Me ha encantado. Macarrísima. Lo que me he reído con cada muerte y con cada comentario contra la mierda de sociedad que tenemos. El personaje que crea Betty Gilpin si hubiera sido en los 80 estaríamos hablando ahora mismo de otra Ripley.

Como coger un tema sobadísimo como es el de pijos cazando gente por diversión y convertirlo en una peli que estoy convencido que con el tiempo será de culto. Ojalá vendiesen figuritas de la prota.

Intento de la revista MAD por hacer una comedia tipo el pelotón chiflado pero sin ningún fuste, ni gracia, ni guión.

Todo es bastante plano. Los personajes parece que son todos el mismo y no hay un protagonista definido, cosa que no importaría si fuese una película coral bien delineada, pero aquí el problema es que tenían que meter varios personajes y no supieron darle personalidad a cada uno.

Si comparamos esta academia con la loca academia de policía veríamos que en esta última cada personaje estaba muy bien definido y tenía su importancia y personalidad, pero aquí todos dan absolutamente igual, tanto, como la chorrada de historia que nos intentan contar. Suponiendo que haya una historia.

Totalmente prescindible y su visionado no merece la pena ni como curiosidad aparte de ver a Ralph Macchio muy joven en su primera película.

Consigue hacer de la trilogía una obra redonda y gracias a esta entrega parece que el universo Clerks se hubiese gestado como un todo perfecto. Por ello recomiendo ver las tres seguidas para mayor disfrute.

Perdí la confianza en Kevin Smith con Tusk (2014), todo lo que ha hecho después no me ha gustado lo más mínimo y ahora me encuentro, para mi sorpresa y regocijo, poniéndole un 7 a esta nueva entrega de Clerks.

Los que en nuestra adolescencia tuvimos la suerte de presenciar el nacimiento cinematográfico de tres de los directores que despuntaban como reyes de lo independiente, Robert Rodriguez con su Mariachi, Quentin Tarantino con Reservoir Dogs y Kevin Smith con Clerks sentíamos que esta última era "nuestra", de los jóvenes que queríamos ser algo en la vida, pero que podríamos acabar como Dante, algunos ya lo eran. Jamás hubiésemos pensado que un día tuviese secuelas y que además tomasen la dirección tan extraña, y a la vez lógica, que tiene esta tercera parte.

Desde 1994 siempre he pensado en Clerks como en una comedia desvergonzada que intentó salirse de lo que había, con buen tino, con mucha cara, con ese estilo típico de cortometraje de escuela de cine y esos diálogos Tarantinianos. La conversación sobre la estrella de la muerte tiene las mismas trazas que la de Quentin sobre Top Gun en la película " Duerme conmigo" también del 94.

Todo esto ha hecho que siempre le haya tenido mucho cariño por tener esa simpleza y fuerza de las operas primas que tan difícil es repetir después. Sobre todo cuando empieza a faltar el ímpetu de la juventud pero a sobrar el dinero que no compra ya esa inspiración salvaje.

Entonces nos encontramos con esta tercera parte y, de repente, todo el universo Clerks toma otra dimensión más profunda, adulta, dura y dramática, para mi asombro. Pero resulta que en vez de pensar que todo se ha ido por la borda, porque ya no es esa comedia desvergonzada, que tanto me gusta de la primera y segunda parte, pienso que al finalizar su visionado me siento lleno, con poso y me deja pensando cosas trascendentales. ¿Clerks 3? ¿Pero que dices tarado? Si, esto es otra cosa más compleja, no apta para el que solo quiera reírse.

No es perfecta, tiene momentos o personajes como el de Trevor Fehrman que se me hace un poco de bola, pero Kevin Smith ha sabido hacerlo y se nota que el infarto que tuvo le hizo pensar mucho sobre lo divino y lo humano y sus personajes absorben su vivencia en una declaración de amor a la amistad verdadera y a lo que realmente importa en la vida.

Si has sido amigo de estos personajes tantos años como yo y si tienes un mínimo de sensibilidad acabarás llorando. ¿Llorando en una peli de Kevin Smith? Puede que la haya visto en el momento más lucido o en el momento más sensible, a saber, pero si, puedes acabar con un pañuelo en la mano... aunque ni siquiera te tocara llorar hoy.

Soy ultra fan de la serie clásica y desde un principio he tenido reticencias con lo que podría hacer Rob Zombie.

Sorprendentemente el casting me ha parecido que da la talla cubriendo expectativas y mientras la veía no he entrado en comparaciones con los clásicos, que era lo que más miedo me daba. Así que por ese lado bien.

La premisa de la historia también me ha parecido correcta y entretenida pero el problema viene cuando una vez está desarrollada la premisa ya no hay más guión del que extraer nada ni trama a la que agarrarse, ya que no hay conflicto ni nudo que deshacer.

Ese es el gran problema de esta película, que dura una hora y cuarenta y el guión da para un capítulo de veinticinco minutos. Si alguien la editase y la dejase en veinticinco minutos sería un gran episodio de orígenes.

Desaprovechados el creador de Herman y el hermano de Lily, que son los que podrían haber dado algo de tensión o conflicto y se quedan en nada.

Mención aparte el horroroso sabor digital de las imágenes que no tienen ni un solo filtro para simular estar rodado en cine y esa apariencia de vídeo digital le resta muchos puntos. Es una pena porque con la fotografía que tiene tan colorida recordando a Dick Tracy o Flash Gordon, que se vea todo tan de vídeo es horroroso.

He hecho la prueba de ponerla en blanco y negro y la cosa mejora.

Entretenida pero sosa.

Me parece que con la fría recepción que está teniendo nos quedaremos sin ver una segunda parte en la que estuviesen Eddy y Marilyn.

Crítica de la primera temporada. Espero que por decencia la cancelen y no haya más.

Es insufriblemente lenta. La calidad de las interpretaciones está a la altura de la factura técnica dejando mucho que desear. Todo es barato y desganado. Desde los decorados hasta los diálogos pasando por una fotografía totalmente genérica y sosa, actuaciones con momentos vergonzantes e irritantes (sobre todo de la que hace de malota), ritmo confuso falto de tensión y drama. Personajes que en ningún momento captan el carisma que tienen en los cómics, haciendo que no te importe lo que les pase porque son insufribles con sus disertaciones eternas en secuencias de hasta cinco minutos en las que solo se habla de cosas que no tienen el más mínimo aliciente.

Secuencias alargadas sin necesidad haciendo perder el interés continuamente. Es un "no pasar nada" constante. Diálogos infinitos que no aportan más que redundancia y sopor.

La atmósfera es pésima, da igual que estén en los ochenta o en los noventa que siempre parece que están en el 2022. Muchos planos chutados contra edificios para evitar tener que poner coches de época y muchas secuencias en interiores simplistas o en el campo para ahorrar decorados y ambientación. Es tan evidente y mal resuelto que lo notas y la atención se te va ese tipo de detalles en vez de a la historia. Y luego te meten un diálogo en una azotea rodado en un croma en el que solo se ven nubes en el fondo. El diseño de producción dice a gritos que se hizo mal y con muy poco dinero. Si Ken Adam levantase la cabeza...

La única secuencia de acción que hay tiene la misma tensión e interés que hay en ver crecer la hierba. Sobre todo en la velocidad, robots "peleando" que parece que se van a sentar a jugar al backgammon. Duración de la secuencia dos minutos. Esa es toda la acción que vas a ver en toda la temporada.

La única secuencia cómica que tiene, la de los tampones, podría haber sido muy divertida y se queda en algo intrascendente, como toda la temporada. Se pierde en todos los géneros que intenta tocar por culpa de una dirección ramplona y un guión basado solamente en diálogos vacuos. No se sabe si es un drama adolescente con ciencia ficción o un culebrón insufrible de esos en los que solo se habla una y otra vez de lo mismo sin avanzar con toques de los power Rangers. No se sabe...

Nunca entenderé que teniendo obras tan buenas hagan aberraciones cuando las adaptan.

Completamente barata, olvidable e insulsa. Mejor lee el cómic que es una maravilla.