En su momento me decepcionó mucho y salí cabreado del cine pero el paso del tiempo me ha hecho cogerle cierta respeto a esta innecesaria tercera parte de Terminator. Al menos la acción está rodada de un modo más clásico, siendo más respetuosa con las entregas dirigidas por Cameron, tiene un saludable ritmo narrativo y los guiños que se incluyen a la saga tienen cierta gracia. Es de agradecer que se muestre a un T-800 con un comportamiento más robótico que el de la segunda parte, aunque sobra decir que Schwarzenegger con 56 tacos ya no estaba para estos trotes. Aunque hay algunos puntos de humor aceptables también tiene diálogos muy ridículos y por supuesto es una estupidez que hable sobre gilipolleces del destino, es lo que más molesta de esta entrega, que se pasen por el forro aquello de "No hay destino solo existe el que nosotros hacemos". Tiene más defectos, por supuesto, como la pésima banda sonora, el John Connor subnormal y la mediocre interpretación de Kristinna Loken, la historia resulta repetitiva y tiene varios agujeros, el ordenador canta demasiado en muchos momentos y realmente es penoso que tenga peores efectos especiales que Terminator 2, que fue rodada en 1990, de la cual copia descaradamente su estructura y acaba pareciendo un remake a lo cutre, pero... al menos es una película de acción aceptable y entretenida con las dosis de violencia necesaria, eso es más de lo que puede decirse de ese esperpento infantil y aburrido que es Terminator Salvation. Se deja ver, aunque cualquier comparación con las anteriores la deja en muy mal lugar. Muchos hablan de que el final es dramático y audaz pero lo cierto es que no es más que una excusa barata para seguir estirando la saga.

Thriller intenso, atrapante de principio a fin, buena historia que te hace pensar y contiene escenas de suspense más que logradas. No tiene grandes interpretaciones, Hugh Grant está soportable al menos, Gene Hackman aparece poco y cuando lo hace no cambia mucho de expresión, me parece el clásico actor que aporta nombre y se esfuerza en sus interpretaciones solo cuando le apetece.

Desde luego que la película también tiene clichés propios del cine de los noventa, pero es justo decir que aquí no molestan demasiado y está por encima de la media en cuanto otros thrillers de esa época. No será una obra maestra pero comparado con lo que se hace actualmente sale muy bien parada.

Esta película es tan inútil como un ambientador con olor a mierda, de principio a fin, soberanamente estúpida, no hay ninguna posibilidad de entretenerse con ella a no ser que seas ciego, en ese caso tal vez hayas desarrollado el sentido del oído hasta tal punto que puedas enterarte de lo que pasa, si es que realmente ocurre algo.

No merece más palabras.

Otra americanada más de acción sin nada que aportar al género salvo un sobreactuadísimo e insoportable John Travolta haciendo un lamentable papel como el villano de turno. Esas sonrisas, esa forma de frotarse la frente y mover el dedo, de veras que es muy difícil de soportar. Christian Slater no tiene el carisma suficiente para interpretar al héroe de la historia, aparte de que tampoco me parece un buen actor. Respecto a Samanha Mathis, simplemente no es creíble en ninguna de sus acciones.

La historia es tipicona y previsible, esto se podría perdonar, pero es que ni siquiera las escenas de acción son nada del otro mundo, de hecho hay unas cuantas coreografías de lucha que dejan mucho que desear y en ningún momento consiguen subirte un mínimo la adrenalina por que siempre sabes como van a acabar. Woo se pasa la lógica por el forro metiendo estupideces tales como una escena de Slater subiéndose a un coche saltando hacia atrás (?¿?¿?¿). Es entretenimiento de baja calidad, solo apta para espectadores poco o nada exigentes con este género.

Floja, las incoherencias de la historia son cada vez más gordas, los que hacen de simios, a excepción de Roddy McDowall, parecen todos retrasados mentales, el maquillaje va de mal en peor, las escenas de acción son absurdas y encima final abierto.

Lástima, por que de haberse hecho bien esta historia habría sido una buena forma de cerrar la saga. Resulta entretenida pero es muy difícil tomársela en serio y no consigue generar ninguna tensión. De la profundidad del mensaje de la primera ya solo quedan resquicios. Solo para incondicionales.