Podría poner otro titulo a mí crítica como este. “Como desperdiciar a tres buenos actores” o “Si quieres entretenimiento, aquí no lo vas a encontrar”. Porque esa es la sensación que me ha dejado está película, en la cual una niña muy responsable vive con su padre en una isla desierta, hasta que un día el muy irresponsable sabiendo que la niña es muy independiente y se sirve por si misma se pira a ver unos protozoos. Después tenemos a una famosa escritora de una serie de novelas que encima es agorafobica y bastante maniática. Así que una vez se pierde su padre a la niña no se le ocurre otra cosa que decirle a Jodie Foster que vaya a la isla para ayudarle a encontrar a su padre creyendo que el personaje que escribe Jodie Foster existe de verdad y que así la pueda ayudar. Esto es lo que realmente me chirría, no puedes enseñar como una niña de 11 años, prepara la comida, caza, nada con el león marino hasta el infinito y más allá, para luego decir que se cree las historias que lee en los libros. Otra cosa, no se puede poner a un actor con cierta popularidad en el póster para que haga solo apariciones esporádicas. Eso en mi pueblo es publicidad engañosa, y si luego nos venden aventuras y acción para todos los públicos, para encontrarnos con un soberano aburrimiento, pues apaga y vámonos. Lo mejor es el inicio de la película en la cual nos cuenta una historia con muñequitos (cosa que me recordó muchísimo al principio de Hellboy 2) la música de Patrick Doyle y repito, las apariciones esporádicas de Gerald Butler como el héroe imaginario

¿Cómo hacer una película en la que sabes el final antes de que se apaguen las luces pero aun así te mantiene enganchado a la película sin poder apartar los ojos de ella? La respuesta la tiene Bryan Singer. Y la culpa la tengo yo en tardar tanto en ver este peliculón. Porque Bryan Singer te atrapa dentro de una conspiración para matar a Hitler, pero con un sentido del ritmo y suspense tan bien medido que ya quisieran para si muchos directores. Todo acompaña en el film, las actuaciones (Tom Cruise mucho más convincente de lo que esperaba), la música y montaje de John Ottman etc. Podría seguir y seguir, pero prefiero que vayáis a ver la película y sorprenderos vosotros mismos. Porque vale mucho la pena

Acojonantemente tensa es el film de Breck Eisner, que de momento se lleva el título de revelación de la temporada. Empezando por su pareja protagonista, una guapísima y cada día mejor actriz Randha Mitchell y Timothy Olyphant. Sobre este último hay que aclarar un par de cosas, le llovieron ostias de todos los lados por no estar a la altura en la Jungla 4.0. Luego hizo esa cosa llamada Hitman y entonces a cada proyecto que se asociaba el nombre de este actor sonaba a mugriento. Y entonces este tío protagoniza Una escapada Perfecta con Milla Jovovich y Steve Zahn y lo borda. Y para acabar protagoniza esta película ya que sobre su personaje recae todo el peso del film y el tío aguanta como un campeón. Lo que me lleva a una pregunta ¿no hemos sido demasiado injustos con él entre los que me incluyo? Porque Olyphant no es un cara palo como Orlando Bloom y maldita sea tiene carisma suficiente y su personaje nos lo creemos y nos cae demasiado bien como para preocuparnos de que no le pase nada. Y ese personaje con un mal actor no nos preocuparía en absoluto. Pero otro punto se lo lleva Breck Eisner con un ritmo perfecto, abundantes dosis de sangre, escenas tensas de cojones (la escena en la morgue con el forense o la pelea en el ático de la casa del sheriff son muestra de ello) En resumen, peliculón ultra entretenido, que os aseguro no os arrepentiréis de ir a verla

Hay una cosa que no aguanto de esta película, no solo justifica los asesinatos de Hannibal bastantes años después, sino que además en esta película lo convierten en un héroe de acción, Hannibal es un asesino sin escrúpulos que le da igual matar a uno o a otro, siempre y cuando remitan sus ansias de matar. En esta película, lo convierten en un héroe porque se quiere vengar de lo que le hicieron a su hermanita (que por cierto es una ricura de niña). Hasta ahí la película transcurre bastante bien hasta…

Y esa es la pura realidad, una película que empieza muy bien, con infinidad de gags realmente desternillantes pero pasados los 55 minutos se vuelve un tostonazo. Uno se cansa de que Will Ferrel y John C. Reilly hagan el gilipollas por todas partes cada 30 segundos de película, por lo cual, toda la fuerza con la que empieza, se diluye como un azucarillo. Y esa es la gran lacra del film, dirigida por Adam McKay (la primera vez que veo una película de este tipo, y la verdad, ni fu ni fa) que deja que los actores hagan lo que les salga de los huevos en algunas escenas. No hay nada más que ver la escena en la que canta delante de su hermanastro, que en vez de hacer gracia, da puta pena. Lo mejor, sin ninguna duda el videoclip Putas y Barcos, desternillante desde que empieza hasta que acaba, sobre todo porque la letra y lo que ocurre al final del mismo, va hacer que lloréis de la risa