El Batman que nos ha regalado Matt Reeves es posiblemente el más crudo y anti blockbuster de todos los que hemos podido ver en los últimos años. Un ritmo pausado y profundo, intimista y oscuro… y una veracidad en la narración cercana al hiperrealismo hacen que esta película sea diferente a todo lo que hemos podido ver sobre el súper héroe y posiblemente la más cercana a lo que suele llamarse “cine de autor”.

Lo cierto es que el guiño al thriller policiaco y al cine de terror es una de las apuestas más interesantes, ya que el apartado de villanos no tienen nada que envidiar a los psicópatas de películas como Seven o El Silencio de los Corderos, y toda la trama detectivesca se sigue con el suficiente interés como para que no te des cuenta de que han pasado tres horas.

La selección de actores es más que acertada con un Robert Pattinson atormentado y opaco muy cercano al espíritu de Bruce Wayne, con una heroína “amante de Los Gatos” interpretada por la hija de Lenny Kravitz que es un contrapunto interesante con el personaje de Pattinson y un plantel de villanos fantásticos que incluye a un Colín Farrell irreconocible, que seguramente gane más protagonismo en las posibles continuaciones.

La Banda Sonora de Michael Giacchino es heredera (como ya demostró en Rogue One) del sonido John Williams, de hecho el tema principal tiene un descarado parecido o guiño a la Marcha Imperial de Star Wars.

Resumiendo…The Batman me ha gustado mucho, incluso mas de lo que esperaba… y tiene toda la pinta de que disfrutaré seguramente sus secuelas si las hay… Pero… como las comparaciones son odiosas, y no puedo evitar hacerlas en este caso, creo que El Caballero Oscuro de Nolan dejó el listón tan alto que dudo que jamás haya una película de Batman que lo pueda superar… Quién sabe…

Al margen de que la película está rodada con un gusto exquisito, con un reparto de lujo (con Jodie Comer a la cabeza) y que Ridley Scott es un director que cada tanto nos deleita con una obra maestra, me veo en la obligación de afirmar que esta película era totalmente necesaria…

Como no puedo destrozar los entresijos de su guión (cosa que si desvelaré en la zona de spoilers), sí que puedo asegurar que nos encontramos con el Scott de más alta gama.

El duelo interpretativo del trío protagonista (a cada cual mejor) junto con una puesta en escena deslumbrante, hacen de esta película una joya digna de la firma de su director. Por cierto, deseando ver La Casa Gucci.

Si la has visto, sigo en spoilers…

Antes de que empieces a leer esta crítica, te recomiendo encarecidamente que vayas al cine a ver esta película con la mínima información posible.
Edgar Wright firma un trabajo impecable visualmente (siempre cercano al mundo del vídeo clip), aderezado con joyas musicales y con un guion tramposamente fascinante.
El filme bebe del mejor Polanski (El Quimérico Inquilino, Repulsión o La Semilla del Diablo) y es que, si el director polaco tuviese ahora cuarenta y tantos, podría haberlo realizado.
Todo el reparto está a un nivel sobresaliente. Thomasin McKenzie tiene un duelo interpretativo con Anya Taylor-Joy que deja al espectador helado en la butaca. Los secundarios Matt Smith, Terence Stamp o, mi favorita chica Bond, Diana Rigg están deslumbrantes.
Para mi, Ultima Noche En El Soho ha sido una grata e inesperada sorpresa y estoy seguro que va a estar luchando por encabezar mi lista de películas favoritas de este 2021.

No tengo palabras para expresar la sensación tan rara de decepción que he sentido al terminar la película. Un filme que cuenta con un comienzo de los mejores de la saga, una banda sonora deliciosa de Zimmer que rememora los temas de Barry en Al Servicio Secreto de Su Majestad, una trama con McGuffin de lo más actual e interesante… pero tras el primer tercio la película comienza un declive tremendo. Diría que el argumento se diluye poco después de la aparición de Ana de Armas, que por cierto hace un papel sumamente divertido. A partir de aquí, el segundo tercio pierde bastante interés y el último tercio parece cualquier blockbuster palomitero del montón.

Sinceramente es la película menos Bond de toda la saga. Podría tratarse de cualquier otro personaje y no pasaría nada. Y me da rabia porque el planteamiento inicial es fantástico y podría haber derivado en una gran película. Una auténtica pena. Pero la suma de locuras llega a tal grado que si Ian Fleming la viese, se volvía a morir.

En la zona de spoilers detallaré mi decepción. Y no…. Ya no tenemos todo el tiempo del mundo para arreglar este desastre… porque visto lo visto , el mundo se va a la mierda.

Por primera vez quiero ser realmente breve en una crítica. Villeneuve logra adaptar a las mil maravillas la primera mitad de la novela Dune con un tempo pausado propio de su cine, gracias al cual luce el preciosismo de las imágenes y los planos. La música de Zimmmer es soberbia y el sonido espectacular. El casting me parece acertado en su gran mayoría y la puesta en escena es deslumbrante. El único pero que encuentro es el apartado de los villanos. Los Harkonnen no llegan a darme el miedo que sí que me causan, por ejemplo, las Bene Gesserit. La versión de Lynch lograba unos villanos realmente repulsivos.
Y hablando de Lynch, decir que la versión de Villeneuve no ensombrece para nada la original de 1984. Son dos puntos de vista totalmente diferentes, uno feísta y otro preciosista, que se disfrutan perfectamente sin estar necesariamente comparando ambas a lo largo del metraje.
Un apunte más. No esperes a vela en las plataformas… ves al cine porque el espectáculo que ofrece es tan grande que solo en pantalla grande y con un sonido apabullante podrás valorar lo fascinante que es esta película.