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España España · Madrid
Críticas de Pedro
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Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
2
25 de agosto de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Traducida sería algo así como "no puedes confiar en nadie", pero fíate de mí si te digo que es serie B de la chunga.

Los actores son nefastos, sus personajes totalmente planos, la producción es cutre a más no poder, la fotografía es de aficionado total, con algunos planos cámara en mano con movimientos muy torpes y el empleo de luces naturales e iluminación de interiores sin ninguna personalidad ni matices.
Los movimientos "de acción" están fatal representados y coordinados, la trama es estúpida a más no poder, pero debido a un mal montaje se hace enrevesada por ineptitud, y el empaque general es gris y casposo.

Dura poco, lo cual es de agradecer, porque si durase más ni los encargados del montaje, por cierto nefastos también, habrían podido soportar el trabajo al completo... la habrían dejado inacabada.

Lo mejor: nada.
Lo peor: todo lo demás.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro
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9
27 de febrero de 2023
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
No todas las mezclas salen bien; no todas las recetas por elaboradas que parezcan, a las que añades sabores diversos, a veces incluso enfrentados, saben bien; pero a veces, como ocurre con algunos platos exóticos donde se mezclan lo agrio con lo picante y lo dulce, para aliñar una comida salada, se da con la receta milagrosa y sucede que está buena, muy buena, y que sirva como ejemplo algo tan simple como el arroz con salsa agripicante (casi siempre con un puntito dulce, y hasta "ocasionalmente" meloso) que puedes degustar en restaurantes orientales, de diversos países (no exclusivamente chinos); la cuestión es que para los gustos, que cada uno tenemos el nuestro, están las combinaciones; o no; pero esta vez sí, creo sinceramente, que sí ha funcionado.

Dejemos lo culinario, y vayamos al turrón (¡anda!, que también es comida): Camille Griffin, para mí y creo que para todo el personal, es una absoluta desconocida. Ignoro la experiencia previa que pueda tener como guionista, directora, asistente de cámara, traductora, o vete tú a saber qué en el mundo del cine, sin embargo aquí la tenemos dirigiendo, nada más y nada menos, que una película con un elenco de actores (que para sí quisieran algunos directores más experimentados y con peso en la industria) como Keira Knightley, Matthew Goode, Annabelle Wallis, Lucy Punch, Lily-Rose Depp (hijísima del celebérrimo Jack Sparrow... ¡perdón!, Johnny Depp), en una producción que se ve "cómoda" en cuanto a gastos se refiere, con una excelente banda sonora compuesta por un acertado (como siempre) Lorne Balfe, discípulo y empleado de Hans Zimmer (ojo al dato), y encima aprovecha para sacar tajada por cuadruplicado colocando en la película a su tríada de descendientes (su progenie al completito, vaya); y ¡hala!, así, como si nada, la Griffin se me merienda con el té con pastas de las cinco un miríada de libras esterlinas ejecutando (va con doble sentido) su propio guión.

Recapitulemos, esta tía tiene un enchufe del tamaño del London Eye; pero lo importante, lo verdaderamente valioso del meollo, es que sale muy airosa, muy empoderada (muy woke, dirán algunos maledicentes) y dejando, en mi opinión, una obra excelente, de humor negro absolutamente British, ácida, enérgica, soberbiamente actuada, con algún que otro histrionismo "contenido", bien hilada aun teniendo por delante un batiburrillo importante en ciernes. Podría desbarrancar en cualquier momento, porque todo lo que sube, como la tensión de las situaciones (ese inevitable y buscado in crescendo) baja, y a veces lo hace de golpe, y cuando la película ya se ha estrellado, es difícil reponerse... pero no, lo roza, roza el borde del abismo, pero lo salva, con diálogos febriles, arremetidas punzantes, de traumas pasados comunes que no dejaron cerrar pequeñas heridas, ya demasiado grandes y con poco, o nada de tiempo para darles cura, sutura... en definitiva, lo que empieza como una ligera comedia costumbrista, con la Navidad como elemento cohesionador, pasa rápidamente al drama revelador, al campo de batalla donde recuperar las balas perdidas de hace años, y volver a cargarlas esperando, ahora sí, que den en blancos que ya no se mueven, que ya no huyen, porque ya ni quieren ni, lo que es peor, pueden hacerlo.

Pero hay más actos en la película, no solo dos, no, hay un tercer y un cuarto actos, donde las familias reunidas, ya en un plan más cercano y directo (qué remedio), se intercambian no pocas sinergias, algunas nuevas tensiones y parece todo un ¡empecemos de nuevo la noche!; reseteemos la memoria y bailemos, bebamos, intimemos, comprendamos, aconsejemos... apoyémonos los unos en los otros; más parece un entreacto en una guerra, algo incompleto... y llega el cuarto acto, el de la verdad, el de enfrentarse a lo que lleva evitándose toda la noche, a la verdad inexorable, inevitable, la verdad que no es simplemente sentimientos que fluyen y flotan en el aire (¡ay, puñetero el aire, maldito el viento!), y aquí, la tragicomedia se arranca y desecha la parte de comedia, la impostura, abandona lo gracioso, lo corrosivo, lo ácido pero inofensivo a la vez... se olvida de los antiguos amores, de los miedos adolescentes, de las tonterías y naderías propias de la inmadurez... ahora toca enfrentarse a la maldita verdad que los ha reunido en esa villa señorial, a la realidad más dura que ningún humano, ya sea niño, adolescente o adulto pueda enfrentar jamás. Y sí, la Griffin, llegados a este acto, después de haberse merendado las pastas, las libras esterlinas y su propio guión, remata la película con un final (de finales) a la altura del drama que ha desarrollado y plasmado en la pantalla, con un dolor y unos crujidos internos que a mí, personalmente, me han erizado la piel más que muchísimas películas de horror de los últimos tiempos. ¿Soy un sensible, un blandito? Puede, no sé, es posible, de joven lloré viendo "Bambi", y lo pasé fatal viendo en el cine "El Sexto Sentido", pero hete aquí, que mil y pico películas después, una obra, una buena película, una excelente tragicomedia me deja desasosegado, casi traumatizado aunque, desde el mismísimo principio, ya presagiara "todo todito" el final*.

Espero, creo, estoy casi seguro, que no he revelado nada de la película, que no se supiera de antemano. Solo dejaré para la zona de spoiler una pequeña nota sobre "ese final". Y ya está, me he dejado llevar por las urgentes ganas de respirar hondo, después de haber soltado lo que he estado unas pocas horas aguantándome y madurando con no poco resquemor. Esta película me ha hecho un poco de pupita, y "ese final", ¡ese puñetero final!, me ha dejado herido.

Suelo dar algunos sietes y ochos, no con facilidad, pero no me cuesta "tanto tanto" como los nueves, y no digo ya los dieces, y esta película hubiera merecido mi 9,5, pero las normas de la casa ignoran a los medios puntos y a los ceros; con lo que algunas películas se los merecen, ¿verdad?

*Me he centrado en los personajes, pero hay un gran mensaje ecologista también.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pedro
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