La adaptación del fantástico bestseller de Javier Castillo no funciona. Se pierde la magia y la atmósfera intrigante y siniestra que rodea la novela. El emplazamiento era parte una importantísima de la trama. El cambio Nueva York por una Málaga a lo irlandesa (toda la serie nublada y lloviendo) hace que la historia sea ridícula.

Lo único salvable es la fantástica elección del reparto.

La vida de Miren, sus traumas, su pasado, sus miedos, su familia su relación con Jim Shmoer (el profesor), quedan en un tercer plano mientras que en la novela tienen un peso protagonista.

Si te has leído la novela, te recomiendo que no veas la serie.

Élite es de esas series que tienen una relativamente buena primera temporada y que cada nueva entrega va cayendo al vacío sin que nadie haga nada.

Élite supuso una cantera de nuevos actores y actrices. Arrancó con un guión original y adictivo. Ahora es una exposición de sexo, ñoñería, diálogos y tramas absurdas y un continuo más de lo mismo.

Genera mucha vergüenza ver a actores de 24-25 años interpretando a niños de instituto. A los guionistas hay que darles un premio a la bazofia del año. Qué diálogos, qué tramas y qué personajes más ridículos.

Una gran producción que sorprende y engancha.

Al principio parece la Homeland española, pero en seguida demuestra ser mucho más. Un elenco de actores y actrices fantásticamente bien escogidos. Una muy buena producción que mejora notablemente en la segunda temporada.

Ritmo frenético que no se estanca en ningún momento y lo más importante, la serie podría acabar perfectamente en la primera temporada y sin embargo estrenan una segunda temporada que supera a la primera en todos los aspectos.

La serie arranca muy bien. Buena producción y promete muchas posibilidades. Sin embargo, tras el primer episodio, la trama se convierte en un refrito de Walking dead versión serie B.

La trama pasa a no tener ningún sentido. Deja de ser creíble y entra en una espiral de más de lo mismo. De esas series que no avanzan y que arrancan bostezos. Una súperproducción sin un buen guión que la respalde.

Una historia sencilla que fácilmente podría ser contada en 30 minutos. Sin embargo, el director repite una y otra vez gran parte del metraje sin aportar apenas nada nuevo: otro punto de vista, información adicional... La hora y poco de película se hace eterna. Una y otra vez se repiten las secuencias de forma literal.
No es una reiteración puntual, si no un despropósito para adaptar la duración a un mediometraje.

La historia se pierde en tanto bucle sin profundizar en lo realmente importante.