Acabo de ver la última película de Achero Mañas como director, “todo lo que tú quieras”.
Al salir de la sala me pregunto si la película va sobre la homosexualidad, o quizás sobre la transexualidad, o a lo mejor sobre el transformismo, o sobre la pérdida de una madre a una edad muy temprana, sobre las familias “no tradicionales”, o quizás sobre todo a la vez y sobre nada al mismo tiempo.
Creo que el director mezcla temas como si fueran inherentes entre sí, cuando en realidad no lo son. No tiene nada que ver la homosexualidad con el drama que vive el padre (Juan Diego Boto) al tener que disfrazarse de su difunta esposa para complacer a su hija, sin darse cuenta de que su hija simplemente echa de menos la presencia física de su madre, al menos eso nos hace ver el director, sino no se entiende que se conforme con la amiga – amante (Najwa Nimri) de su padre como su “madre postiza”.

Aparte está el título de la película, “todo lo que tú quieras”. Este es un concepto equivocado en cualquier aspecto de la vida, sobre todo de la vida de un niño. Un niño tiene que aprender desde pequeño no solo a comportarse, a ser educado, a respetar a los demás. También tiene que aprender a frustrarse, a salir adelante, a superar los reveses que la vida pone en su camino, sí, aunque sea un niño, aunque tenga 5 años, su madre ha muerto y nadie ni nada la puede sustituir y debe aprender a quererla aunque ya no esté y debe aprender a recordarla y a vivir sin ella, sino se criarían niños burbuja acostumbrados a no oír nunca un “no”, acostumbrados a tenerlo todo, acostumbrados a no realizar esfuerzos por conseguir las cosas. Del todo pienso que la visión del director está totalmente equivocada, aunque hay que reconocer que al final parece darse cuenta de que ese no es el camino.

Una tarde de domingo, en un cine cualquiera de Madrid. No es que me apeteciera ver la película, ya que la primera no me gustó, pero los acompañantes, en esta ocasión, mandan y vemos REC 2, con la mente abierta a cualquier cosa. Transcurrido los primeros minutos y una vez disipada la indignación por otra malísima película española, empieza apoderarse de nosotros la risa, y cuando digo nosotros digo toda la sala. En una escena tras otra el director y guionista se van superando... ¿Es realmente una película de terror? Yo creo que deberían esperar a que el público vea la película y sea éste quién la enclave dentro de un género. Y sin ningún lugar a dudas ésta película estaría dentro del género "Comedia", si me apuras "Comedia de terror", aunque no se si eso existe, si no son dos términos incompatibles. Me gustaría que Los responsables de "esto" se sentaran en una sala con el gran público y vieran que el terror que pretendían infligir en la gente se ha tornado, primero en indignación, luego en incredulidad, y ya por fín, comprendimos que era una comedia y nos reimos mucho.

Tú sí que eres un incidente, M. Night shyamalan. Nos engañaste en "El sexto sentido". Nos tomaste el pelo en "Señales". Nos indignaste con "El Bosque". Nos la has vuelto a meter con "El incidente". Como puedes tener la cara tan dura. Las cosas pasan por algún motivo, tienen un origen, un por qué, un donde, un cuando, algo. Lo que no puedes hacer es justificar toda la cosa esa que has hecho con una frase repetida al principio y al final de la película y quedarte tan ancho.
No puedo más con éste hombre, es un embaucador, mentiroso, tramposo y el talento lo tiene donde la abeja el aguijón.
¡¡Que se retire ya por favor!!

... es el sitio dónde se tenía que haber perdido M. Night Shyamalan el día en que se le ocurrió hacer una película. Se tenía que haber dedicado a otra cosa, por ejemplo, tendría que haber sido trilero porque todo en sus películas es una trampa. Sus finales son sorprendentes, por supuesto eso no implica que sean buenos, son sorprendentes porque no tienen sentido, porque son tramposos y porque sus películas no aguantan dos visionados. Si quieres un día te pasas por aquí y te lo cuanto Shyamalancito.

Vaya tela, es un jartible y quiero que me devuelvan el dinero de la entrada.

... Fernando Acaso, ¿Quién te ha engañado, hijo mío? ¿Tú no te das cuenta que eso no te conviene?

Con lo bien que lo hacías en la tele, al lado de grandes profesionales como la Campos o la Milá. Y un día, harto de gran hermano, que eso podría justificarlo todo, que conste, vas y te lías la manta a la cabeza y aceptas hacer eso a lo que llamáis película. Por no hablar del papelón de Alejo Saura, lo de papelón no sería por el tamaño del guión que le tocó aprenderse, presentado como aparición estelar. Así quieren que el cine español compita ¿con qué? Como mucho con gran hermano, en ese caso, Acaso, tendría el éxito asegurado.