Ciencia ficción protagonizada por cuatro repartidoras de diarios que, por destino, resultan ser viajeras en el tiempo. De manera "accidental," descubren la existencia de guardianes del espacio-tiempo y cómo las cosas se desvían de su curso exponencialmente.

Parece lograr mucho con un presupuesto limitado. La continuidad y el ritmo son, en ocasiones, torpes, pero las actuaciones de las chicas salvan el trabajo descuidado de la dirección. Además, hay una historia original y muy creativa, posiblemente única, que deja sin defensa a muchas otras series de misterio y ciencia ficción. Destaca el trabajo conjunto del poder de la amistad, tanto individual como grupal, los matices de sus diversas características y personalidades, y la noción del tiempo como una ilusión.

Espero que los efectos visuales y la animación digital tengan un mejor presupuesto en la siguiente temporada.

Truco efectista de recursos actorales edulcorados (que gusta al gran público de los premios comerciales de E.U.) pero no de cinematografía; artificial, sintético, más plástico que plástica. Anderson no ha podido igualar o superar "There will be blood" (2007) que también peca de cierto tono artificial que separa demasiado al cinéfilo del evento estético -si es que lo hay en algún momento, solo puede ser percibido a través de otro enfoque, el enfoque del casting y los coloridos neón que funcionan bien para el 4K -. Un intento de rescate desesperado del pasado ante el gran caos que se vive en el presente y probablemente el peor que se avecina. La salva la aparición de Bradley Cooper?

Hay grandes desconexiones entre los personajes y el estado de las cosas, tratando de imitar el estilo de ROMA de un drama familiar, un momento histórico que marca a una ciudad, junto a la nostalgia hay destellos y explosiones en las que el espectador quisiera meterse a la pantalla pero lamentablemente todas ellas caen por su propio peso una a una como oro molido en las manos de un Sorrentino que no ha podido dar el paso al cine, interrumpe o cancela sus mejores escenas y a sus mejores personajes, el protagonista es mortecino, tal y como uno de sus personajes lo dice, "ma quand'é che avete cominciato a essere cosí deludenti? A partir del minuto cuarenta y tantos solamente desilusión, decepción, no hay mano de Dios.

El problema principal de pretender montar una actualización de los cuadros de Federico Fellini es que resulta en una cinemática virtualizada, llena de color pero vacía de cine y por lo tanto de belleza, la fotografía puede ser exquisita pero el cine se reduce a una contemplación de la crítica y caída en el tiempo presente y superficialidad, transmite ese mismo vacío al público y lo que podría ser un buen documental del final de los tiempos de la gran belleza queda como una colección de imágenes de instagram sin el impacto profundo que clama cada cuadro de negativo, lo que se quiere contar es tan básico como para introducirlo en un cortometraje que acabe dominándolo todo.