Defenestrada por los críticos profesionales, por sensiblera a mas no poder, esta maravillosa película de Jim Sheridan el director de nada menos que Mi pie izquierdo, En el nombre del padre, El prado o The boxer. A mi me ha encantado casi todo en ella; la historia, las interpretaciones, fotografía, música y creo que si fuera un poco mas ágil y corta quizás le habría dado un 10. El film nos muestra las 2 caras de Irlanda con sus conflictos intrínsecos y como la necedad política y religiosa, de ambos bandos, puede acabar llevando a cualquiera hasta la depresión mas angustiosa y la locura.. En cuanto a lo de llorar es una de las cualidades mas nobles ( no se llora por nada).

Esta película la dividiría en 2 partes; la interpretada por los perros y la interpretada por los humanos con una valoración muy diferente entre las dos, mientras que la parte de los perros me conmueve hasta las lágrimas la otra me parece un bodrio televisivo en el que nunca veo la infinita tristeza en los actores como la que yo, como espectador, llego a sentir. Quizá influya que he tenido perros y gatos y he llorado por ellos y los recuerdo como si aún estuvieran conmigo. Me podrán decir los grandes tecnicistas y cronistas habituales que el director, guionista y resto del equipo es el mismo pero, no se, será porque los adiestradores han sabido superar por el amor de quien da la vida por ti a cambio de nada (los perros) y de quien solo los utiliza como herramientas para sus propósitos (los humanos) un guion mediocre, tampoco los actores transmiten ninguna carga tétrica o dramática (aunque repito el guion es para rebelarse ante la cantidad de estupideces vertidas) , NINGÚN HUMANO EN ESTA PELICULA SE SALV A DE REALIZAR UNA MIERDA DE INTERPRETACIÓN,

Respeto la nota media dada aquí a esta pélicula, como no podía ser de otra manera, pero a mí me decepcionó. Se habla de grandes interpretaciones en esta película y en ningún momento me conmovieron a pesar del tema que se trata.
Para mí las 2 grandes péliculas sobre el drama de la vejez son "Umberto D" de Vittorio De Sica y "Vivir(Ikiru)" de Akira Kurosawa, estas sí que me pusieron los pelos de punta. Sin embargo "Dejad paso al mañana" me resultó empalagosa y supervalorada, a años luz de las otras dos.

Desde la primera vez que la vi ( en canal+ al poco del estreno) no he dejado de volverla a ver y siempre con la misma satisfacción y aunque bastante desconocida e infravalorada por los que aquí votaron es una de las mejores comedias de la historia del cine al mismo nivel que, por ejemplo," Con faldas y a lo loco" pero con una diferencia fundamental; la naturalidad que rezuma durante toda la película hasta el punto de parecer todo real en parte por las interpretaciones tan creíbles de Ian Hart, Pat Shortt, Cathleen Bradley o Ruth McCabe entre otros ( todo el reparto está fantástico) lo que hace que te sumerjas en la película ( el pueblo) creyendo estar en medio de ellos, lo cual no resulta nada fácil en un film. La música de Rachel Portman es sublime enalteciendo la hermosa fotografía del rural irlandés y del trajín cotidiano, lo mismo que el resto de canciones tan apropiadamente elegidas, una pena que de esta directora no conozca mas trabajos. Quizás porque soy de un pueblo gallego cuya idiosincrasia me recuerda mucho esta película; el día a día con tractores, ganado, melancolías pero también momentos placenteros o conversaciones un tanto causticas y surrealistas después de beber en el bar o la fiesta, quizás es por eso la valoro aún mas.

Con esta película me pasa como con la canción de Eric Clapton "Layla" le sobra el tercio final, cuando parece que llega al clímax todo se desvanece lánguidamente. He de reconocer que tiene una buena fotografía y ambiente y también una interpretación realista de los dos hermanos y madre, de los guardias, del vendedor de ovejas, del de las tintorerías en que todos son "muy gallegos en el sentido más peyorativo del término" como diría la bella Rosa Díez, pero oh curioso! no así los vecinos amigos de los franceses que hasta hablan un castellano que ni en la meseta, siendo también del mismo pueblo; y claro son mucho mas majos y buenos; vamos que no parecen ni gallegos.
De quitado estas observaciones no me parece una obra maestra pero me gustó porque es que los gallegos somos muy malos!