Los EEUU apoyando a los fascistas centroamericanos. Si no sabías esto, mírate esta película.
Rodada con sobriedad y sin alardes de ningún tipo, su visión casi revuelve el estómago de ver lo que apoyan los USA. El periodista lo deja muy claro, esto no es más que una revuelta de campesinos, no un movimiento prosoviético, pero claro... y si a los revoltosos les da por cuestionar la propiedad de la tierra? En cualquier caso la estrategia de siempre, primero te llamo comunista y luego te liquido. Incluye un homenaje a Robert Capa y su trabajo en la guerra civil española, pero eso tendrás que verlo.

Fascinante Murnau hasta llegar al final que no hay quien se lo trague.
PD: He leído aquí mismo una crítica dónde se enjuicia el comportamiento de los personajes de hace cien años con los parámetros del feminismo del siglo XXi y eso lleva a la autora a ponerle un 4. ¡Uy qué miedo me da estooo!!

Si durante aquellos años de la carrera espacial eras un niño que vivía embobado con naves espaciales y cohetes que querían ir a la luna, entonces no te la pierdas. La URSS no hacía películas de estas, pero ahora que podemos, a disfrutar con el paseo espacial de Alexander Leonov y la ingeniería de Serguei Koriolev y su R7 Semiorka. Porque, no todo va a ser Hollywood y Apolos.

Dicen que es la peli más floja de Farhadi, dicen que es un drama familiar. No es cierto. De hecho creo que es difícil entender esta peli si se tienen menos de cincuenta años, si no se es de esa España rural y brutal, como decía Neruda, “seca como un océano de cuero”. El meollo no está en lo que se ve en pantalla, sino en lo que se sugiere. Quién es el amo, la tierra que dio siempre el poder en este país de señores, caciques y siervos. Preguntas que quedan en el aire y que la mayoría se van del cine sin importarles la respuesta. Las tierras, eran mías. Nosotros, la familia, los amos, sí, los amos, así se dijo siempre. “Tú no eres más que el hijo de la criada”, le espetan a Paco y las tierras por arte del birlibirloque volverán a la familia. Toda una parábola, quién sabe si nuestra herencia hispanomusulmuna. Como dice Farhadi, entre la España y el Irán rurales no existe diferencia. En el fondo hubiera dado igual plantear un secuestro u otro intríngulis, magistralmente el director nos hace creer que es lo que cuenta, pero no lo es. Y todo eso con Bardem, Cruz, Fernández, Lenni .. Uaaa!

Un señor maduro limpia váteres y es feliz. Ya está.
La película está bien, ya se ha dicho casi todo: minimalista, apología de lo cotidiano, sencillez etc etc. Pero... ¿Eso es todo?

Pues sí, eso es todo. Un filme puramente japonés dicen algunos. Pero qué japonés es éste que lee a Faulkner y solo escucha música anglosajona. Digamos que las canciones son lo mejor de la película, estupendamente puestas, todas muy buenas, todas de la época dorada del rock anglosajón y todas metidas en el momento justo. Pero digo yo, ¿esto es muy japonés?

La película adolece de algo fundamental y es que no llega a emocionar, salvo que seas un vejete que escuchó a Lou Reed cuando era joven o a Patty Smith. Pero ya.

Como minimalismo de lo cotidiano prefiero al Kaurismaki de Fallen Leaves o al Zang Yimou del camino a casa. Ese sí que emociona.

No es mala película. Pero no se pasa.