Si alguien llega a tener esta película en sus manos, quizás atraído por el hecho de tratarse de un film basado en hechos históricos, quizás esperando encontrar una version nipona de "La lista de schlinder", quizás porque le cortaron el cable y se ve imposibilitado de ver el History channel...tiene 2 opciones:
1-Poner una extrema distancia entre la película en cuestión y el reproductor de dvd, a fin de salvaguardar el buen funcionamiento de su estómago y su sanidad mental.
2-Sentarse frente a la pantalla para sufrir los 95 minutos mas incómodos de su vida, en lo posible con una mínima distancia entre la pantalla y el baño.
Ahora bien,si lo que usted quiere es morbo ininterrumpido...siéntese y disfrute!
Porque creer que detrás de esta película hay un fin altruista de darnos a conocer los horrores de los que es capaz el ser humano es pensar que "holocausto caníbal" es un alegato a favor de las tribus originarias. Es un film mondo,lisa y llanamente. Toda intencion de didactismo queda aplastada por lo gratuito de varias escenas, como esa autopsia en vivo, tan impactante como innecesaria. Del mismo modo, todo intento de denuncia del director hacia los hechos inhumanos que se daban lugar en el cuerpo 731 queda totalmente desvirtuado cuando sacrifica salvajemente a un gato, dejándolo a merced de docenas de ratas hambrientas para demostrarnos que los ratones (las armas bacteriológicas) pueden vencer al gato (las armas "tradicionales"). Aunque pensándolo bien, si la pelicula nos quería mostrar lo cruel y salvaje que puede ser el hombre para lograr sus fines...paradójicamente, lo logró.

"Ultravioleta" es lo más parecido a mirar un videojuego. El problema es que no es uno quien tiene el joystick, lo tiene Kurt Wimmer, el director de este magabodrio que es a Matrix lo que los ghoulies eran a gremlins. Pero al menos los ghoulies tenían carisma. Así pues, uno se convierte -en este videojuego de celuloide- en simple espectador que espera con impaciencia que el señor Wimmer suelte el joystick, no para jugar el mismo juego, sino para poner uno más divertido o que al menos no genere las convulsiones que produce en nuestro cerebro esta nueva muestra de animé mal entendido.

El argumento de Zenitram podría resumirse tan solo con el título de aquí arriba: más que una incursión en el mundo de los superhéroes, el film es un repaso por la vida del astro futbolístico que toma como excusa el ascenso y caída de un (anti)héroe que, para mas señas,obtiene sus poderes tocándose los genitales. Todo aquel que conozca la vida de maradona va a encontrar aquí un festival de guiños que ni en una convención de tuertos se conseguiría, y es que está todo: orígenes humildes, ascenso meteórico, entorno de dudosa calaña, adicciones, rehabilitaciones, simpatía hacia los cubanos...y no sigo enumerando por temor a un spoiler prematuro. Como si estas referencias a la argentinidad no fueran suficientes, también hay múltiples referencias al peronismo y toda su imaginería.
El tono del film va por los carriles de la comedia negra con crítica social , pero no lleva ese tono al extremo , dejando en el recuerdo tan solo una escena (Zenitram en plan superman alcoholizado) que lamentablemente es un oasis entre multiples sobreactuaciones y desaciertos. Y es que zenitram es una comedia que no hace reir, es una película de superheroes fallída, y una de ciencia ficción algo ingenua. Todo,y a la vez nada. Y si bien se agradece que haya gente que se anime al género fantástico en argentina, queda la incertidumbre de si films tan irregulares como este no hacen más que seguir relegando al anonimato a directores argentinos que sienten verdadera pasión por el género fantástico como fin, y no tan solo como una deslucida plataforma.