Es cierto que el humor ha evolucionado. Mi generación no tiene el mismo sentido del humor que el que tenía mi padre, pero no creo que esto le pudiese hacer gracia a alguien. La estética, el reparto y el guionista hacen suponer que te vas a divertir. Todo lo contrario, O´toole no le hace gracia a nadie, Woody acabó cabreado por los continuos cambios de guión (no me extraña) y Sellers destaca por un curiosísimo peinado.

Al final sólo le falta el gorila para parecerse al show de Benny Hill, mezclado con una carrera de los autos locos.

Una obra de teatro filmada. Sencilla y sin ningún tipo de exceso. Los actores son de calidad por lo que el resultado es aceptable. De todas formas puede resultar aburrida. La duda nos dura durante toda la película pero sin emoción ni tensión. Sigo pensando que Meryl Streep está sobrevalorada, pocas veces me resulta del todo convincente, aquí tampoco.

Un repaso histórico de la Italia del siglo XX basado en el lugar de nacimiento del director. El intento nostálgico resulta una visión incoherente y tópica de la Sicilia profunda. Los personajes no logran conectar en ningún momento con el espectador. El metraje es excesivo. Cabe resaltar el lamentable doblaje de Ángela Molina (siempre pasa cuando un actor se dobla a sí mismo) y el final con intenciones antológicas que queda convertido en una cosa extraña sin significado alguno.

Hay dos cosas que sabe hacer Álex de la Iglesia, los comentarios mundanos que son secundarios en las películas y el acierto en la estética y la puesta en escena. Tristemente, esta película no debe de ser de él. Supongo que agobiado por la negociacion y el lío de las descargas, tuvo que dirigir su gato este film. Cuando sepamos identificar al felino podremos ayudarle a buscar un psiquiátrico.

A medida que avanza el ritmo decae de forma alarmante. Guión infantil y sin ningún tipo de originalidad. La risa brilla por su ausencia. Eterna en el metraje. Y recordemos que lo bueno, si es breve, dos veces bueno.