Dos veces he ido a verla, en VOSE y doblada, y dos veces me he emocionado, llorando la primera como una magdalena. Y no soy de llorar.

Para quien no sea fan de Queen... Pues no sé, porque lo soy y porque lo soy, se me pasan las más de dos horas volando, flipo con la banda sonora y con el concierto del Live Aid y en general con toda la peli.

Tal vez después de esa media hora se destapara el tarro de las esencias, pero hasta entonces solo pude ver un personaje medio repulsivo, unos chistes facilones y, en suma, una zafiedad en la que decidimos mi pareja y yo no seguir para colarnos en otra sala y, al menos, no tirar el dinero. Absolutamente prescindible salvo que después de esa media hora, se viera algo maravilloso. Que por donde iba el guión, lo dudo.

Es raro ir al cine sin haber elegido la película, pero la entrada era para la ganadora del Festival de Málaga y la incógnita grande.

Compartiendo casi generación con los protagonistas y habiendo vivido y sentido como ellos y siendo un poco alguno de ellos, he de decir que la sensación quee dejó fue buena, que los actores y actrices clavan lo que el guión pretendía

Sabía poco de esta peli antes de entrar al cine, pero como me gustó la trilogía "antes de" de Linklater entré esperanzado en encontrar algo en aquella sala. Lo cierto es que salvo alguna que otra interpretación destacable (no la del protagonista que se parece a Jim Carrey con 20 años y mucha confianza en sí mismo), una ambientación excelente y una banda sonora muy bien escogida no saco mucho en claro de esta peli. En fin, se deja ver, pero tal vez mejor si la pillas en la tele a las once de la noche y no tienes ganas de levantarte del sofá y hacer otra cosa.

Que sí, que no le va a cambiar la vida a nadie. Que sí, que no se entra a fondo quienes dominan el mundo (ojalá se haga otra película sobre eso). Que sí, que tiene mucho de peli de Hollywood.

Pero que también habrá que reconocer que es una película de ritmo impecable, que contenta a los que buscan la tensión y a los que buscan la interpretación. O'Connell hace una grandísimo trabajo, más aún con el acento.

Clooney parece sacado de verdad de la televisión y Julia Roberts, tal vez un poco detrás de ellos resolviendo su trabajo, es la Julia Roberts que lleva ya muchos años interpretando más que correctamente sus personajes, aunque todavía haya quien le niegue el pan y la sal, sólo porque fue, es y será bellísima. En realidad, es curioso: la belleza le hizo conseguir papeles para los que no estaba muy dotada y la belleza le niega el reconocimiento de sus últimos quince años, en los que ha demostrado que sí está dotada para lo que de verdad importa, que es interpretar.