Ver a un cantante que amas en el cine cambia cómo vas a afrontar una película. Aunque el resultado del disco fue desigual y había temas realmente aburridos ("Hitch kikin'", "The wayfarer" o "Drive Fast"), la voz súper seca y rasgada del cantante da vida a unas palabras sobre la vejez, la amistad, el amor y el paso del tiempo. Las previas de cada canción, con una banda sonora compuesta aparte del concierto embellecen más aún el resultado. Si bien los dos momentos más mágicos del disco como son "Stones" y "Somewhere north of Nashville" no consiguen un climax brillante, el contenido general es precioso, bien contextualizado en el granero con su camarero de barra incluido y con una banda con cuerdas que humaniza el sonido más frío de la grabación en el estudio.
Unos 83 minutos mágicos mostrados por un artista que si bien lleva en una capa caída de creación mayúscula durante bastantes años, de vez en cuando muestra por qué es uno de los grandes.

¿Por qué desencantan tanto los finales inesperados? No sé si esta película se vendió como pseudo-erótica, pero tiene los elementos suficientes para que se pierda durante el desarrollo del guión y no me desencante aun así. El final puede estar cogido por alfileres, pero la propia situaciónde la protagonista nos lleva a ello. Es cierto que Willis dejó de maravillarnos por sus tintes dramáticos después de "El sexto sentido", pero Berry no le desarbola ya que ella no es una prodigio, solo una mujer que seduce.

Humor negro y afable. Escenas con tension dramática y otras con peso de comedia. Guión milimétrico y calculado. Planificación de cada encuadre con un sentido de la explicitud muy agudizado. Interpretaciones para la historia de los tres principales protagonistas. Leí que superaba a Hitchcock (sobre todo en EL PROCESO PARADINE) y puedo decir que Billy Wilder no es un genio de la lámpara como era Hitchcock, pero sí crea momentos entrañables y recordables del cine en cada película. Muy grande, Billy.

Para desternillarse de risa por momentos y para disfrutar de las actuaciones. El ambiente de alta cultura, la crítica constante a la nobleza del siglo XXI, los escenarios nocturnos, lo mágico de esta película, el protagonista (que gana muchísimo cuando se le escucha en inglés), la parodia a los personajes del siglo XX y la moraleja final hacen que Woody Allen se haya superado una vez más y tras Matchpoint aquí tenemos su otra excelente obra de siglo XXI.

Fantástico Clooney e inteligentes diálogos para conseguir un climax durante todo el relato. Provindencial el giro que da la película en la segunda mitad. Un tema muy interesante para los días que corren y una oda a la falta de un proyecto en la vida.