Película de terror de bajo presupuesto, pero con unos notables efectos especiales y un diseño de producción muy bien logrado. Eso sí: no apto para estómagos sensibles y mentes débiles. Es gore puro y duro (hay escenas realmente desagradables). No vas a encontrar la mejor historia (no he visto la primera así que algo se me habrá escapado) ni un gran trabajo actoral (destaca tal vez el payaso protagonista), pero sí la suficiente sangre y vísceras para deleitar a los amantes del género, y el ambiente ochentero que últimamente no falta en estas producciones. Para ver con los amigos en la noche de Halloween.

Este bodrio no resiste el menor análisis. Película (si se puede llamar así) a la que no se le puede atribuir ninguna a cualidad. Aquí no hay que entender, ni metáforas ni alegorías, simplemente violencia sin sentido, sin razón. Totalmente innecesaria. No se la recomiendo ni a un enemigo. Si no la ha visto, por favor, no asomarse ni por curiosidad.

De las ocho películas de la franquicia esta es la peor, inlcuso por debajo de la Monja, que ya es mucho decir. Tomaron otro de los casos en que estuvieron trabajndo los Warren, tal vez el que tiene la historia menos atractiva, y crearon un guión muy flojo, lleno de lugares comunes y aburrido. Teniendo en cuenta que más de la mitad de lo que muestran es ficción, pudieron crear una mejor historia pero se fueron por lo fácil y convencional sin una pizca de innovación. Todo ya visto mil veces pero peor porque ni da miedo ni entretiene. O renuevan la franquicia (si es que hay algo más para mostrar) o la dejan ya morir en paz.