Para los que no les guste el humor absurdo, no vayan a verla. Para los que sí, que lo hagan pero acompañados de amigos y predispuestos a reirse. Aún así la película no le llega a la suela del zapato a los clásicos como las sagas de Aterriza como puedas, Agarralo como puedas y la gran obra maestra Top Secret, eso son palabras mayores.

La mejor película deportiva y una de las mejores de la historia del cine desde mi punto de vista. Lástima que las secuelas ( se salva de la quema la II ) le fueron quitando valor con el paso de los años. Aún así como saga no está mal, pero la IV incluso hace daño.
Imprescindible para alguien que se considere amante del buen cine.

No pensaba escribir crítica para esta película, pero al leer al crítico Roger Ebert del Chicago Sun-Times, justo después de la sipnosis, he decidido teclear unos minutos a favor de los que tenemos Home-Cinema, mejor dicho, de los que nos gastamos una buena billetada en un potente Home-Cinema, y estamos ya un poco cansado de las películas de "chachara" que no es que todas sean malas, pero el cine también es espectáculo, y este filme de Rob Cohen lo es. No pasará a la historia del cine como la película más sesuda, pero si lo hará por ser una de las pocas películas que te hacen estar orgulloso de la dedicación que muchos de los aficionados del Dolby 5.1 y 6.1, DTS, THX, etc, etc, invertimos en el cine, tanto los que están detrás de las cámaras, como los que estamos delante de la pantalla ( y los altavoces, claro).

Al salir del cine, no podía dejar de preguntarme, ¿cuándo?, ¿cuándo volveré a ver otra película más del genial Kevin Smith, el Woody Allen de la generación "freak"?. Éste es otro muy buen film del, cada vez menos, joven chico de Jersey.

Para enmarcar, se podría catalogar como película bonita (algo que tanto gusta decir a nuestras mamás con las cintas románticas), pero digo "se podría catalogar como bonita" porque sus protagonistas y sus sucias lenguas no la dejan a ese nivel, tanto es así, que rectifico: Las santas sucias lenguas de sus protagonistas, la encumben más allá de ser un largometraje bonito, es gorrinamente bello.

La película de humor por antonomasia, reír sin pensar, reír porque sí, reír y solo reír, es lo que le pido a una comedia, y ésta me lo da en cantidades industriales. Vuelvo a pensar que para mí, el humor estúpido es el más inteligente y viceversa. No entiendo cómo se le puede otrogar el cartelito de humor chabacano... pero en fín, para gustos películas de Woody Allen.