Liv se muda a Londres cuando su madre se lía con un nativo. Allí descubre que es una soñadora innata y que su hermanastro forma parte de un grupo de chicos que pueden hacer lo mismo, pero con ayuda de un "libro de los sueños".

Y ahí ya tocó suspender la realidad, pero no nuestra realidad para meterse en la de la película, sino en la de la propia película, porque ni siquiera intentan explicar o justificar que una soñadora innata caiga, por casualidad, en el grupo de soñadores que lo hacen con ayuda.

Como sucede en general con este tipo de fantasías enfocadas al público adolescente, pasan por encima de cuestiones importantes para ir directamente al asunto que quieren tratar, y en general e un modo un poco superficial.

Lo mejor es la protagonista, una actriz austríaca que yo no conocía de nada y me ha gustado bastante.

A estas alturas, y con solo un episodio, la serie tiene una nota media de 4.5, y es tan increíblemente baja porque ha habido un porcentaje altísimo de unos en la votación, algo que no recuerdo con ninguna otra serie o película.

Sucede lo mismo en Rotten Tomattoes, y en IMDB.

Y en las críticas lo mismo, los profesionales la valoran bastante bien, pero las críticas que preceden a la mía son demoledoras. Abundando en desprecios "Fiona" y en críticas contra el feminismo que existe en la serie.

Quiero decir con todo ello que esa polarización tan bestia no es casual, el machirulismo ha montado una campaña para atacar esta serie, no porque no sea buena, sino porque se han ofendido porque una prota femenina y feminista se haya metido en lo que creían su patrimonio de superhéroes testosterónicos, superheroínas que lucen palmito (Ripley, Wonder Woman, La Croft...) y alguna otra superheroína que si le cambian el género ni se nota (como la Capitana Marvel).

Por cierto, ya sucedió con la última de Cazafantasmas y está pasando también con Prey. Campañas de críticas de usuarios destrozando cualquier producción que amenaze su estatus de superioridad gonídica. Se siente.

Yendo a la serie en sí, revisaré mi nota conforme pasen los episodios. A mí el primero me entretuvo, teniendo que condensar muchas cosas de la presentación en la media hora escasa que dura cada episodio. Es una serie ligera, con bastante comedia, efectos digitales discretos, y diálogos ágiles y por momentos inteligentes.

Y la actriz es buenísima.

Una cosa que me ha sorprendido porque no la he visto hasta que lo he comprobado, es que creo que solo hay una actriz, la funcionaria danesa del inicio. Los demás no son actores, son los personajes reales. Eso hace que esta cinta esté a caballo entre una película (en el sentido de que se ha estructurado para contar una historia) y un documental (se narra la realidad, protagonizada por las personas reales que la muestran)

En ese sentido me ha recordado a "O que arde" que es una cinta que a mí me emocionó muchísimo, básicamente porque aquella cuenta una historia que es de mi entorno. Me imagino que a los Inuit groenlandeses les pasará lo mismo con esta obra.

Me gustó mucho la naturalidad de todos los protagonistas, lo cual visto a posteriori tiene lógica, porque todos son auténticos. Y por supuesto me dejó sin aliento toda la parte paisajística.

Por contra, mi yo conservacionista se revolvió ante algunas escenas.

En general merece la pena.

La serie B es totalmente respetable.Todos los que hemos crecido en el siglo XX recordamos con mucho cariño muchas producciones de serie B.

Sí, abundaba el cartón piedra, los disfraces cantaban, pero al menos se veía esfuerzo por hacer algo digno con lo que tenían.

Esta serie es muy mala. Y no por falta de medios, sino porque ha adaptado una ambientación fantástica-medieval a estéticas contemporáneas. Especialmente y desgraciadamente, en la forma de hablar.

Si tienes más de 16 o 17 años, te aconsejo que la veas con amigos y cervezas para poder reírte un buen rato.

Al igual que la película de Richard Curtis, lo importante en esta película no es el bucle temporal, sino que este es una metáfora al servicio de una idea: que cada día en cada momento en cada ciudad suceden cosas realmente hermosas, y en medio de nuestra realidad caótica con todos nuestros problemas y todos nuestros dramas, es importante abrir los ojos y observar el mundo, mirarlo realmente, y aprender a ver esas pequeñas cosas perfectas.

Nosotros no necesitamos un mapa, solo saber verlas cuando suceden ante nuestros ojos.

Coincide también con la película de Curtis en el estilo fotográfico, muy logrado, especialmente algunas secuencias rodadas con saturación de luz y tonos pastel; y aunque los protagonistas de About Time son indudablemente mejores actores (reconozco estar platónicamente enamorado de Rachel McAdams en esa película), en esta que nos ocupa la pareja se desempeña a gran nivel, y consigue darle a la historia la profundidad interpretativa que requiere para poder lograr su propósito que es emocionar al espectador.

Si tuviese que elegir algo negativo, quizás la vestimenta del chico protagonista (Kyle Allen). Siempre es complicado darle a un tipo de 24 años aspecto de tener 17, pero los pantalones cortos con calcetines a cuadros no sé si eran la mejor opción :-D

En el plano positivo, algunos planos secuencia realmente bien logrados, con coreografías milimetradas. Y algunos planos en que Kathryn Newton se queda por completo con la cámara.