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España España · Barcelona
Críticas de Maximillian
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Críticas 126
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
9
2 de mayo de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie aborda la vida de Jesús de Nazareth, vista a través de los ojos de sus elegidos, con el fondo de la opresión romana en la Judea del siglo I, de tal forma que Jesús no es el único protagonista del relato, sino que cobran importancia todos los personajes que se cruzaron en su camino, especialmente aquellos a quienes eligió para acompañarle en su destino.

Grandes cineastas han abordado la figura de Jesús, como personaje central, desde diversas ópticas, generalmente idealizando, edulcorando o embelleciendo las escenas correspondientes a los últimos días de su vida.

Los más destacados son Cecil B. de Mille, creador con "Rey de Reyes" de la versión silente de 1927.

Nicholas Ray, nos ofreció en su remake de "Rey de Reyes" de 1961, quizá el relato más equilibrado del mensaje místico de Jesús, entremezclado con una trama que reflejaba con acierto la conflictividad social y política de la época.

En 1964, Pier Paolo Pasolini nos brindó en su "La Pasión según San Mateo" un relato nihilista y esteticista que pretendía aproximarse a Jesús desde una estética social y contemporánea.

George Stevens es el responsable en 1965 del gran espectáculo hollywoodiense "La Historia Más Grande Jamás Contada", film trufado de las estrellas de la época, que se inspiraba en las representaciones pictóricas más reconocidas de las escenas de la vida de Jesús.

Franco Zeffirelli pretendió decir la última palabra sobre la vida de Jesús, amalgamando en su extensa serie "Jesús de Nazareth" de 1977, misticismo, lirismo, esteticismo y gran espectáculo, arropado también por numerosas estrellas de su época.

Martin Scorsese realizó una controvertida aproximación en 1988 con "La Última Tentación de Cristo", que reflejó la otra cara de la pasión, el sacrificio no físico, sino existencial, de renunciar a una vida propia, a una esposa y a unos hijos y a crear su propia familia, para entregarse a un destino universal.

En 2004, Mel Gibson, se centró en los aspectos más crudos y brutales de la Pasión en "La Pasión de Cristo", en la que destaca el hiperrealismo de sus imágenes, llevado al extremo de utilizar las lenguas muertas de la época, latín y arameo,

La productora Roma Downey realizó un montaje en 2014 de su serie "La Biblia" del año anterior para ofrecernos un pastiche de la vida de Jesús titulada "Hijo de Dios"..

En el momento de redactar esta crónica, la serie "The Chosen" ha alcanzado 4 temporadas con un éxito notable, estando previsto que alcance siete temporadas y cincuenta y seis episodios en total.

Las claves de su éxito radican en su sencillez narrativa, que rehuye el colosalismo, destacando sus aspectos más intimistas, alejándose del proselitismo habitual de las narraciones basadas en textos bíblicos, el tratamiento naturalista de la historia rodada en escenarios naturales de Texas y Utah, la excepcional actuación de un reparto de actores desconocidos encabezado por Jonathan Roumie en el papel de Jesús, Elizabeth Tabish como María Magdalena, Shahar Isaac como Simón-Pedro, Paras Patel como Mateo y Luke Dimyan, como Judas Iscariote, que dotan a sus personajes de una humanidad, sencillez y profundidad, no mostrada en anteriores adaptaciones

Pero el principal artífice de su éxito es su director, Dallas Jenkins, educado en el cristianismo evangélico y autor a su vez del guión rico y matizado en el desarrollo de los personajes, y de la música de fusión étnica y mística que va punteando e ilustrando la acción.

La serie independiente está producida a través de micromecenazgo, se distribuye a través de Lionsgate y ha desatado un verdadero fenómeno cultural a nivel mundial, con más de 600 millones de visualizaciones en casi 200 países, estando en camino de establecer un récord en la historia de la televisión.

Su visionado supone una oportunidad de revisar unos hechos que se nos antojan conocidos, pero que a través de esta ficción bíblica, se redescubren con una nueva luz, tierna, intimista y naturalista, que quizá permita al espectador confirmar la absoluta vigencia y eternidad de su mensaje.
Maximillian
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8
26 de febrero de 2024
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sofía Coppola persiste en su estilo contemplativo, pulcro y detallista, centrado en los detalles y en los colores, en los objetos y su significado, para narrarnos un cuento de miedo en el que una niña fascinada por una estrella del rock se somete voluntariamiente al aislamiento y al ostracismo en una jaula de oro.

Lo más destacable del film, aparte del reconocible estilo de su directora, es la delicada interpretación de Cailee Spaeny, que es capaz de representar convincentemente a su personaje desde la adolescencia hasta la madurez, desde una inocencia conmovedora, hasta la toma de conciencia de su cautividad en la jaula de oro donde debía haberse consumido, si no llega a encontrar la fortaleza de abandonarla y tomar las riendas de su propia vida.

Su delicada interpretación opaca a la, ya de por si oscura, de Jacob Elordi quien, probablemente por decición de Sofía Coppola, interpreta a Elvis, constituyéndose en una sombra gris y amenazadora, distante, inestable y finalmente tóxica, sobre todo si se la compara con la brillante recreación el año pasado de Austin Butler en la luminosa y festiva "Elvis" de Baz Luhrmann.

De esta forma, el film, no es únicamente una aproximación poliédrica más a la figura del rey del rock, sino que se constituye en una nueva muestra, preciosista y contemplativa, del universo de su directora, enlazándola con los los interesantes personajes femeninos de "Lost in Translation".(2003), Marie Antoinette" (2006) o "La seducción" (2017).
Maximillian
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7
9 de febrero de 2024
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para su adaptación de la segunda parte del díptico sobre la obra inmortal de Alexandre Dumas, "Los tres mosqueteros", Bourboulon y sus guionistas, Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière, deciden abandonar incomprensiblemente el relato original, para narrarnos una absorbente y entretenida historia de aventuras de capa y espada, ambientada en el sitio de La Rochelle, durante la guerra de los Treinta Años, muy bien filmada con el mismo tono realista de su primera parte, pero alejada notablemente del texto original.

Esta decisión que resta puntos a la valoración final de la cinta, equiparándola a otras empresas similares de la cinematografía internacional, como las de Lester, Borderie, Hyams o, la más reciente de Paul W. S. Anderson, se ve compensada por las soberbias interpretaciones de Eva Green, que compone una perfecta y matizada Milady de Winter, tanto en sus escenas de seducción como en las de lucha a espada, y de Vincent Cassel, interpretando al torturado Athos, que atraen la atención del espectador en todas las escenas en las que intervienen.

Destaca también en el reparto la espléndida pareja protagonista, un aguerrido François Civil y la encantadora Lyna Koudry en el papel de la dulce y abnegada Constance, o la pareja real, unos convincentes Louis Garret y Vicky Krieps, que en esta parte quedan limitados a apariciones esporádicas que impiden que brillen como en la primera parte.

Ante el abandono del director de lo que podría haber sido una obra canónica sobre el inmortal texto de Dumas, quedan como las mejores versiones filmadas hasta la fecha, la versión silente de Fred Niblo de 1921, interpretada por Douglas Fairbanks, la dinámica versión dirigida por George Sidney en 1948 con Gene Kelly en el papel protagonista, film concebido con acierto como un musical sin números musicales y la primera parte de este díptico que, como acertadamente señala Sibila de Delfos en su interesante crítica, parece presagiar con el final abierto de su segunda parte, una futura conversión en trilogía.
Maximillian
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7
9 de agosto de 2023
25 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Deslumbrantemente rosa, divertida, paródica, sarcástica, ácida y mordaz, resulta ser finalmente un empoderado artefacto feminista que ridiculiza y combate abiertamente el patriarcado, el machismo y la desigualdad, esbozando incluso una crítica hacia la sociedad consumista y capitalista occidental.

La trama utiliza el recurso de hacer viajar a la icónica muñeca desde el mundo fantástico, rosa e insulso de Barbieland al mundo real, como ya hiciera Alicia a través del espejo para llegar a Wonderland, o Dorothy siguiendo el arco iris hasta el mundo de Oz, o la encantada Giselle, que abandonó su mundo mágico para llegar al Manhattan actual.

En esta demoledora sátira brilla con luz propia una encantadora Margot Robbie, tierna y espléndidamente bella en su ingenuo papel de Barbie "estereotipada", típica y convencional, cuando cree que es una inspiración para todas las niñas del mundo, debido a sus múltiples versiones de razas, profesiones y tallas.

Adorablemente tierna y vulnerable, cuando descubre el papel que juega Barbie entre las adolescentes del siglo XXI, que la perciben como una representante del machismo, del consumismo, de la desigualdad y de la despreocupación medio-ambiental.

Y finalmente amenazante, determinada, empoderada y fascinantemente peligrosa cuando decida liberar a Barbieland del patriarcado machista.

Su compañero Ryan Gosling merece una específica mención por su interpretación, rabiosamente divertida, en la búsqueda de su propia masculinidad y su emancipación del personaje de Ken.

Su acidez y rotundidad activista no debería verse como un alegato ofensivo o agresivo, ya que su mensaje final se muestra acogedor y comprensivo con la más importante decisión que un ser humano puede tomar independientemente de su género, vivir la vida con intensidad y enfrentarse con valor a sus contradicciones.
Maximillian
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9
17 de julio de 2023
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Séptima entrega de la saga que, salvando el pinchazo de la 2ª parte, desde su tercera entrega, dirigida por J.J.Abrams, no ha hecho más que crecer y desarrollarse armoniosamente. Esta tercera entrega, que cuenta con uno de los mejores villanos de la saga interpretado por Philip Seymour Hoffman, es fundamental en la evolución de la franquicia, ya que el director corrigió el desfase de la segunda entrega, humanizando al agente Hunt con una historia de amor y devolviendo protagonismo al resto de miembros de la FMI, en detrimento de su protagonista y en consonancia con el espíritu de la serie televisiva original.

J.J.Abrams se mantendría como productor desde entonces, junto a Tom Cruise, pero la dirección de la cuarta entrega sería encomendada a Brad Bird que había demostrado sus capacidades para el cine de acción en el divertidísimo film animado de “Los increíbles”.

Sería en la quinta entrega cuando Christopher McQuarrie se haría cargo de la dirección, manteniéndose en esa posición hasta hoy y dotando a los últimos episodios de una unidad de estilo y acción que consolidan las siguientes señas de identidad:

Misiones resueltas por todo el equipo de FMI en el que van variando sus componentes, presumiblemente por la dificultad de completar los castings en el momento de iniciar cada rodaje.

Escenas de acción trepidante conscientemente desmesuradas en las que su protagonista tiene una participación excepcional.

Tramas internacionales y complejas propuestas a través de diferentes artefactos que Hunt deberá aceptar al inicio de cada misión, exonerando al gobierno de cualquier responsabilidad.

Las misiones serán resueltas mediante la acción, el engaño y el escamoteo, resultando capitales las máscaras, que usarán indistintamente todos los agentes.

Villanos megalomaníacos, sádicos, codiciosos y desalmados, con una misión que suele atentar contra la existencia o los valores de Occidente.

Tema musical recurrente basado en la composición original de Lalo Schifrin para la serie de TV, que suena en los momentos específicos de la trama para puntear las escenas de acción.

Esta séptima entrega vuelve a servir el menú acostumbrado, esta vez con notables variaciones sobre los anteriores films de la saga, como son un mayor desarrollo vital de personajes, especialmente los de Hayley Atwell y Pom Klementieff, un mayor contenido dramático con visos de tragedia y una nueva vuelta de tuerca a las escenas de acción interpretadas heroicamente “sin dobles” por un esforzado y empecinado Tom Cruise.

En definitiva, los ingredientes vuelven a estar sabiamente dosificados por productores y director para dejar satisfechos a los fieles seguidores de la franquicia y a aquellos que se acerquen a disfrutar de un cine de acción desprejuiciado y espectacular.
Maximillian
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