Ciertamente el cuento de Blancanieves es bastante perverso a pesar de las diferencias que pueda haber entre la versión de Walt Disney dirigida hace ya hace varias décadas y con el título "Blancanieves y los siete enanitos" y esta nueva de Rupert Sanders bajo el nombre de "Blancanieves y la leyenda del cazador". En las dos aparecen la codicia, el poder, el egoísmo, la ambición y el orgullo de una madrastra que después de preguntar a su espejito mágico quién es la más guapa del reino y contestarle que Blancanieves, una joven y bella princesa, quiere acabar con su vida curiosamente a través de una manzana la fruta prohibida del paraíso.

No obstante, debemos señalar que el protagonismo de la madrastra interpretada por Charlie Theron es mucho más relevante cuando a través de sus poderes y de una fuerza descomunal es capaz de acabar con sus victimas sustrayendo no solo sus cuerpos sino también sus almas es decir, esta nueva adaptación es mucho más oscura y tenebrosa que la realizada en su día por Walt Disney.

Por otra parte, si nos damos cuenta del título es importante señalar que en esta nueva versión cobra un mayor protagonismo el famoso caballero cazador que acompañará a la princesa y la salvará de miles de obstáculos que pondrán en juego su vida ideados por la malvada madrastra y también que la visión particular que nos dio Walt Disney de los siete enanitos los cuales no aparecen hasta la mitad de la película en medio del bosque era mucho más entrañable.

En realidad, aún siguiendo una línea argumental parecida a la de Disney aunque con ciertos cambios como la forma de envenenar a Blancanieves y tener también un final feliz diremos que se trata de una película que la podríamos encuadrar dentro del rango de las aventuras, de las heroicidades pero también del mundo fantástico y mágico.

Y es que cuando la he visto a veces me ha recordado a la fantasía o a la magia de "Legend" o "Laberinto" o porque no incluso de "El Señor de Los Anillos" sobre todo cuando la princesa queda atrapada en el bosque encantado el cual cobra vida. Pero también me ha dado la sensación de estar ante una film de aventuras medievales en las que no solo cobran protagonismo las batallas bélicas en defensa de la princesa sino que hasta ella misma bajo coraza y espada se convierte de la noche a la mañana salvando las distancias en una auténtica Juana de Arco.

En definitiva, una película buena y muy entretenida para ver en la que brilla la espectacularidad de lo épico y legendario; de lo maléfico y misterioso; de lo romántico y bello pero qué quieren que les diga la huella impenetrable de la “Blancanieves” de Walt Disney jamás será borrada.

Sin atender a estilos, épocas, movimientos artísticos o tendencias que determinan si una obra de arte es clásica, moderna, vanguardista, conceptual, renacentista, barroca o contemporánea para mí y sin ser un docto en la materia, el arte lo puedo dividir principalmente en estático y dinámico.

El arte estático es aquel que podemos ver representado por ejemplo, a través de un lienzo, una fotografía o una escultura pero ya la propia composición del cuadro, o la misma voluminosidad de la escultura pueden darle un cierto aire dinámico.

El arte dinámico se plasma principalmente no a través de los elementos que hemos dicho anteriormente (pintura, escultura, o fotografía) sino dentro del mundo del teatro, de la danza o del circo; ya que es gracias a ellos cuando podemos ver este tipo de arte corporal que dan como testimonio la representación del espíritu, cuerpo y alma mediante la propia comunicación, exclamación y gestos del propio cuerpo.

Así pues, hay arte dinámico cuando un actor está representando el papel de Hamlet en la propia expresión de sus gestos, cuando un acróbata está haciendo un número especial ante miles de personas o cuando un bailarín está transformando su propia figura ante una pieza del Cascanueces de Tchaikovski

Lo último que hemos visto en el mundo del cine, totalmente innovador o moderno ya que se ha empleado el 3D ha sido la película-documental "Pina" sobre la maestra y coreógrafa alemana Pina Bausch y en la que se reflejaba su forma de trabajar de una manera que sus propios alumnos mediante su propio lenguaje corporal retransmiten sus propias expresiones actuando en diversos espacios o incluso en la propia calle acompañados muchas veces de diversos objetos como pueden ser unas simples sillas que dan un aire más moderno a este tipo de danza. No obstante, es a través del cuerpo cuando un bailarín refleja su máxima comunicación poniendo en propia tensión sus propios músculos dando la sensación que estamos ante una escultura de la Grecia clásica

Ahora bien aunque el uso del 3D por parte del Wim Wenders ha estado muy bien, soy partidario de señalar que no es lo mismo ver a Pina Bausch o a cualquier bailarín famoso en directo que a través de la gran pantalla.

También es cierto que hay que tener en cuenta el tipo de pantalla, por ejemplo, no es lo mismo verlo en una gran pantalla de cine que en una pequeña ya que en este caso, a veces parecía que los propios bailarines no eran más que elementos o muñecos sacados a través de un ordenador pues se les veía en ocasiones muy pequeños y, por tanto, no se ve reflejado la belleza artística de este tipo de arte.

Es decir, la película me ha gustado pero si ustedes quieren ver la verdadera belleza del arte corporal, la expresión, tensión o movimiento del propio cuerpo, entonces vayan a ver ballet en directo y no utilizando el 3D. Pero si no tienen ocasión, no se pierdan la película de
Wim Wenders

Cuando uno se dispone a visionar una película interpretada por Sylvester Stallone debe ser consciente que no va a ver nada del otro mundo y que tan sólo si se entretiene puede darse por contento. Digo esto, porque más o menos todas las películas de este musculoso “actor” siguen el mismo patrón; desde sus casi primeras allá por los años 80 y que tanto éxito tuvieron como las famosas sagas de Acorralado (Rambo) en las cuales interpretaba a un ex-combatiente de la guerra de Vietnam que era capaz de aniquilar con su ametralladora a más de trescientos enemigos en plena selva sin apenas inmutarse a pesar de no sentir las piernas. O también, el homenaje que realizó al mundo del boxeo dando vida a Rocky Balboa siendo para mí y sobre todo la primera la mejor pues luego, a partir de la tercera entrega perdió dicha saga su gancho.

En todas estas películas como otras suyas tienen como cometido principal la violencia y los golpes a base de talonario aunque hablando de este asunto, podemos distinguir por un lado, la violencia indirecta que es la que se veía en sus películas de los años 80 y que de alguna manera el público de entonces deseaba que el pobre y perseguido héroe de dichas hazañas se salvase y diese al traste con su último modelo de ametralladora a todos aquellos que quisiesen herirle. Y, por otro lado, están las películas de ahora que en realidad es una violencia mucho más extrema en la que el protagonista o héroe es mucho más frío, que no tiene piedad y que habitualmente siempre actúa de una manera deliberada e imponiendo su justicia a base de meter una bala en la cabeza a todo aquel que no responda a sus preguntas.

Sin embargo, si nos atenemos a lo visto en esta película de Walter Hill debo decir que tiene todos los ingredientes necesarios para hacer un aceptable combinado y dentro de ese popurrí no puede faltar por supuesto lo que habitualmente vemos en este tipo de historias como la guapa chica muchas veces hija de nuestro flamante héroe que en numerosas ocasiones y a lo largo de diferentes films con cierta semejanza a este ha sido secuestrada, peor violada o ya asesinada. O claro está, el compañero fiel que desaparece del mapa enseguida por causas muy parecidas; y por supuesto, todo ese campo que nos muestran también de la policía corrupta, de los matones súper musculados que quieren acabar con él o el mundo del sexo, drogas, alcohol y violencia que le rodea.

Por tanto, es una película para pasar noventa minutos de una manera entretenida y a la cual no la puedo pedir peras al olmo ya que esto sería lo mismo que decir que Sylvester Stallone es un buen actor y salvo su interpretación de “Rocky I en 1976 y su gran parada a Pelé en “Evasión o Victoria” de John Huston en 1981 no ha destacado por casi nada más. Eso sí, algo especial tiene para que hablemos de él.

SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD. Esta es la historia de un hombre comprometido con su pueblo que luchó por la justicia y la igualdad a través siempre de la verdad, de la razón y de la paz.

SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD. Esta es la historia del líder político y sindicalista Lech Walesa que cambió con sus ideas la manera de pensar de mucha gente y que contribuyó al crecimiento y al progreso de su pueblo estancado o mejor dicho sumergido en una gran crisis económica y social allá por los años 70 a pesar que ya habían transcurrido 25 años desde la finalización de la 2ª Guerra Mundial.

SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD. Esta es la historia de un hombre sencillo, casado con una mujer y padre de seis hijos, que en muchas ocasiones estuvo en la cárcel pero que finalmente era puesto en libertad pues no había razones para su estancia en dicho lugar ya que nunca armó ninguna trifulca y siempre se manifestaba de una manera pacífica a través del poder de la palabra con argumentos convincentes llenos de fuerza, entrega e ilusión por la causas que estaba luchando que no eran otras que la igualdad social y la desaparición de la clases dominantes.

SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD. Esta es la historia de un hombre que a lo largo de veinte años, concretamente el período que abarca de 1970 a 1990 estuvo al frente y apoyando a las clases obreras desde la cruentas manifestaciones de 1970 que llevó al arresto por parte de las autoridades comunistas y las represalias policiacas con más de ochenta muertos; que a pesar de perder también su trabajo en el astillero de Gdansk por recoger firmas para la petición de construir un monumento en memoria de los trabajadores asesinados siempre luchó por su nación con el apoyo de sus amigos y de su familia; que consiguió la legalización del derecho a la huelga general y fue Presidente del Comité de Coordinación Nacional del Sindicato Libre en 1980; que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1983 aunque lo tuvo que recoger su esposa Danuta por estar preso; que contribuyó al nacimiento del sindicato Solidaridad y a la libertad de más de diez millones de personas y que el 9 de diciembre de 1990 logró su sueño ganar en las elecciones presidenciales con mayoría absoluta y ser Presidente de Polonia a lo largo de un lustro (1990-1995)

SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD, SOLIDARIDAD. Esta es la historia dirigida por Andrzej Wajda que nos presenta también con hechos documentales históricos la lucha y la entrega de un hombre para algunos revolucionario y conflictivo, para otros, pacifista y luchador pero que realmente pasó a la historia del resurgir de Polonia en aquellos años de auténtico caos.

En definitiva, una película correctamente hablando buena aunque sí es cierto que la gran cantidad de datos, hechos y acontecimientos que vivió Polonia a lo largo de esas dos décadas es realmente difícil resumirlos en poco más de dos horas pues es posible que algún hecho relevante o no, haya pasado desapercibido.

Con este peculiar título se puede pensar que lo que uno va a visionar es la típica película en el que las parejas se enamoran y luchan para que ese amor dure toda la vida pero en realidad esta película va mucho más allá. Es cierto, sí hay amor aunque también sentimientos que hacen vivir a los protagonistas a lo largo de sus cortas vidas diferentes situaciones en las que aunque a veces da la sensación de primar el egoísmo o la envidia al final tiene un trasfondo emocional pues estos jóvenes serán los salvadores (sin matices eclesiásticos) Si indagamos o buscamos en internet información de donantes de órganos en personas vivas nos dice lo siguiente: Una persona viva puede donar sangre, médula ósea y otros órganos que tenga en pares y que al retirarlos no pongan en riesgo su vida. Con lo cual sabemos que la película dirigida con maestría aunque con ciertos altibajos por Mark Ramonek y que se trata de una adaptación de una novela de ciencia ficción de Kazuo Ishiguro no es real afortunadamente aunque lo parezca.
¿Hasta dónde llega el corazón humano? ¿Seríamos nosotros capaces de jugar con nuestra vida para que se salven otros? Estos jóvenes sí ya que han sido educados en el colegio para ello; es como diríamos una situación idílica de "Un mundo feliz".