Aquí alguien anda más perdido que una cabra en un garaje: o el resto de espectadores, o yo.

No he hablado con Michel Gondry últimamente, pero creo que la idea para esta película se le ocurrió tras la fiesta que hicieron en su última mudanza, cuando se despertó a la mañana siguiente con una resaca del demonio.

No era capaz de asegurar si la mitad de las cosas que recordaba de la fiesta eran reales o fruto del delirio etílico; y además al mirar a su alrededor se vio rodeado de cajas de embalaje por todas partes menos por una, y pensó "¿?". Y luego pensó "¿y si hago una peli sobre un tipo que tiene delirios y ensoñaciones y hace dioramas con cajas de embalaje, y con dibujitos animados en plan super8 con stop motion como George Lucas de joven?"

Y dicho y hecho, va y nos suelta esta marcianada donde lo único medio interesante es la pánfila relación real entre el protagonista y la vecina.

El resto, material para triunfar en festivales que premian cosas como esta para crear, mantener o incrementar su imagen de vanguardia intelectual.

Por si no ha quedado claro, no la recomiendo. Id a ver Banderas de nuestros padres.

Mal vamos si la sinopsis de la película comienza diciendo que es una peli con sexo explícito.

Al final, resulta ser un aliño para que los intelectualoides indies estadounidenses estén encantadísimos de haberse conocido, porque dan cabida a todas las 'tendencias': hetero, homo, más homo, creo que un poco más homo (que todo vaya equilibrado), orgías en un loft supermegafashion... para vendernos la moto de que están analizando las relaciones humanas interpersonales, la insatisfacción, el ser humano perdido en la multitud... oh, qué pena me dan, snif...

Qué triste está el panorama, cuando ya consulto el palmarés de algunos festivales (Sundance, Sitges) para saber a qué películas NO tengo que ir.

Entre esto y el Dogma le quitan a uno las ganas de ir al cine, la verdad.

De la película, con decir que es una castaña hay más que suficiente.

Pero me ha hecho reflexionar acerca del inexplicable criterio con que ven estas películas la crítica y el público occidentales.

Me da la impresión de que una peli de estas, para el público coreano, debe ser algo así como Torrente o El Equipo Ja, y aquí las acogemos como si fueran la piedra filosofal del arte cinematográfico.

Después de leer unas cuantas críticas de espectadores y críticos (¿profesionales?), me pregunto cuántas personas han visto las películas japonesas de Godzilla, Gorgo o Gamera. Esta 'The Host' es lo que habría sido cualquiera de aquellas con efectos digitales de Orphanage; porque en cuanto a contenido tenemos los mismos personajes oligofrénicos, las mismas conversaciones sin pies ni cabeza (vale, lo achacaré al doblaje... JA... JA... JA...), y los mismos funcionarios públicos, que por lo visto en oriente entran a trabajar los que han suspendido las oposiciones.

Pero claro, como es cine coreano contemporaneo, pues hala, venga de ir a festivales (de Sitges tengo que hablar un día... quién te ha visto y quién te ve...), venga de premios y menciones, y venga de críticas elogiosas. Pero este mismo pestiño lo hace aquí la Factoría, por ejemplo, y vamos, carne de videoclub directamente; y contentos si no tienen que irse al destierro...