Se apaga la luz roja, se ilumina la verde: Comienza una carrera ilegal en la carretera. En ella compiten el más absoluto aburrimiento y el hastío más grande antes experimentado... ¿Quién ganará? Al finalizar la película todo queda en un empate técnico, yo he perdido más de 90 minutos de mi valiosa vida y el director se ha ganado una paliza.

El argumento es simple, dos personajes sin nombre recorren América buscando carreras para ganarse la vida desafiando a otros corredores. De este modo conocen a otro competidor con el que se jugarán sus respectivos coches en una carrera por varios estados hasta llegar a Washington. Este otro protagonista recogerá a todos los autoestopistas que se encuentra por el camino reinventando su vida con cada uno de ellos, los otros dos, mientras, se disputarán el amor de una chica que se metió en su coche sin mediar palabra durante una parada, cosa que curiosamente a nadie extrañó.

Tremenda locura que los conductores de la película tengan la obligación moral de parar ante cualquier persona que se encuentren en el arcén de la carretera...

Estamos frente a una insípida comedia que basa todo su argumento en el doble sentido de las palabras fruto de una forzada y absurda confusión acontecida en los primeros compases de la película.
Humor de "Cosas de casa", el joven Steve Hurkel (que supuestamente luego fallecería de sobredosis) junto con "El guateque", lamentable película tremendamente sobrevalorada, o para mentes abiertas y risueñas, opuestas a la mía.
Sólo le salvan algunas situaciones bien llevadas a cabo por Bill Murray y algunas situaciones cómicas que, aisladas del resto, suman algunos votos a favor.
Si pueden evítenla, si no... resígnense y mantengan su mente abierta a nuevas experiencias ...o mejor hagan lo que les plazca.

Tras ver este documental sólo me queda resoplar y pronunciar una palabra: Penooosooo...
No se trata de despreciar este legado gráfico sobre osos en Alaska, tampoco valorar la vida de Timothy, cuyo cerebro quedó en lamentables condiciones tras sus adicciones a las drogas y el alcohol, se trata de valorar un documental que explica como un anormal que dice amar a todos los animales, convive con enormes osos pardos y les dice que los ama, los ama, los ama...y los ama...
También ama a los lobos y a los abejorros que reposan en las flores como si estuvieran muertos, pero odia con su corazón a los turistas, a los agentes que cuidan del bosque y a los cazadores porque no entienden a los osos como él lo hace. El resto de humanos no valemos nada, ¡él es el mejor! ¡El campeón! y se encarga de decirlo toda la película.
Resumiendo, Grizzly man es un estudio sociológico sobre este paranoico camuflado de documental de naturaleza. Además no nos dejan ver cómo un oso le corta la cabeza y se come sus entrañas.

Esta película es el firme ejemplo de cómo matar lo que fue un ejemplo de romanticismo en la precuela Antes del amanecer.
Para los románticos que esperan ver el desenlace de una película de amor como la nombrada, que no vean esta película, pues se llevarán una soberbia decepción.
Por la contra, si deseas ver como, tras 10 años, los dos protagonistas se reencuentran en París y se dedican a hablar místicamente sobre la existencia del mundo y pamplinadas, ésta es tu película.
Muerte en el atardecer.