Lo poco que he visto de Godard me gusta pero me suele dejar un poco frío. Reconozco que es un innovador, uno de los realizadores más importantes de la historia y tal, pero aunque me gusta su estilo, y creo que ha sido muy influyente en gente que me gusta más, aún no he visto un peliculón que me haga flipar. Se acerca Al Final de la Escapada, pero en general, más que las películas enteras, me gustan a cachos. El cacho que más me ha gustado de El Desprecio es la escena de la discusión matrimonial en el apartamento que ocupa casi un tercio del film. También quedo con la belleza y los múltiples talentos de la señora B.B., los paisajes de Capri y las conversaciones con Fritz Lang. Mención aparte merece la maravillosa música de Georges Deleure, repetitiva, si, pero tremenda.

Menos épica que sus obras anteriores, con influencias no totalmente reconocidas de Alicia en el País de las Maravillas y del folklore japonés, pero reinventándolo, este cuarto largo de Hayao Miyazaki no fue excesivamente exitoso en un principio, pero al final el espíritu del bosque Totoro se ha convertido en un icono. Se ha repuesto en cines hace muy poco. Los Totoros y el Gatobús son inolvidables pero de esta maravilla me quedo con el retrato de la vida en el Japón rural a mediados del siglo XX. Lanzada a la vez que la masterpiece La Tumba de las Luciérnagas de Isao Takahata.

Demons 6: De Profundis / The Black Cat / La Posesión del Gato Negro, una secuela y meta secuela (1989) de las películas Suspiria (1977) e Inferno (1980), dirigidas por Darío Argento y coguionizadas por Daria Nicolodi, que con La Terza Madre (2007) completarían la trilogía Las Tres Madres, un trío de giallos sobrenaturales que van de lo magistral a lo pasable. La desconocida entrega que nos ocupa, perpetrada por Luigi Cozzi, trata sobre el rodaje de una continuación de las mismas y explora los límites entre realidad y sueño con la delicadeza de un elefante en una cacharrería, con un giro final que no se acaba de entender muy bien. Aunque Nicolodi le habló a Cozzi de sus ideas sobre una tercera película en un momento de desgana de Argento, la actriz salió por patas al ver como descarrilaba el guión (aunque le dio permiso para seguir) y finalmente el resultado terminó siendo apócrifo y supuestamente basado en El Gato Negro de Poe (ni de coña). Algún distribuidor simpático la quiso vender como secuela de Demons, pero cuela poco o nada.

Carlos Vermut ha hecho una obra de arte brutal. Hay un punto Almodóvar, un punto Persona de Bergman, cosas de Hitchcock, un toque setentero, pero sobre todo está Vermut, haciendo una obra más contenida que Magical Girl pero que de nuevo es una de las mejores películas españolas del siglo XXI. Grandiosa Najwa Nimri, tremendas Carme Elías y Natalia de Molina, y absolutamente perfecta, sobrenatural Eva Llorach, un descubrimiento total a la que quiero ver muchas más veces. Y la música... Alberto Iglesias, Eva Amaral, Najwa Nimri y, claro, Mocedades... Tremebundo todo (hasta sale en una escena Julián Villagrán que soy muy fan).

Porco Rosso es la primera película de Hayao Miyazaki que vi. Me la pasó un colega hace como 20 años, en VHS grabado y me flipó. Esta semana me han vuelto a flipar ese Mediterráneo fabuloso de entreguerras, ese antihéroe porcino, esas batallas aéreas y esa historia de amor tan tierna y tan sutil que destacan en el film. Ha habido lagrimita. No sé qué más decir, aparte de recomendarla encarecidamente a niños, niñas, jóvenes y adultos... y a todo el que prefiera ser un cerdo a ser un fascista.