Estamos ante una película de 1987 en la que cuando una familia se muda a su nueva ciudad acaba descubriendo que es una ciudad bastante poco segura, ya que campa a sus anchas por ella un grupo de vampiros.

Lo que de entrada puede parecer la enésima película de vampiros sin carisma se convierte en una película juvenil a la que llevas quince minutos de metraje. Éstos vampiros son de los de antes, con poderes normales, pero se trata de un grupo de chavales jóvenes, así que sus aspiraciones son parecidas.

La cosa se complica cuando el hermano mayor de los recién mudados es convertido en vampiro, a la par que el menor conoce a un par de freaks que parecen saber el secreto de la ciudad y cómo erradicarlo.

En general es una película bastante correcta para la que los años no han pasado en balde, y no por los efectos especiales, sino por el estilo que hay en todo el metraje: peinados, tratamiento a la chica, relación entre los vampiros, los dos amigos del hermano pequeño… puro cine ochentero.

En su momento pudo tratarse hasta de una película de miedo, una aventura con vampiros que se movía a caballo entre la comedia y el terror.

Por desgracia a día de hoy se hace una cinta un poco cansina de ver. Los actores están cuanto menos de hostia con la mano abierta (el chico y la chica protagonista especialmente) y las motivaciones de los vampiros no me los convierten en villanos a destruir en ningún momento, más bien parecen una banda de moteros o algo similar.

En el lado bueno tiene escenas bien pensadas, algunas excesivas por los freaks que resultan y otras que conservan su gracia incluso a día de hoy.

Creo que es una película ochentera de segunda línea, de esas que te dan poco más de hora y media de no pensar en nada pero que igualmente tampoco aportan nada a tu vida, y estás hasta feliz de terminar para poder pasar a otra cosa. Muy lejos de otras cintas de culto de la época, y casi que sólo la salvo por el humor, por ver a Kiefer Sutherland y por el personaje del abuelo.

No la veáis a no ser que seáis unos fans totales de la época y su cine.

Ésta semana os traigo una de esas películas que cuando ves el tráiler no sabes muy bien si te gustarán o no, y más teniendo en cuenta que te has leído la novela en la que se basa y visto la primera adaptación y en ningún caso te han gustado demasiado.


Así pues, cuando la base no es demasiado buena, qué pasa al hacer una adaptación? Ya os lo adelanto: queda un producto bastante vacío y muy mejorable.

Carrie nos cuenta la historia de una chica a la que hacen bulling en el instituto, con una madre sobreprotectora (católica a lo bestia, que castiga a su hija por pensamientos impuros, etc…)

Lo gracioso del caso es que la chica parece tener poderes telekinéticos, que se manifiestan en los momentos de mayor estrés que pueden acabar muy mal.

Es una película bien producida y con unas actuaciones decentes (de las dos actrices principales, el resto tiene menos credibilidad que un político hablando de honradez), pero que se pierde en un guion insulso y sin demasiado sentido (de verdad, la escena de la ducha, a siglo XXI es más risible que otra cosa).

El trozo de casquería y muerte bien, el resto pasable sin más.

Vale la pena? No. Un producto muy discreto que no puedo recomendaros (bueno, si os gustó el libro o la primera peli seguro que ésta os entretiene).

Hoy os traigo una película de la que se habló mucho el año pasado, primero porque venía de la mano de Steven Spielberg, segundo por la cantidad de oscar a los que estaba nominada y tercero por ser la biografía de un presidente americano.

Lincoln nos cuenta una parte de la vida como presidente del famoso presidente de los Estados Unidos, un presidente que está en plena guerra con el sud a la vez que intenta dar algunos derechos más a los negros.

Es una película que nos cuenta más cómo fue la negociación para conseguir esos votos y algunos elementos de la vida personal de Lincoln que algo político al uso.

Como película biográfica no funciona, más que nada porque el período de la vida del protagonista que adapta es realmente escaso, quedándose con ganas uno de saber más sobre Lincoln.

Derivado del poco trozo de su vida que veremos tenemos que hay poco contenido en la película, y eso en una de más de dos horas y cuarto es un pecado mortal. Por qué? Pues por la falta total y absoluta de algún tipo de tensión o ritmo narrativo.

Es de las películas más soberanamente aburridas que he visto en los últimos tiempos, no por mala, sino porque no pasa nada salvo en un par de momentos muy puntuales. Creedme si os digo que habiendo Spielberg detrás esperaba al menos algo de ritmo cinematográfico.

El retrato de Lincoln tampoco me parece tan espectacular como para que le dieran el oscar a Daniel Day-Lewis, que no hace una mala interpretación pero que tampoco está para tirar cohetes (un personaje bastante soso).

Luego está lo bueno, que no es otra cosa que la recreación de la época (vestuario, escenario, etc…) vamos, que el dinero se nota y todo lo que veremos está muy bien hecho y con mucho gusto. Ah, y la interpretación de Tomy Lee Jones, que se come a Daniel con patatas.

Resumiendo, una película que veo sumamente sobrevalorada (sobre todo por la crítica “profesional”), aburrida y con poca sustancia que sólo recomiendo a los fans de los sucesos que en ella se narra o a los locos de las recreaciones históricas, el resto poneos cualquier chorrada de sábado por la tarde que os lo pasaréis mejor…

Para los que no hayáis visto la película, Intocable nos cuenta la historia de un joven de barrio marginal francés que va a una entrevista de trabajo para que le sellen el carné del paro. Una entrevista para cuidar a un tetrapléjico rico, que al ver el desparpajo y la poca piedad del chaval acaba por cogerle a prueba.

Y es que el buen hombre está más que harto de la compasión de todos aquellos que no ven más allá de la silla, y tiene ganas de tener cerca a alguien que le vea como a una persona.

Desde ese momento irá creciendo una amistad entre los dos protagonistas, a la vez que conoceremos más sobre sus entornos.

Se trata de una comedia que mezcla el humor incorrecto (sobre la incapacidad) con el drama y la creciente amistad de los dos personajes. Una película muy agradable de ver que no se ceba en los momentos dramáticos y que sabe llevar con soltura ese humor tan peculiar.

Aunque lo que mejor funciona es la química entre los dos actores. De verdad que cuando aparecen ambos en pantalla la llenan, tiene ese algo especial que sucede cuando se está en estado de gracia.

Me ha resultado una grata sorpresa (sí, pese a lo buenas que eran las críticas), y pese a no ser una película perfecta sí que es de las mejorcitas que he visto últimamente.

Fresca y divertida, la recomiendo sin reservas para todo aquél que quiera pasar un buen rato.

Hace ya un par de años, por una de esas ofertas extrañas que se encuentran de vez en cuando por internet, pude hacerme con una copia de una de las películas de ciencia ficción con mejores críticas de todos los tiempos. Blade Runner.

Un supuesto clásico intemporal que se metía de lleno en intentar buscar qué es lo que nos hace humanos, con una cinta en la que una serie de androides programados para morir (con tal de que no desarrollaran sentimientos por tener una vida más largas) intentan buscar una forma de alargar sus vidas.

Mientras, un Blade Runner interpretado por Harrison Ford les intentará dar caza, porque no puede haber androides sueltos y sin control.

Todo ello ambientado en un futuro gris, decadente y sin valores. Con anuncios por todos lados y con un aspecto melancólico y triste que le sienta muy bien.

Y ya está, la película alterna escenas de los androides buscando a su creador y de Ford buscándoles a ellos, en una cinta que destaca por los buenos efectos especiales (tiene treinta años y apenas le pesan en ese sentido) y estupenda banda sonora.

Porque el resto me parece flojo cuanto menos.

Las interpretaciones van bastante bien durante casi toda la cinta, pero llega un momento en el que la cosa se pone bizarra y no hay por donde cogerla.

Eso se une a que una película en apariencia sencilla, lineal y sin demasiadas complicaciones, da vueltas sobre lo mismo y mete con calzador escenas que no vienen a cuento para dar una supuesta poesía que ni necesita ni le sienta bien. Y que no se me olvide lo poco desarrolladas que están las relaciones personales de los personajes, un punto que podría haberle dado más humanidad al conjunto.

Y por si fuera poco hay incongruencias en según qué escenas (como el final del combate contra la androide, si lo tienes en el suelo y grogy, mátalo, no vayas a coger carrerilla para dar volteretas…) que no hacen sino aumentar la sensación de desaprovechamiento que impera en toda la cinta.

De verdad que me ha decepcionado como hacía tiempo que no lo hacía una película; y no entiendo como a día de hoy no es uno de esos mitos caídos. Porque hay que ver la facilidad que tiene la cinta para liarse sin motivos.

Con decir que lo mejor de la cinta es lo que no se nos muestra (ya la mítica frase final del androide), que se deja al pensamiento de cada cual (el final, por qué no matan al prota, etc…) ya se dice todo.

No creo que valga la pena verla, de verdad, no es mala con avaricia, pero hay cosas infinitamente mejores para ver y pasar el rato.