Para más inri, la vi en francés sin subtitular, y a pesar de esto la hubiera podido entender si no hubiera sido porque los personajes no hablan, sino que susurran durante toda la película.
Creo que también en español me hubiera aburrido como una ostra. Vincent Lindon no está en su mejor papel.

En mi opinión no es una gran película, pero me he reído como hacía tiempo que no lo hacía. Humor fácil y simple si se quiere pero con un argumento hilarante que para desconectar después de un duro día de trabajo es perfecta.

Me gusta el discurso de la película.
La niña protagonista es valiente, transgresora y tierna. El final, con ella montada en su bicicleta, sintiendose libre y la imagen congelada en la pantalla con su cara de felicidad mientras respira libertad y con el mar de fondo, podría ser un guiño al final de Los cuatrocientos golpes cuando Antoine Doinel se queda mirando al mar con el mismo sentimiento de libertad. No he podido evitar comparar los dos finales, salvando las distancias, claro.

No hay en la película paisajes espectaculares, ni fotografia artística, ni una banda sonora llamativa, ni actores guapísimos, es decir, nada accesorio que nos distraiga la atención. Solamente, y es suficiente, en mi oponión, una historia de pobreza, inmigración, afectos, sentimientos,marginalidad y supervivencia, muy bien contada y resuelta de forma adecuada.
La historia en sí es tan consistente por ella misma que no necesita de todo lo anterior para que el espectador se sumerja en ella.

He de confesar que como músico que soy y además amante hasta límites insospechados de la música de Beethoven, iba ya predispuesta a que me gustase. Una visión interesante de los últimos años de la vida del genio y de la evolución de su obra, donde se ve muy bien el paso de la etapa del clasicismo al romanticismo en su obra: mayor libertad en sus formas, paso a una mayor expresión del
sentimiento, las innovaciones técnicas y expresivas, entre otros rasgos románticos. En mi opinión estos aspectos, estan expuestos de tal forma que pueden ser captados perfectamente por todo el público sin necesidad de ser técnico o iniciado en su música.
Por otra parte expone muy bien su personalidad rebelde y explosiva, agravada por el drama personal de su sordera.
La historia está bien contada, la interpretación de los actores principales (aunque para mi gusto demasiado teatral) es buena, y sobre todo la banda sonora, la novena, genial.

No obstante, a pesar de que me gustó, comparandola con "La amada inmortal", que cuenta su vida desde las cartas encontradas a su muerte, me quedo con esta última, aunque sea menos conocida, o nada conocida, quizás porque no se le dió tanta publicidad ni el protagonista fué nominado, como sucede con Ed Harris en Copying Beethoven, que encabeza ya la lista de los preferidos para ser nominados a los Oscar 2007.Cosas que pasan.¡Que se le va a hacer¡