Este tío es un genio, muy pocos como él saben observar la sociedad y lograr transmitirlo sin tapujos, con lo realmente negativo y degradante, un director que nos enseña a observar, analizar y llegar a conclusiones de las que aprender.

Idiotas muestra la estupidez de la sociedad en la que vivimos en los últimos años, a través de un grupo de personas que se divierte y vive en contra de lo socialmente correcto, que buscan su idiota interior, pero que en su momento también les cuesta enseñar. En esta película se inicia el denominado movimiento Dogma, que sigue una serie de mandamientos creados por él y Vinterberg, que consigue un cine más natural y real en la narración y lo aleja de las apariencias y artificios actuales, puede gustarnos o no esta forma de grabar pero no desvirtúa lo importante que es lo transmitido y no la forma.

Además está el final, sin duda es el mas brutal e impactante que observé hasta ahora en el cine, aunque toda la película fuese realmente mala, que no lo es, merecería la pena esperar para ver esta maravilla de final. Y es que si Dios se apareció y entregó los 10 mandamientos a Moisés para ser fuente de nuestra “enseñanza moral y ética”, ahora Von Trier aparece y nos entrega sus 10 mandamientos Dogma para ser fuente y fundamento en nuestras enseñanzas cinéfilas. Alabado sea el señor.

A pesar de que no me gustan las películas de miedo, llenas de tonterías y nada creíbles, la verdad es que esta película consigue realmente lo que busca, que pasemos un mal rato, por lo menos en mí si que lo consiguió.

Lo más interesante de esta película, es la forma de grabarla, pues en ningún momento te da la sensación de estar ante una película, si no ante una filiación casera, que le aporta un espectacular realismo y hace que estés en tensión y con miedo durante toda la filiación. Porque el guión es bastante pobre, poco creíble y con los mismos clichés que casi todas las películas del genero.

Por ultimo un dato a destacar es la interpretación de Manuela Velasco, esta chica para mi bastante insoportable cuando la veía algunas veces en los programas de música de TV, ha sido toda una sorpresa, pues nunca me habría imaginado a esta actriz haciendo una actuación tan buena.

Con una pregunta tan sencilla Porumboiu se monta una fabulosa película, donde nos retrae al final del comunismo en Rumania, de una forma amena y divertida, sin caer en lo que podría ser una película partidista, tratándose de temas históricos y políticos.

Los cinco primeros minutos del metraje son de una belleza increíble, ya nos anticipa el buen transcurrir de la película. La historia empieza con las monótonas y cotidianas vidas de tres paisanos, introducción a la segunda parte, donde intervienen en el programa de televisión local que presenta uno de ellos, siendo los otros dos los invitados. Esta parte sorprende, pena que se hace corta, con un debate satírico sobre si la gente de un pequeño pueblo rumano fue revolucionaria o no, con intervenciones desde heroicas a disparatadas, donde todos se contradicen a todos y con una filmación por parte del cámara del programa sublime. Nunca había disfrutado tanto con un debate político, ojala hubiese mas de estos debates y menos tostones políticos que nos bombardean todos los días.

Últimamente llevo vistos muchas criticas muy favorables al cine rumano, siendo la primera película rumana que veo, si todas siguen este camino, habrá que seguirlo muy de cerca.

Basada en el libro autobiográfico de Bauby, esta película es una muestra de cómo afrontar el camino entre la vida y la muerte, en la línea vida-muerte de otras obras como Mar adentro o Las alas de la vida, esta destaca sobre todo por su magnetismo con las imágenes, que hacen en todo momento olvidarme de lado trágico de la vida de Bauby.

El comienzo parece un video ensayo experimental, dejándote abrumado e incluso hastiado de imágenes tan cercanas, difusas e inquietantes, genial para una innovación de 30 minutos, pero para una película me parecía excesivo, sin embargo solo es el comienzo para conseguir una empatía total con Bauby, disfrutando y viviendo a través de él, sin caer en ningún momento en el drama.

Todo gracias a Schnabel que crea una obra que impacta y crea afinidad al mismo tiempo, y donde se ven escenas difíciles de olvidar, te guste o no la película, y es que nunca un ojo transmitió tanto.

Lo que empieza como un drama romántico tras la ruptura de una relación y su consiguiente trauma emocional, es convertido inteligentemente por Sean Ellis en una mezcla de comedia ácida y fresca.

Lo más característico de esta película no es lo que cuenta, una historia mas bien limitada e incluso en algunos momentos difícil de creer, sino como lo cuenta, porque la forma del discurrir de la historia, con sus enlaces entre secuencias, los flashbacks y sobre todo su tono cómico ácido y natural nos mantiene en todo momento en la película.

Se nota mucho la película no es de la factoría yanqui, pues por temática dramática convertida en algo natural se acerca mucho a Juno, con unas historias que tratan de convertir en algo simpático y corriente un hecho dramático, pero ahí se acaban las semejanzas pues mientras Juno se acaba haciendo empalagosa, harto ya de la niña a no poder mas y nada creíble, en cambio Cashback cambia las formas y por lo tanto la percepción que me queda de ella, enganchándome en todo momento en la disparatada historia.