Por fin Gunn nos trae lo que Ayer no logró, o no le dejaron; darnos una película del escuadrón suicida que haga honor al cómic y a estos personajes.

Para la causa trae de vuelta alguno de los personajes más carismáticos de la cinta de Ayer y los mezcla con un repertorio de personajes a cada cual más excéntrico y por qué no, carismático, y es que a los Rick Flag (fantástico Kinnaman) y la diva Harley Quinn (Margot Robbie como siempre impresionante) se unen un variopinto grupo de antiheroes, perdedores y parias encabezados por un más que solvente Idris Elba.

Imposible no enamorarse de la ratcatcher 2 de Daniela Melchior, reírse del Polka-Dot man de David Dastmalchian o disfrutar con la ignorancia y violencia de King Shark.

Preparaos para toneladas de sangre, gore y acción a raudales que hacen que este nuevo escuadrón suicida adelante por izquierda y derecha a su predecesora.

Todo un despiporre para disfrutar en pantalla grande.

Dentro de su extenso catálogo, Netflix trae en ocasiones pequeñas joyas que justifican por sí solas la cuota de esta plataforma de pago.
Tras la más que sobresaliente La maldición de Hill House, esta vez nos llega de tierras francesas "Marianne".
Hay que destacar que su director, Samuel Bodin, es alguien muy de la vieja escuela en lo que al terror se refiere y eso se nota en el cuidado y especial montaje de los ocho capítulos que componen la historia y a su vez en la dosificación del componente sustos de la misma. Plagada de guiños a Lovecraft, Poe y King y a su vez con referencias a ese terror con ligeros toques de humor de directores como Peele, Marianne hará las delicias de los amantes del género. Malsana y agobiante, la bruja hará que entres de lleno en su retorcido universo.

La premisa es simple. Una escritora famosa por sus relatos sobre la bruja Marianne, se da cuenta de que quizá esos relatos son más reales que fruto de su imaginación. Que un acontecimiento de su infancia que la marcó para siempre pudo ser la llave de entrada a esa bruja que parecía ser fruto de sus pesadillas.

Muy recomendable.

Es de agradecer que en los tiempos que corren, unos tiempos donde impera lo políticamente correcto y en donde la "Brigada de los Flanders" mira con lupa cualquier manifestación artística que pueda herir sensibilidades una productora de las más grandes de luz verde a un proyecto tan especial como es este Joker de Todd Phillips.

Es curioso como somos capaces de empatizar con ese niño huérfano que utiliza su inmensa fortuna y posición social para combatir el crimen y sin embargo no seamos capaces de ponernos en la piel de Arthur Fleck. Ese hombre convertido en un paria por una sociedad que le ha dado la espalda, que forma parte de ese grupo de marginados que incomodan a los de arriba y que resulta invisible a ojos del resto.

La sociedad como decía, es capaz de crear monstruos y así lo hace con Arthur. Su descenso a los infiernos de la locura son fruto del desamparo y la falta de comprensión, apego y empatía para la gente como él. De como un hombre gris que intenta ganarse la vida como payaso, con sueños de gran cómico pero que a su vez convive con una patología que le provoca una risa incontrolable es maltratado, vejado y humillado por una sociedad deshumanizada haciendo que finalmente de la espalda a ese sociedad y renazca como un psicópata.

Coge un poco de Taxi Driver y de El Rey de la comedia y súmale a un camaleón como el inconmensurable Joaquin Phoenix y tendrás esta Master piece como resultado. Pocos años ha habido un Oscar tan claro como el que debe ganar Phoenix. Si alucinasteis con su trabajo en la gran "The Master", aquí sencillamente vais a alucinar. Sus registros, sus gestos, bailes y muecas son cine con mayúsculas.

Phoenix no actua, da una auténtica lección de lo que es el oficio de actor. A diferencia del Joker de Nicholson que era un Arlequín psicópata o ese anarquista feroz con mensaje político que era el Joker de Ledger, Phoenix compone un Joker que no es más que un enfermo mental, alguien vulnerable al que el sistema conduce a esa transformación y que sin siquiera proponérselo creará una corriente de protesta social radical con sus actos.

El cambio de registro de Todd Phillips con Joker es espectacular. Deja la comedia y nos mete de lleno en esta malsana, cargada y políticamente incorrecto película que firmaría el mejor Scorsese. Una muestra impecable de que el cine basado en cómics puede ofrecer experiencias fabulosas.

Una fotografía sublime y una intimista BSO ponen la guinda a la que seguramente sea la mejor película del año.

Segunda parte o acto de la nueva versión de IT orquestada por Muschietti.
Debo decir que la primera parte me pareció tan lamentable como adaptación y tan limitada como película de terror que acudí con las expectativas bajo mínimos a ver esta conclusión.

Pars emprzar, su extenso metraje puede hacer que más de uno mire el reloj en ciertos tramos de la película. En mi caso no es algo que me moleste. Sí lo que veo es bueno y entretenido no hay inconveniente. Ahora bien, ¿es entretenida?. Lo es, ¿ es buena?. Personalmente no. De nuevo es un desastre como adaptación. Si bien Muschietti intenta solventar las lagunas abismales y omisiones con respecto a la novela de su primera parte, la forma en que lo hace es bastante lamentable.
De verdad que dan ganas de pegarse un tiro en la rodilla cuando uno ve cosas como esa versión alternativa del rito de Chud o su edulcorado cierre.

Tengo que decir no obstante que aquí los personajes están bien construidos a diferencia de su primer acto. La duración del filme les viene muy bien para el desarrollo de los mismos y por suerte dejan de ser clichés con patas.

El casting es un acierto donde destacan y mucho Bill Hader y James Ransone. Muy buena la química entre ambos. Una ves más, Bill Skarsgard está perfecto como pennywise.

Tengo que destacar también el atrevimiento de Muschetti con las escenas gore de la película. Aquí no se corta en mostrar lo cruel y sádico que es el payaso. Destaco la escena de Adrián Mellon. No contaba con que Muschetti la incluyese y no solo lo hace, si no que no se corta.

Ahora bien y como ya dije, si pretedes ver una adaptación notable del material de King huye de la sala. De nuevo es masacrado sin piedad aunque visto el desastre de su primera parte, era de esperar.

Entretenida y mejor que su primer acto, aunque sigo diciendo que con una novela así detrás, daba para muchísimo más.
Una verdadera lástima.

Tercera entrega sobre el personaje más rentable de los spin-off del universo Warren.

En esta ocasión, la acción se situa en el domicilio de Ed y Lorraine Warren, cuando la inefable muñeca es depositada en la sala "especial" de los demonólogos con todos los conjuros y palabras de protección para así poder protegerse del poderoso demonio que porta la muñeca, pues como dice el personaje de Vera Farmiga, anabelle es un imán para otros espíritus. Un faro por así decirlo.

Por supuesto la muñeca es liberada por la adolescente estúpida de turno para dar al trío protagonista (Los Warren aquí también han venido a cobrar y salen 10 minutos) una serie de sustos, jump-scares, de la mano de un grupo de espíritus que en algunos casos están pidiendo a gritos su propia película (El barquero) y en otros son copia y calco descarado de otros fantasmas ilustres de los expedientes Warren, (la novia).

Es aquí en mi opinión donde decae la película, y es que que la presencia de la muñeca pase a ser mero observador de la función le resta fuerza y empaque. Parece que la propia muñeca al igual que los Warren ha vendido aquí a cobrar. Lejos de darle todo el peso protagonista como si hicieron en "creation", la mejor entrega.

Del reparto destaca Mckenna Grace como la hija del matrimonio Warren, de largo lo mejor de la película, el resto pues carne de cañón y aunque siempre es un gustazo ver a Vera Farmiga y Patrick Wilson, aquí como ya dije, salen 10 minutos.

Como entretenimiento ligero cumple, como película de terror... fracasa.