Un cierre de saga terriblemente lento. Poco argumento para mucho metraje. Efectos digitales muy pobres e innecesarios, impropios de una película de su presupuesto. Humor forzado en muchas escenas. Diálogos rebuscados y muy sobrecargados. Lagunas a la hora de explicar ciertas conductas de los personajes al espectador que no ha leído las novelas. Calidad interpretativa mediocre, sin actor digno de mención. Bonita fotografía, eso sí.

¿Alguna vez una película de terror le ha dejado indiferente? Voilà. Esta saga, que nació como una producción amateur sin presupuesto ni medios, se ha convertido en un producto de consumo con fórmulas repetitivas, predecibles y aburridas. Y un largometraje de terror que no te sobrecoge ni angustia, es un rotundo fracaso. Su visionado me recordó que el cine no deja de ser una actividad económica, un mero balance de cuentas. Hay productores que debieran saber cuando una historia está agotada.

Bella factura técnica aderezada con un conjunto de incoherencias narrativas. Ridley Scott descuida muchas de las escenas para hacer una marca blanca que no responde a todas las preguntas que el espectador se plantea y que parece dejar la puerta abierta a una o dos secuelas más. Da la sensación de ser un largometraje de fabricación en cadena para un espectador de verano poco exigente. Y de todos modos, en su mediocridad, puede llegar a entretener.

Película de exquisita factura técnica y pobre desarrollo. Muy pesada y carente de fluidez gracias, sobre todo, a una sobredosis de escenas irrelevantes que alargan innecesariamente el hilo argumental. Por otra parte, es toda una macedonia de plagios que nos dejan la sensación de estar viviendo un déjà vu constante. Un letargo de mediocridad.

Bajo tan mediocre título se esconde una comedia divertida. Humor barato pero funcional que asegura las risas de principio a fin. El guión juega con los tópicos adolescentes y unos protagonistas estereotipados en una buscadamente estúpida parodia. Probablemente usted encuentre momentos de humor demasiado zafio. O tal vez demasiado vulgares. En cualquier caso la composición final deja un poso entretenido.