Harta ya de leer las mismas cosas una y otra vez pero con distinto collar, añado un toque de color. Vamos a ver, gente, ¿para qué demonios nos ponemos delante de una pantalla para ver una serie? Yo por lo menos para que me cuenten algo que me interese, pero sabiendo que es FICCIÓN. Si no, ya me veo un documental, y entonces critico si es fidedigno. No me interesa para nada que me cuenten mi propia vida. ¿Por qué los comentarios sobre esta serie, en su mayoría, no hablan de la calidad dramática de esta, sino que se limitan a ofenderse por lo poco que representa el mundo gay? ¡Pero qué manía!

Me llama la atención además el caso concreto de "Queer as folk", porque en otras series (mira tú que casualidad, heterosexuales en su mayoría) no hay tanto debate sobre si corresponde con la realidad o no. ¿Por qué los gays deberían sentirse representados? ¿Acaso yo debería esperar ver una serie, donde las mujeres separadas con un hijo a su cargo fueran exactamente como yo? Me parto de la risa vamos. Menudo tostón además, verme todo el día representada.

La serie es coherente y creíble, que es lo importante. Es verdad que hay sexo (y no sexo porque sí, sino que tiene que ver con la trama y la naturaleza de los personajes, aunque si fuera porque sí tampoco me parecería mal) pero fundamentalmente habla de relaciones personales. Las interpretaciones son magníficas, los guiones buenos, es drama pero con muchos toques de humor, y los diálogos no tienen desperdicio.

Si yo fuera gay, independientemente de que me gustara o no la serie, por lo menos valoraría el fenómeno social que ha supuesto en USA, donde ha roto barreras y prejuicios, y ha ayudado a gente que no tenía contacto con el mundo homosexual, a entender y normalizar cualquier tendencia sexual, y a muchos jóvenes gays, a no sentirse tan solos.

Para mí, es una de las propuestas del año, pero lo cierto es que me he encontrado con opiniones para todos los gustos. Creo que si se tiene sensibilidad hacia la belleza hay que aceptar que es exquisitamente envolvente, y si sabes un mínimo de cine y sus entresijos técnicos, entonces uno tiene que reconocer que es dificilísimo crear un universo de nueve historias básicamente femeninas (aunque no dirigido a un público femenino, eso de "cultura o arte para el hombre" o "cultura o arte para la mujer" no me la acabo de creer) rodada íntegramente en un increíble plano-secuencia, sin pretensiones, fiel a la historia, invisible y simplemente, magistral.
Si a eso le añadimos el estado de gracia del reparto, las maravillosas piezas de supermercado y la del cementerio (a mi juicio una pirueta mental con una belleza visual y musical notable), y la mirada de un minimalista Alejandro García que se abre paso hasta el corazón del espectador que se arriesgue a dejar fuera los convencionalismos cinematográficos para contemplar su obra desde la franqueza (porque eso somos todos nosotros, todas esas maravillas y miserias), entonces asistimos a un espectáculo que se puede ver tanto de un tirón, como desgajado en 9.
Honesta, arriesgada, y muy personal.
(Ah! Y no creo que A. García, hijo del novelista y premio Novel G. Márquez, que por otro lado no le hace falta hacerse un nombre a costa de su padre porque brilla con luz propia, pretenda crear un hilo conductor que unifique las historias. Me parece que las esporádicas apariciones de personajes de otras historias sólo pretende contar un poco más acerca de ellos mismo. Pero sí, creo que el único fallo del film sería que como dijo alguien en fotogramas, y no cito textualmente -la historia del supermercado es tan extraordinaria, que las otras quedan disminuidas por ser solamente sobresalientes-. Lo suscribo. Ahí esta la película. Honesta, arriesgada, y muy personal. O la tomas o la dejas.



[para quien la halla visto, lo próximo que haré será una votación para quien quiera (y si se puede) de las nueve historias, si es que os acordáis de todas al final, jejeje... del 1 al 9, yo ya tengo la mía...]
Feliz jueves a todos