Trepidante, explosiva. No es que el argumento sea nada del otro mundo (tampoco creo que lo pretenda), aunque no está nada mal; pero si te apetece pasar un buen rato de acción apasionante, en La Sombra del Reino se consigue al máximo. Pura adrenalina que te pone el corazón a cien. Y no le pidas "peras al olmo", ésta es una película de combate en territorio hostil con cierto mensaje (la frase del final dicha en los dos bandos es tremenda, abrumadora y lapidaria). Nada más. No es profunda ni intelectual, pero no le hace falta, porque intenta sólo entretener, lo cual también es gratificante.

Creo que parte de una idea brillante, pero torpe y tontamente desarrollada. Me ha defraudado mucho, principalmente por llevar el respaldo de la BBC y de HBO, que me tienen acostumbrado a obras de gran calidad. Continuamente me preguntaba cómo habían elegido a Ricky Gervais (muy pobre actor, en mi opinión) para el papel principal, hasta que descubrí que era uno de los directores y guionistas. En cada capítulo esperaba el arranque verdadero (porque las ideas prometían), pero llegaba el final y mi decepción iba en aumento.
Las intervenciones de las estrellas invitadas sí están a gran altura, mas por sí solas no levantan la mediocridad general.
Pero, en fin, quizá sólo sea problema mío; y no lo digo sólo por el crédito que me dan las productoras, sino por las críticas leídas en Filmaffinity. Prometo volverla a ver dentro de un tiempo, para reconsiderar mi valoración.