Un espléndido canto a la vida; una tierna oda al primer amor; una entusiasta defensa de la autenticidad; de lo que fuimos cuando no nos preocupaba lo que queríamos ser. Yann Samuell nos revela el secreto de la eterna juventud: el amor. No te conformes, no finjas, no renuncies, no te engañes, no desesperes. A través de su realismo mágico, ebrio de lirismo y creatividad, la película nos sumerge en una historia de amor entre dos almas gemelas condenadas a entenderse. Romeo y Julieta jugueteando hasta el desenfreno. Y una pregunta se repite machaconamente en tu conciencia: ¿capaz o incapaz?

Una comedia gamberra, romántica y muy redonda. Sin más pretensiones que la de hacerte pasar un buen rato. Un Quim Gutiérrez enorme, un reparto afortunado y un ritmo vigoroso hacen que te vayas a dormir con una sonrisa en la boca. Si en lugar de en Comillas la historia transcurriera en Las Vegas hubiera sido un éxito planetario. El cine español a veces nos da alguna alegría.

Ahora o Nunca ofrece al espectador la oportunidad de ver a dos colosos del cine en el mejor momento de su carrera, cuando cada una de las arrugas horadadas en sus caras les permite expresar la profundidad de una profesión vivida en plenitud. El guión es facilón y las postales previsibles, pero lo que en principio arranca como un drama desolador termina convirtiéndose en un palpitante canto a la vida. Muy bonita. Lloré como un niño.

Estupidísima road movie sobre las andanzas pueriles de una patrulla de policía de una carretera estatal, en las que sus miembros aprovechan los meses de servicio previos al cierre de la comisaría para vacilar a los conductores que encuentran a su paso,compitiendo entre tanto con la Policía local, con la que mantienen un conflicto por sus respectivas jurisdicciones. La película resulta ser una repetitiva sucesión de situaciones disparatadas que terminan convirtiendo lo que parecía una alocada escapada de colegas en un tortuoso viaje con tus suegros.