Cuando me senté a ver esta película reconozco que pensé que me sentaba a ver una mas de "vaqueros". Fue entonces como me encontré en los primeros minutos de ésta, con Guy Pearce (lo recordámos todos seguramente de L.A. Confidential, en un personaje que seducía desde su oscuridad, o mismo desde Memento) aquí juega el papel del jefe de la brigada al que solo podremos apreciar unos breves minutos más antes que vuele en pedazos. Bueno, fue ahí donde abrí los ojos y me dije: - ¿pero cómo y ahora como sigue esto?- -¿es que un desconocido va a llevar esta película hasta el final?.
Pues bien resulta que el desconocido resulto ser Jeremy Renner (el niño cuasi-afeminado de Dahmer, el resentido aquel de North Country, ó el traidor de SWAT que nos dejó con ganas de mas) si el mismo, el rubiecito de ojos azules que encarna al Sargento James y punto.
Volvamos a la película, que es a mi entender de lo mejor que he visto en estos últimos años. Por lo soberbia, por lo segura de si misma, porque no hay golpes bajos, no hay situaciones cursis ni lacrimógenas, no hay sexo inútil.
Si hay sensaciones; todo el tiempo desde el momento en que parece que la cámara la llevara uno mismo al hombro; hay obviamente adrenalina desde el primer hasta el último cable que se corta; hay angustia cuando el Sto James dice: "lo siento no puedo ayudarte" (al umbomber) y hay mucha testosterona desde el comienzo hasta el final de la película en todo el sentido mas amplio de la definición.
Es así como describo una película perfecta para una directora a su altura (la misma que le sacó jugo a las piedras a Keanu Reeves en "Le llaman Bodhi") la misma que se permite un toque de poesía si se quiere, solo con mostrar un barrilete haciendo figuras en el aire despues de una explosión; un elenco que rindió como un pocker de ases desde Guy Pearce, Ralfh Fiennes, David Morse, Anthony Mackie hasta Brian Gerathy, y como si necesitara más; hay más, un protagonista que se carga la historia con algo que se llama talento, solo eso una historia; que cuenta eso, un trabajo; que muestra eso una respiración bajo la escafandra que hace sentir los 40º del desierto aún en el sofá de casa, o simplemente la mirada de un hombre perdido en la góndola de un supermercado donde no sabe que cereal elegir para su bebé, pero si sabe que cable cortar para no volar en pedazos. Eso es para mi esta película, una historia donde las sensaciones cuales quieran que sean, las pone el espectador, eso es para mi Jeremy Renner, un comodín que vale más que el pocker de Ases, un actor brillante para un personaje que tiene la complejidad de contar una historia simple.