Antes de ver la película, he de decir que conocía las canciones. Un amigo me recomendó este musical hace tiempo y, desde entonces, ya había escuchado la banda sonora en repetidas ocasionas. Sin embargo, he de decir que la película ha superado todas expectativas. Lo que en la banda sonora eran simples canciones, divertidas y pegadizas, aquí se convierten en un espectáculo maravilloso que te transporta a la historia y te deja clavado en ella. La clave, en mi opinión, es la fabulosa caracterización de los personajes. Es verdad que los decorados pueden resultar un poco escasos a veces (aunque perfectos para la historia), pero el vestuario y las interpretaciones de los actores son sublimes. Los personajes cobran vida delante de tus ojos y te cuentan la historia de manera magnífica. De veras consiguen emocionarte con sus maravillosas voces y sus espléndidas interpretaciones.
Si te gustan los musicales, no deberías dejar pasar la ocasión de disfrutar este y, además, es apto para toda la familia, ya que los niños lo pueden disfrutar tanto o más que los mayores. Eso sin contar que es estupendo para aprender inglés.

Hacía tiempo que no veía una serie de dibujos animados tan divertida como esta. Me pasa como a los críos. No me importa ver los capítulos repetidos varias veces porque me siguen divirtiendo.
Cosmo y Wanda son los padrinos de Timmy, un niño de 10 años con unos padres bastante banales y despreocupados. Timmy puede pedir todo tipo de deseos siempre y cuando no vayan contra "Las Reglas". Y la mayoría de las veces las cosas no saldrán precisamente bien.
Esta es una serie perfectamente disfrutable tanto por niños como por adultos. El humor es chispeante y las frases con dobles sentidos y con un humor ácido nos hacen inevitablemente esbozar una sonrisa o soltar una carcacjada sincera y cargada de regocijo.
El personaje de Cosmo es simplemente memorable y hay secundarios de lujo como los amigos de Timmy o el alienígena Marc.
¿Cómo es que no está en DVD todavía?

Kurosawa nos ofrece aquí otro espléndido film con el mismo protagonista de la excelente Yojimbo. Sanjuro es un Samurai atípico que no sirve de manera permanente a ningún clan y que va errante buscando trabajo... o entrometiéndose él mismo para encontrarlo.
Aventura, acción, humor y una historia excelentemente contada se dan cita en esta película. Resulta divertido y muy interesante observar los contrastes que se dan entre los diferentes personajes del film: La inteligencia táctica del protagonista frente a la ingenuidad y casi sonrojante candidez de los 9 samurais a los que ayuda. El cinismo del Samurai frente a los sabios consejos de la esposa del comendador y el antagonismo entre Sanjuro y el lugarteniente del clan rival. Dos personajes similares pero guíados por diferentes motivaciones que se resuelven en la escalofriante escena final.
Mención especial también a la excelente fotografía y contrastes de luces y sombras, que convierten a la película en un placer visual.

A nivel visual, el documental resulta imponente. Cada plano es interesante y revelador... pero lo que no he soportado ha sido el guión, la manera de contarlo. Frases muy grandilocuentes y sensacionalistas... por momento tienes la impresión de estar viendo un programa del corazón o un reality. El mismo principio resulta un poco escandaloso en este sentido. La fiesta en la que se corta el cuello a los gallos no creo que sea mucho más incivilizada o salvaje que las propias corridas de toros que aún existen hoy en día y que en Francia también se celebran.
Por otro lado, meten cada puñalada de aupa a los pobres hurdanos para luego dulcificarlo hasta llegar en algún momento a la pura contradicción. Por ejemplo, se narra que los niños mojan el pan en el agua con la supervivión del maestro para evitar que sus padres se lo quiten cuando lleguen a casa... y sin embargo no dejan de remarcar a lo largo del corto que los hurdanos se comportan de una manera perfectamente ética y moral... Sin comentarios.
Y mejor no comentar nada del manifiesto político del final del Documental

En resumen. Se dice que una imagen vale más que mil palabras. En este caso no podría ser más cierto. El guión estropea en parte un fantástico trabajo documental.

Hablar de una película de Clint Eastwood es, automáticamente, sinónimo de calidad. Y este film no me ha decepcionado en absoluto. La historia se desarrolla en Savannah, localidad del estado de Georgia. La primera media hora de la película es sabiamente utilizada para presentarnos a los personajes y a la localidad, la cual podríamos decir que es casi un "personaje" más de la película. Savannah posee más de 100000 habitantes, pero la mentalidad de sus habitantes es muy peculiar y muy tradicional. John Cusack interpreta a un periodista que acude a cubrir para una revista la fiesta de Navidad que celebra en su mansión Jim Williams, hombre rico hecho a sí mismo, y a la que acuden todos los integrantes de la Burquesía adinerada de la ciudad. Inmediatamente hay buen feeling entre el periodista y Jim pero, de repente, este último se ve involucrado en el asesinato de un chapero. A partir de aquí los hechos se precipintan.

Muchos temas se tocan en esta película. El principal es un juicio por asesinato con tintes homosexuales que pueden provocar una sentencia más basada en prejuicios que en los hechos, pero al mismo tiempo, el miedo que puede tener el jurado a ser tildado de homófobo puede alterar el veredicto en sentido contrario. ¿Cómo dar con la sentencia justa?

El periodista trata de ayudar a Jim a demostrar su inocencia mostrando una gran lealtad y amistad ya que la burguesía que forma el círculo social de Jim le ha dado la espalda. La búsqueda de pruebas que demuestren la inocencia de Jim le llevará a encontrar personajes curiosos como lNirvana, capaz de comunicarse con los muertos o una loca travesti que da unos toques de humor a la película absolutamente deliciosos...

Todo se funde en este largometra: La peculiaridad de la ciudad de Savannah, la sexualidad de la víctima y del acusado, la hipocresía de los amigos de Jim.... y sobre todo la ambigüedad del caso: ¿Está el periodista confiando en exceso en la inocencia de Jim Williams? ¿Hasta que punto todos los elementos ajenos a los hechos pueden llegar a distorsionar el veredicto del jurado?

Es difícil opinar mejor sobre esta película sin destriparla... así que mi recomendación es que la veáis y disfrutéis. No lo lamentaréis.