Gene Wilder dirige, escribe y protagoniza esta comedia ligera que combina terror con pequeñas de humor.

Floja e insulsa comedia sin grandes pretensiones, que pretende parodiar el cine de terror, y acaba convirtiéndose en un intento fallido de continuar el éxito de crítica y público cosechado por, El jovencito Frankenstein.

Terrorífica luna de miel es un entretenimiento ligero y sin grandes pretensiones que intenta despertar la sonrisa del espectador, cayendo en la reiteración de situaciones y sketchs, vistos con anterioridad en El jovencito Frankenstein.

Las interpretaciones no son memorables y el apartado técnico no llega a ofrecer una calidad completamente satisfactoria. Gene Wilder tira de ingenio y carisma para sacar adelante un trabajo flojo e intrascendente.

Como le ocurría al personaje que interpretó Haley Joel Osment en El sexto sentido, creo que tengo un extraño poder parecido, veo a Bruce Willis en todas partes, el actor últimamente participa en cualquier cosa que le suponga poco esfuerzo y le permita embolsarse más dinero.

Parece que el pobre Bruce tiene que buscar recursos de donde haga falta para potenciar su banda de música o para pagar las deudas del Planet Hollywood, sino no se comprende que dedique tanto tiempo a participar en tantas películas insulsas y mediocres.

En La conspiración (el asesino) o el titulo que los traductores quieran ponerle, porque si atendemos al titulo en ingles y se hiciera una traducción más o menos literal, nos encontraríamos ante El asesinato del presidente de un instituto, tenemos una nueva muestra de la capacidad de Bruce para aparecer en cualquier cosa.

En este caso tenemos a Bruce paseándose por los pasillos de un colegio de adolescentes alterados por sus hormonas, que se dedican a ver cual es el más popular y guapo, mientras alguien comete algún que otro crimen.

Es como si el personaje que interpretó Willis en El sexto sentido no hubiera encontrado el camino al cielo y habría acabado en un infierno plagado de adolescentes fantasmagóricos, incapaces de mostrar sentimientos.

De no ser por la presencia de Bruce Willis, la película no dejaría de ser una de esas que dan a la hora de la siesta en la televisión, para conciliar bien el sueño.

A partir de ahora habrá que coger las películas en las que sale Bruce Willis con pinzas, ya que su sola presencia no es garantía de la calidad de la película.

El argumento intenta ofrecer una trama de suspense en la que mezclar aventuras universitarias con inquietudes de un adolescente, pero termina por ofrecer un absurdo relato criminal carente de verdadero interés, por donde lucen palmito pequeños adolescentes aspirantes a actores.

La trama va dando palos al aire como el propio protagonista que investiga ciertas irregularidades del centro de estudios, sin llegar a dar con la clave del misterio hasta su desenlace, pero para cuando llega ese deslumbrante e inesperado final, esto último con tono sarcástico, es difícil que el espectador haya conseguido aguantar despierto.

Cuesta encontrar algo que merezca la pena en este relato criminal barato, insulso y aburrido, habría que investigar el caso en profundidad y ya he malgastado suficiente tiempo en verla.

Producción de aventuras con la venganza y la caza, como eje central para el lucimiento de sus protagonistas, unos desaprovechados: Victor Mature, Janet Leigh y John Justin.

Los responsables de la película hacen lo que pueden, pero lo cierto es que pocos son los puntos en los que consigan salvar cosas del resultado final.

Los animales salvajes y las escenas de caza, son propias de un documental y se notan demasiado las limitaciones de la producción.

La rivalidad por dar caza a un potente león entre los dos grandes cazadores, recuerda a otras producciones vistas con anterioridad y eso es algo que juega en su contra.

Safari, queda como una previsible y endeble producción de aventuras salvajes.

Western clásico basado en hechos reales, que intenta sacar el máximo partido de la presencia y participación de su estrella protagonista, Clark Gable.

A mi me ha decepcionado bastante y no me ha llegado a conquistar.

Son pocos los puntos positivos que he llegado a sacar de su visionado.

Lo mejor la banda sonora y algún que otro enfrentamiento armado entre los bandos enfrentados.

Más allá del Missouri, queda como un western de aventuras colonizadoras, endeble y reiterativo.

Absurda, ridícula, desenfadada, lamentable y bochornosa producción de Harvey Weinstein con un papel protagonista para Nicolas Cage en la piel de un señor que siente que su misión en este mundo es localizar a Bin Laden y eliminarlo.
No me gusta ser muy duro con algunas producciones arriesgadas, pero es que acabo de ver una auténtica obra absurda e inquietante en la que un americano decide ir con un sable a por Bin Laden. Os puede parecer increíble, pero lo inquietante del caso es que está basada en hechos reales y la protagoniza de la forma más absurda y lamentable, Nicolas Cage en una interpretación exagerada y cargante. Os reto a verla y soportar hasta el desenlace. Ánimo valientes amigos. Produce el polémico y supuesto acosador Harvey Weinstein, dando nuevos motivos para su ingreso en prisión. Hacer películas como ésta, tiene delito.