No perdáís el tiempo discutiendo sobre si Dogma sí o Dogma no. Yo creo que en el fondo el manifiesto no fue más que una de estas dos cosas: o una solemne tomadura de pelo (existe un humor nórdico, incluso en Bergman) o una hábil operación comercial destinada a promocionar un cine que no veía nadie ni en Dinamarca (y que por por cierto ¡funcionó!). Puede que hasta fueran las dos a la vez.
Pero, al margen, Celebración es un peliculón en Dinamarca y en la China, en color o en blanco y negro, enfocada o desenfocada, iluminada o no, con o sin música, con actores sin maquillar o rodeados de estilistas 24 horas al día...
Supongo que la clave es que, al fin y al cabo, lo único fundamental para rodar una película son un par de cosas sencillas: un buen guión y unos actores todavía mejores... ¡Toma dogma!

Una duda que me corroe: estas "cosas" (llamarlas películas parece excesivo) ¿las ven los tíos solos o invitan también a sus novias? Y si las ven solos y en grupo (ya sabes, entre colegas), ¿entonces qué hacen? ¿terminan cascándosela los unos a los otros?

La comedia que Fassbinder nunca llegó a realizar. Probablemente esto sea todo lo graciosa que puede ser una película alemana, qué se le va a ahacer, para la ópera estás más dotados. Pero tiene un punto enloquecido que ya quisiera Almodóvar y que hace la película tan rara como atractiva.

Las razones por las que una película llega a un determinado espectador pueden ser muchas y muy diferentes. No he leído la novela de Almudena Grandes, pero es evidente que a Herrero y a la Sinde se les han tenido que quedar cientos de páginas por el camino, así que no puedo entrar en la habitual, y más bien inútil, polémica al respecto (siempre he pensado que las mejores adaptaciones cinematográficas son las de novelas malas que no ha leído nadie). Pero si hay un motivo por el que recomendaría sin reserva esta película (y que justifica al menos seis de los siete puntos con que la he obsequiado) éste tiene nombre... y apellido también: Cuca Escribano. No la había visto nunca, que recuerde, y esta noche cae "Poniente", que tengo en una cinta de video desde hace años y nunca encontraba el rato. Hacía mucho, mucho tiempo que no me creía un personaje de una película española como lo he hecho con su más bien architópica asistentita. Convertir esa serie de clichés encadenados en una mujer de carne y hueso (¡y qué carne!) sólo está al alcance de fueras de serie. Lo que habría podido hacer Cuca con el papel de Penélope Cruz en "Volver" no es difícil de imaginar.