protagonista, Zed, siendo más maquiavélico y peligroso, especialmente porque lo incluyeron un acalorado debate político; a pesar del nuevo aire de Bucky, a Zed no lo ridiculizaron "dejándose secuestrar por piratas xD xD", sino que estuvo a la altura del antagonista. Pero lo más importante es que su conflicto surgió por intereses políticos (y egoístas) por parte de ambos, con lo cual muestran a un Zed no tan idealizado y no tan puro "que solo actúa por el bien común de los zombies", algo súper interesantísimo, y no muy propio de Disney. No comenzó por un simple "pulzo de vencidas xD xD".