Aburrido film en el que los personajes se mueven de un lado para otro sin ton ni son, predecible, lleno de tópicos y que únicamente sorprende al final.
Prescindible, aunque esté protagonizada por John Wayne.
Una pena y una pérdida de tiempo.

Estupendas interpretaciones de Bardem y de los familiares de Ramón en una película inteligente en la que Amenabar sabé qué teclas pulsar y cuando hacerlo para que el espectador reaccione. A pesar de esto, Amenabar nos quiere vender la película como neutral cuando no lo es, desde el momento en que aparece el cura interpretado por un Jose María Pou sobreactuado y excesivo, fuera de la línea real y comedida que lleva la película desde el inicio, y por el final encontrado de los personajes principales (además moralizante e innecesario).
Para defender tus ideas no hace falta atacar las de los demás.
El personaje de Ramón hubiera resultado más interesante si hubiera mostrado aunque fuese un sólo instante una duda razonable, en vez de plasmarlo de una sola pieza, irresistible cual dios. Eso lo hubiera hecho más humano y cercano.

Historia edulcorada y tradicional, pero simpática y por lo general entretenida, donde Skip demuestra una tremenda versatilidad interpretativa, superior a al mayoría de sus compañeros de reparto humanos, en la mejor tradición del Eddie de la estupenda Frasier.

Inevitable la comparación con la también producida aunque no dirigida por Burton Pesadilla antes de Navidad, la ambientación imaginativa y gótica siempre sobresalen, así como la animación, aunque los gags y la historia no dan para mucho.

Steven Seagal es el bueno. Steven Seagal zurra a los malos. Steven Seagal salva el día. Repite el esquema para el resto de sus películas y conseguirás la saga más larga de todos los tiempos (con permiso de Karate Kimura).