Pues eso, ¿y a mi qué más me da?
Trama insípida que no conecta, a no ser que seas un estudiante de exorcismo, y en la que te importa tres pitos a qué cuerpo se ha trasladado el diablo. Como si prefiere el metro.
No hay acción, ni amor, ni sensaciones. Las actuaciones son pasteleras y el pobre Hopkins, que es más seco que un palo, no le saca sustancia al cura saca-diablos. Por lo menos hasta donde llegué a ver hasta que me dormí.

Está bien filmada pero el guión y los giros de la trama lo hacen increíble y desconectas al rato de sufrir situaciones no realistas y giros absurdos.
Te preguntas ¿pero qué hago perdiendo el tiempo con esta gilipollez?
La apagué a los veinte minutos.

Película basada en la buena ambientación y grandes interpretaciones. Trata sobre cómo las circunstancias externas pueden sacar la persona oculta que se lleva en el interior.
Tiene eso de poder pasar cualquier cosa imprevista atrapándote como espectador morboso. Todo apoyado por una banda sonora justa y conductora.

Hacía tiempo que no me divertía tanto con una película.
Es una mezcla de Borat, Airbag y Resacón en las Vegas.
Trata de un viaje loco que realizan cuatro amigos por necesidad donde se ven envueltos en situaciones cada vez más disparatadas.
Siendo todo tan loco las actuaciones son creíbles, incluso de los "aborígenes" lituanos. Los efectos especiales están bien. Fotografía, dirección y guión muy buenos.
Creo que después de la realización de la película han nombrado al director persona non grata en Lituania. No creo que se le ocurra volver de vacaciones.
Una pequeña joya de la comedia.

Es un pastiche de otras películas y series sobre "siempre es el mismo día". El presupuesto de esta película no debió de ser mucho porque la acción tiene lugar únicamente en un decorado que es una casa. Se hace cansina la película y lo de siempre es el mismo día se acaba convirtiendo en siempre es la misma película. Deja mal sabor de boca.