Documental del estilo de Werner Herzog, o sea interesante pero plomazo.

Vemos imágenes submarinas bastante sorprendentes de las aguas frías que hay bajo el hielo del Mar de Ross, en la Antártida. Vemos imágenes peligrosas al borde del volcán Erebus, también en el sexto continente. Vemos y nos enteramos de los conocimientos de algunos de los doctos y también de las viviencias de algunos de los obreros que allí, en ese lugar tan inhóspito y "culo del mundo", han ido a trabajar. Vemos algo de los quehaceres de los que habitan en esa pequeña ciudad instalada en la costa del Mar de Ross: la gris y deprimente (al menos por fuera) Estación de McMurdo. Vemos incluso a un pingüino solitario que en lugar de seguir una dirección hacia la costa se dirige suicidamente hacia el interior del aterrador continente. Etc.

Interesante, pero sólo eso. Esta no es precisamente una de esas grandes películas del género "samuráis". La historia que cuenta es bastante buena (un samurái pobre de provincia que tiene que abandonar su clan de samuráis y cargar con esa deshonra y entrar en otro clan, todo por el hecho de poder mantener a su esposa e hijos, pues en el primer clan lo que le pagaban eran ínfimo y no daba para sobrevivir y al menos en el nuevo clan le pagan lo suficiente para que su familia no pase hambre).

La película nos muestra a un samurái pobre pero valiente, experto en la catana, fiel y honorable; pero que ante un samurái cuya máxima fidelidad se la prodiga a su familia, a cuidar de los suyos para que no le falte la mínima subsistencia.

A parte de esto, la historia está contada de forma muy enrrevesada, con momento demasiado prolongados de lloriqueo y sensiblismo innecesario.

Lo dicho, sólo es una película mediana sobre samuráis, o digamos que simplemente aceptable. Hay momentos de la misma en que más que un filme parece una telenovela.

Regular filme de bajo presupuesto, película de serie "C", del género ciencia ficción, donde aprovenchando la presencia de dos actores que se hicieron famosos catorce años atrás (Rutger Hauer y Brion James), ambos precisamente actuando en el famosísimo filme de culto del mismo género ("Black Runner", de Ridley Scott, año 1982), hacen aquí de reclamo para vendernos una historia regular, rodada de forma pésima aunque con momentos muy simpáticos e incluso un lindo final que dejan un buen sabor de boca. Los niños sin duda sí pasarán un buen rato viendo esta obra.

El argumento: un jugador, un conductor de un transporte espacial de basura y un joven minero buscador de oro, se asocian para ir hasta un asteroide llamado "18" e iniciar allí excavaciones dentro de una cueva tratando de hallar el tan ansiado metal.

Buena película de marionetas animadas, apta para niños, jóvenes y adultos.

Cuenta la historia de un zorro, Mr. Fox, casado con una zorra y con un hijo zorrito, que además está a cargo de un sobrino también zorrillo. Es un zorro con profesión respetable, pero su intinto de animal salvaje le lleva a salir por las noches a robar pichones, gallinas o lo que se tercie. Esto le acarreará dramáticos problemas, no sólo a él y a su familia, sino a muchos otros animales del campo; pero también le hará vivir aventuras de enorme intensidad y desahogo.

Lo más imantador quizás la interpretación del protagonista Oscar Martínez. El espectador se identifica de inmediato con este actor y su personaje, sobre todo el espectador hombre.

Curioso ese apasionamiento del maduro protagonista por una joven mujer espectacular de cuerpo que hacer reavivar el deseo sexual de un muerto, al estilo de la película "Diez, la mujer perfecta" (Blake Edwards, USA 1979) con recuerdo incluido del "Bolero de Ravel".

Curioso también ese ir posponiendo la lectura de un libro titulado "El nido vacío" para terminar leyéndolo una noche de insomnio y resultar cautivador. Quizás pase igual con la misma película, que cuando empieza a ser más actractiva es a partir del viaje a Israel y la impresionante escena del atardecer en el Mar Muerto; pero entonces la película va y... (descubránlo viéndola).